Capítulo 30

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Golpee con mi puño la puerta esperando que Eric la abra pero no lo hace.

–¡AMOR SOY YO!–Grito y sigo golpeando la puerta, ¿que tanto hace?

La puerta se abre y Eric me deja pasar.

Entro y cierra la puerta con seguro, se ve inquieto y creo que se porqué; La Carta.

–¿Que tienes?–Pregunté y él se encoje de hombros.–¿Es por Max?.

–¿Cómo lo sabes?, ¿él te dijo algo?

–Sí, en realidad acabo de encontrarme con él cuando venía para acá.–Contesté–Me propuso ser Líder y acepté, comienzo al terminar la prueba final.

–Eso es maravilloso, Elle.

Me siento en el sofá y miro hacía la mesa donde esta la carta abierta.

–¿Es por lo de esa carta?–Pregunto.–Pensé que te gustaba matar a las personas.

–¿Disculpa?–Dice y deja la taza de café en la mesa para acercarse a mí.–¿La leíste?

–Por accidente y además Max me hablo de eso hace un minuto, me tiene confianza por ser hija del gran Daniel Spencer.–Respondo y añado sarcasmo.

–Quise decirte pero no podía y ya que lo sabes, ¿que opinas?–Pregunta y se sienta en frente de mí.

–¿Quieres que diga lo que opino de verdad o quieres que diga lo que quieres escuchar?, ambas serán realistas.

–La que sea.

–Matan personas sólo porque no pueden controlarlas es absurdo.–Respondo

–Son rebeldes, deben morir–Contesta con el ceño fruncido.

–Que mueran los malos, además Jeanine te pondrá a matarlos a cada uno de los que se pongan en su contra y ¡LA SANGRE CORRERA POR TUS MANOS!–Respondo y me pongo de pie de golpe.

–Estoy acostumbrado a eso, vivo con eso a diario, Elle.–Dice y me mira fijamente.–Nunca lo entenderías.

–¿Y si fuera yo?–Me mira confundido.–¿Que pasaría si fuera mi sangre?

–¿Que mierda hablas?, tu sangre no va a correr por mis manos–Responde serio.

–¿Y si tuviera divergencia?, ¿me matarías verdad?

Sin respuesta.

Temo a la respuesta que me dará, podría acabarlo todo.

–Me matarías, ¿verdad?–Repito.

–Solo sí Jeanine lo ordena tendría que hacerlo.–Responde serio y se pone de pie.

"Solo si Jeanine lo ordena"

–Entonces sí lo harías.., creí que eras más fuerte que eso, Eric.–Le digo–Si yo fuera Divergente...

–Pero no lo eres, te e visto en las simulaciones.–Pone sus manos sobre mis hombros.

–¿Me has visto?, ¿pero cómo?–Pregunto nerviosa, Eric podría ya saber mi secreto.

–Queda grabado todo y tengo la posibilidad de ver, aunque algunas partes son borrosas y rápidas–Dice y sonríe.

Me ha visto, estoy muerta sí o sí.

–Eres muy buena y logras enfrentar esos miedos, cuando era mi iniciación tenía mucho miedo pero tú lo haces excelente.

Debe saberlo, sí o sí me iré.

–Tu rapidez es asombrosa y eres...

–Divergente.

Deje escapar una lágrima pero sentía que tenía mil más acumuladas..Si iba a morir lo iba hacer ahora mismo, en su apartamento y sería el final de lo que fue una historia compleja.

Eric me mira confundido y me suelta de los hombros, en su apartamento tenía un armario con armas que podría usar para que yo deje de existir en este mundo.

–Mi sangre si va a correr por tus manos, Eric.–Digo y me seco las lágrimas.–Ya que Jeanine o Max te van a obligar hacerlo por lo que tenemos o lo harás por decisión propia, porqué tienes que eliminar a cada Divergente.

No logro sostener mi mirada con la suya, entonces la mía cae al suelo.

–Tenía miedo de decirte por cómo te lo tomarías y no e sido la mejor pero no es mi culpa ser una chica defectuosa, una ex erudita defectuosa.

Creo que estoy temblando.

–Yo solo no quiero perderte..

Me arrodillo en el suelo y tapo mi rostro con mis manos, debo estar siendo ridícula.

Siento cómo posa su mentón en mi cabeza y luego sus manos se posan en mi mandíbula. Me obliga a mirarlo, sus hermosos ojos azules tomaron una tonalidad más oscura y estaban acumulados de lágrimas sin soltar.

Nunca había visto un Eric así.

–Eso no pasará, no voy a permitirlo–Habla Eric.

–Pero...

–¡NO VOLVERÉ A PERDERTE!–Deja salir una lágrimas y trata de sonreír un poco.

Acerca mi rostro al suyo y me besa.

–No quiero alejarme de ti.., Elle yo te amo–Dice separando sus labios de los míos.

Sus ojos tienen un brillo leve.

Nos besamos fogosamente y nuestras respiraciones están aceleradas, nuestras lágrimas han dejado de salir.

–¿Quieres más? o quieres...

–Solo te quiero a ti–Digo y me quitó mi camiseta.

Lo empujo burlona y él se quita su camisa dejándome ver sus grandes brazos y hermosos tatuajes.

No me cansaré de decir que su cuerpo es magnífico.

–Debes sentirte bien para mañana....

Se quita toda su ropa y yo la mía mientras entramos a su habitación dónde me empuja hacía la cama.

Empieza todo.

Juntos en esta vida y en la siguienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora