≛ qυιnce

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veιnтιocнo de novιeмвre, doѕ мιl dιecιnυeve




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LOS DÍAS QUE SIGUEN son de ensueño para la pareja. Su único propósito era disfrutar cada segundo al lado del otro y lo hicieron quedándose en cama todo el tiempo que quisieron, paseando con Dodger por las heladas calles de Boston y conociendo lugares que habían encantado a la chica.

El día de acción de gracias pisaba sus talones por lo que el día antes, este agridulce sentimiento los cubre. No querían separarse, pero la ansiedad por volver a verse en un par de horas no los dejaba y era su más preciada esperanza en ese momento.

Chris ve como Ana desaparece por la puerta del aeropuerto que la llevara de regreso a Nueva York y un suspiro pesado, melancólico abandona su cuerpo queriendo correr a los brazos de aquella impresionante mujer y perderse en ellos como en los últimos días había hecho.

Por su parte, Ana se encuentra volando en lo más alto del cielo. En un par de días, este hombre había transformado su vida, desatando sentimientos y emociones que jamás pensó volvería a sentir, de hecho, dudaba enormemente haberlas sentido antes.

Cada beso, cada palabra, cada caricia de su parte era como si fuera recibida por primera vez en sus labios y cuerpo. No quería perderlo. Como él lo deseaba también, no quería que esto terminara jamás.

—¿Vendrá esta noche?— Ana eleva el rostro observando a su querida madre, quien sigue tan pendiente de lo que hace con las verduras.

—Ese es el plan, pero, él está en Boston y obviamente, está pasando el día con su familia.— comenta la joven quien se divide entre el sentimiento de alegría porque el actor este disfrutando con su familia y el desesperado sentir de querer tenerle tan cerca como sea posible.

—Eso es bueno. Habla muy bien de él.— comenta Elena, recibiendo una linda sonrisa de parte de su hija a quien el cariño sincero y enorme que Chris sentía por su familia, en particular por su madre y sus sobrinos, había capturado su corazón.

De pronto, su celular vuelve a sonar y esperanzada porque sea el actor, coge el aparato rápidamente, sin embargo, su emoción se desvanece al instante que ve la pantalla.

Conoce el número y ya había perdido la cuenta de cuantas veces Mark había llamado en los últimos tres días. No había pasado ni medio día de su regreso a Boston cuando su celular no se detuvo por la insistencia del hombre.

LA CHICA   ▪︎   CEVANS (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora