▪︎ ❝'destinados a ser' no siempre depende de nosotros❞
Aparentemente, Chris Evans lo tiene todo; una familia que lo quiere y apoya, una carrera que no conoce de fracasos y un poder monetario con el cual ya no tiene que preocuparse por las cuentas qu...
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NERVIOSO, CHRIS SE PONE DE PIE. Deja escapar un suspiro de aquellos y con su mirada azul clavada en la puerta de la consulta, se aleja para mirar a través del gran ventanal. Sin duda, necesita relajarse.
El actor había conseguido una cita con una prestigiosa psicóloga especialista en abuso y violencia contra la mujer para Ana. Convencerla había sido fácil, ahora él esperaba que esto la ayudará y que Ana fuera capaz de verlo así.
—Si no tienes una respuesta, está bien. Puedes volver con ella la próxima sección.— la voz de Vera es dulce y amable como su femenina apariencia hace notar, haciendo sentir a Ana aún mucho más cómoda.
La joven se toma un minuto. Respira y aleja la mirada. Observa el piso de la consulta brevemente, volviendo sus ojos cafés a la presencia que tiene frente a ella.
—No tengo una respuesta.
—Está bien. Tienes tiempo para pensar en ello.
Dice Vera con una suave sonrisa en sus labios, escribiendo en las líneas de su cuaderno de notas palabras que son ilegibles para Ana.
—Es...solo un sentimiento.— comparte de pronto la joven, obteniendo la mirada atenta de la Dra. Robbins al instante. —No sé a qué temo realmente, pero es el sentimiento que permanece. Está presente todo el tiempo. En los únicos momentos que desaparece es cuando estoy con Chris.
Comenta y la Dra. Robbins no puede evitar su afable sonrisa.
—¿Te sientes protegida a su lado?
—Si. Y, sobre todo, amada y respetada.— afirma y agrega la joven, siéndole imposible oculta su pequeña sonrisa; un gesto que muestra sincera felicidad por un instante.
—Me alegra. Es así como debes sentirte siempre.— dice son una convicción que resulta bastante familiar y amorosa, pero muy fuerte en su núcleo. —Las consecuencias de lo sucedido no son fáciles de afrontar. Pero, estás aquí y ese es el primer paso. Vamos a trabajar en esto juntas.
Ana asiente y respira al mismo tiempo, comparte contacto visual con Vera quien vuelve a sonreírle y eso la hace sentir un poco más segura.
—Antes de terminar...— los ojos cafés de Ana siguen el movimiento de manos de Vera; como ella cierra su libreta y pone sobre esta su bolígrafo, teniendo su mirada verde nuevamente muy atenta en ella. —¿Hay algo que quieras comentarme o quizás preguntar?
