≛ dιecιѕeιѕ

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doѕ de dιeмвre, doѕ мιl dιecιnυeve




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EL COSQUILLEO QUE SIENTE en el borde de su cuello la hace removerse con suavidad y aun sin abrir su mirada, Ana disfruta como el toque de sus dedos se desliza por su hombro y luego por su brazo, hasta alcanzar la zona desnuda de su espalda, llegando incluso a rozar la zona sensible de su cadera.

—Es hora de despertar.— la voz del actor es un susurro casi placentero; ella nota su esfuerzo y no puede contenerse en morder su labio inferior, teniendo sus ojos cafés de inmediato abiertos y muy pendientes del bello rostro de su amante.

—Buenos días.— susurra él, robándose una somnolienta sonrisa de la joven a quien le es inevitable examinar la deliciosa apariencia de Chris esa mañana.

Su cabello muestra aquella humedad que da prueba que acababa de salir de la ducha y ella disfruta de eso, tanto como de la manera tan amorosa en que él la observa y de la toalla blanca que cubre la desnudez en sus caderas. Qué maravilla era despertar así.

—Gracias por despertarme.— dice ella, adorando la armoniosa sonrisa que él le dedica.

—Estuve a punto de no hacerlo. Dormías tan tranquila.— comenta y pronto, su mano vuelve a acariciar la piel de su chica, esta vez comenzando en su cintura y siguiendo más allá hasta alcanzar la zona de sus muslos, los cuales toma con aquella fuerza que hace a Ana temblar de emoción.

—Tuve una noche fantástica.— habla la joven sabiendo muy bien que incitando a solo una cosa y claro que era su intención y al tener nuevamente visión del océano azul de su compañero, sabe que él se encuentra en la misma página.

—No puedo imaginarme porque.— susurra cuando ya se ha acercado lo suficiente, teniendo a Ana casi atrapada por la maravilla que su cuerpo es.

La joven no puede resistir tal tentación y es ella quien junta sus labios en un sabroso, intenso beso de buenos días, que poco a poco, va dejando rastros húmedos por su cuello y pecho.

—Tengo que bañarme...— sus palabras escapan a través de un suspiro lleno de placer, sintiendo y escuchando los besos que Chris tan pacientemente deja por su frente, acomodándose ya sobre ella y retirando la fastidiosa sábana que deja ver la única prenda en el cuerpo de la joven.

—Estás perfecta así.— susurra él contra su estómago, depositando después un beso sobre su carne, mientras una de sus manos trata de mantenerla quieta y la otra, rápidamente, se escabulle dentro de su ropa interior, siendo igual de veloz e intensa la intromisión de sus dedos en el interior de la joven.

LA CHICA   ▪︎   CEVANS (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora