CAPITULO 19: Una llamada inesperada

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Necesito verte Samantha

¿Joan?

¿Quién más podría ser?, Ashley está dormida no le comentes que te hablé por teléfono.

¿Pero por qué lo haces?

Es mas que obvio ¿no lo crees?, no he dejado de pensar en tí.

No sé que decir, le pregunté a Ashley por tí y no me dijo nada, yo también quiero verte pero....

¿Pero qué?, no te despediste de mí yo no sabía que regresarías a tu casa.

Yo tampoco esperaba volver, pero ya estoy aquí y estoy bien acabo de regresar de cenar.

¿Saliste a cenar? ¿con quién?

Tu bien lo sabes Joan, con mi novio.

Comprendo, pero que tengas novio no quita que no deje de pensar en tí, déjame verte una vez más y ya no volveré a llamarte.

Esque...

¿si?

Yo quiero que me sigas hablando, pero solo como amigos.

¿Estás segura que no sentiste nada los días que estuvimos juntos? aquél día en que te abracé y estuvimos casi a punto de ...

¡Ya basta!, mejor hablamos luego ¿si?

Lo siento, no tengo teléfono celular así que solo podríamos hablar por las noches cuando Ashley duerma.

¿Cómo es posible que no tengas celular?, todo mundo tiene.

Todo tu mundo. En mi mundo las cosas son diferentes.

Eres tan extraño. Debo dormir.

Adiós Sam espero hablemos pronto.

Ya veremos. Adiós.

Te quiero.

Colgué sin decir nada más, la llamada de Joan me había desoncertado y al mismo tiempo había entrado esas ansias de volverlo a ver. Sí, si sentí algo aquella noche quize besarlo quize que me abrazara lo mas fuerte posible, me sentía tan bien a su lado.

Mi celular volvió a timbrar, ésta vez era Fabián el que llamaba.

¿Ocupada?

No.

Marqué a tu teléfono y me marcaba ocupado.

Sí, me llegó una llamada de Ashley.

¿Ashley?

Oh cierto aún no la conoces, te contaré de ella después

SI hermosa no te preocupes, creo que mejor me iré a descansar me llegó el sueño derrepente, te veo mañana temprano.

Si Fabián.

Te amo.

Yo también

Adiós princesa.

Adiós.

Mi mente comenzó a dar vueltas, aún tenía impregnado el aroma de Fabián sobre mi playera, aún sentía el sabor de sus labios y aún así Joan no salía de mis pensamientos. Me tiré a la cama y cerré los ojos no podía dormir de tanto pensar. Tomé mi libro favorito y comencé a leerlo nuevamente, jamás me cansaba de leerlo. "El diario de Noah", me sabía la historia al derecho y al revéz, es de esas historias que te atrapan, las que quieres leer en un solo día, pero no lo logras y terminas desvelándote durante días.

Caminando junto a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora