Salí de la habitación de Fabián, me dirigí a la sala de espera mientras su madre y Melany pasaban a verlo. Mi teléfono celular comenzó a timbrar en repetidas ocasiones, era mi madre temía responder y decirle lo que había sucedido. Después de 3 suspiros decidí contestar.
Hola..
Sam, ¿Dónde estás?
En el hospital con Fabián .
¿Dónde están tus cosas?, Raúl no está en la casa.
No quiero saber nada de él, y me fui de la casa no pienso seguir soportándolo, ya no puedo más.
¿Sigues con tus mentiras?
Mamá si fueran mentiras no me hubiera ido de la casa.
Hablaré con tu padre para que te vayas a vivir con él, has cambiado mucho y solo estás causando problemas en la casa. Debes de dejar de hacer esas cosas Samantha, no sé qué te pasó, seguramente tus nuevas amistades.
¿Qué? Ya no quiero hablar, espero que te des cuenta de las cosas, estoy viviendo con Fabián pero ahora que lo dices es mejor irme con mi papá.
¿Con Fabián? Tú no te das a respetar eso no es correcto estar viviendo con tu novio.
¿Me hablas de lo que es correcto cuando estás apoyando los abusos de tu esposo hacia mi? Lo siento mamá me siento terrible no quiero hablar más contigo.
No sabes lo que dices, olvídate que tienes una madre Sam.
El sónido de su voz retumbó en mis oídos, ¿era posible lo que me acababa de decir? ¿realmente hablaba enserio? Las lágrimas cubrían mis mejillas, salí de la sala de espera esperando poder tranquiliza. Había oído situaciones parecidas a la mía jamás creí que me fuera a suceder algo así y que mi madre en vez de apoyarme me echara fuera de su vida.
Las nubes del cielo comenzaban a oscurcerse, al parecer una fuerte tormenta se aproximaba, volví a la sala de espera, darían de alta a Fabián. Esperamos casi 1 hora para poder salir todos juntos del hospital, debido a que tenían que hacer una serie de papeleos para el pago de la hospitalización de Fabián. Fui yo quien condujo hacia la casa de Yesenia, el padre de Fabián ya estaba informado de lo sucedido pero por cuestiones laborales no había podido ir al hospital.Cuando llegamos a la casa tomé del brazo a Fabián y lo ayudé hasta llegar a su habitación, se quitó su playera de resaque con sumo cuidado, sus pectorales lucían estupendos, el cabello lo tenía despeinado y aunque se veía algo pálido y débil debo reconocer que seguía viéndose apuesto. El doctor había permitido que Fabián estuviera en casa pero con cuidados muy especiales, debido a la fractura de su costilla.
Melany estaba mucho mas tranquila, se fue a su habitación a ver películas, los padres de Fabián comenzaron a discutir, Yesenia le reclamaba a Eduardo el por qué no fue a ver a su hijo al hospital, que se la pasaba más en el trabajo que en casa, Fabián comenzó a desesperarse al oír la situación. Yesenia bajó un poco la voz por respeto a que yo estaba presente, algo común en las familias, tratan de verse perfectas ante las visitas aparentan que su situación familiar es de las mejores donde abunda el respeto y el amor, pero la realidad es otra no hay familia perfecta, siempre hay inconformidades y discusiones ya sea por la situación económica, la falta de atención e incluso infidelidades.
-¿Qué piensas Sam? -Fabián me sacó de mis pensamientos en los cuales estaba perdida.
-Hoy hablé con mi madre por teléfono y al parecer me iré con mi papá a vivir, no entiendo como es que ella ha preferido a Raúl, era de esperarse que no me creería.
-Pero no quiero que te vayas - añadió Fabián.
-Debo hacerlo -suspiré.
-Te veré en la universidad me imagino.
-Si, mi padre puede llevarme diariamente a la universidad.
-lo comprendo- se encogió de hombros.
Le devolví una sonrisa y me dispuse a salir de su habitación con el fin de que el pudiera descansar.
Me asomé a la habitación de Melany al parecer seguía entretenida con las películas, su sonrisa lo decía todo, Yesenia y Eduardo habían salido de casa, lo mas seguro era que fuera para discutir sin que nosotros los oyeramos.
Me dirigí a la habitación donde yo dormiría, el cuerpo aún me dolía, seguía frustrada y con deseos de morir, de dejar de sufrir y más aún por el desprecio de mi madre.
Mi teléfono móvil sonó una vez más, tenía un mensaje de texto de un número desconocido.
Hola Sam necesito que me contactes es urgente, Aurora se siente mal y Ashley está mucho peor de su enfermedad.
Mis ojos se abrieron como plato, supuse que era Joan quien me había texteado, cogí rápidamente el teléfono de casa de Fabián para llamarle por teléfono, el crédito de mi móvil se había terminado y sentía que ese mensaje era sumamente importante. Al parecer el mensaje había llegado un poco tarde, puesto que mantuve apagado el celular toda la semana que mi madre estuvo ausente.
Hola ¿Joan?
Al parecer al fin conseguí un teléfono, si Sam soy yo.
¿Qué sucede?
Aurora murió el día de ayer, Ashley está mas enferma y no he podido salir de la casa porque debo cuidarla, quería decírtelo puesto que Aurora quería saber de tí y quizá a Ashley le caiga bien hablar contigo.
No es posible, mantuve mi teléfono apagado toda la semana fue un gran error mío, lo siento ¿Qué tiene Ashley?
Creo que eso deberàs hablarlo con ella, debo colgar espero verte pronto.
Mañana mismo iré, nos vemos.
Gracias.
Me había perdido de muchas cosas esa semana, seguramente mis amigas me habían dejado infinidad de mensajes en las redes sociales, pero no había tenido oportunidad de revisarlos. No me sentía cómoda estando en casa de Fabiàn pero tampoco podía volver a casa.
Cogí nuevamente el teléfono y marqué a mi padre, contestò al término de 3 timbres.
Hola papá, quiero irme hoy mismo contigo ¿Puedo ir?
¿Sam? No sé lo que sucede pero sabes que eres bienvenida aquí, si quieres voy por tí tu dime.
Estoy en casa de Fabián ven porfavor.
Enseguida voy, ¿Hablaste con tu madre?, si es así no tengo inconveniente en que te vengas a la casa.
Ya hablamos papá y está de acuerdo te cuento mas al rato ¿sí?
De acuerdo hija, voy para allá.
Mi padre ya sabía donde vivía Fabián así que no hubo inconveniente. Tomé mis cosas y me dirigí a la habitación de Fabián, él estaba dormido y no quize despertarlo dejé una nota junto a su almohada y me dirigí a la sala principal a esperar que mi padre llegara. Una hora después el sonido del claxón del auto de mi padre resonò en mis oídos, Melany seguía viendo películas me despedí de ella con lágrimas en los ojos, Yesenia y Eduardo aún no llegaban y Fabián seguía dormido. Salí por la puerta delantera mientras Melany me daba un lindo adiós con una de sus manos.
Me subí al auto de mi padre, no quize emitir palabra alguna en todo el camino, sabía que haber tomado esa decisión iba a marcar mi vida de una manera drástica, todo iba a ser diferente de hoy en día. El aire acondicionado del auto me iba arrullando, cerré los ojos e intenté conciliar sueño, intenté que mi miedo desapareciera y que mi dolor fuese disminuyendo. Le dije adiós a Melany, le dije adiós a Fabián y le dí adiós a Samantha, yo ya no sería igual, me sentía una persona diferente, contuve las lágrimas y me sumergí en un ligero sueño.
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Caminando junto a tí
Teen Fiction¿Cómo enfrentar un abuso sexual? ¿a quién dirigirse? si lo único que quieres en esos momentos es alejarte de todo el mundo. Samantha es una joven de 21 años, comprometida a matrimonio con Fabián su vida se ve marcada cuando el esposo de su madre abu...