CAPITULO 9: Carta a mamá

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No puedo olvidarme de tus ojos aceitunados, de tu cabello ondulado que solo en unas ocasiones lo soltabas, ya que siempre te gustó sujetarlo en una coleta, aún oigo tu dulce voz cerca de mi oido y puedo sentir la desesperación que tienes en este momento. Te extraño, he pasado las últimas horas pensando en que hacer para comunicarme contigo, sé que no estás bien, sé que quieres una explicación, pero por el momento no puedo dártela. Estoy angustiada por Fabián, dile que pronto volveré, tengo muchas cosas que pensar mamá, aún no es tiempo de que lo sepas.

He vivido cosas impresionantes estos días, me he sentido en ocasiones muy tranquila y en otras siento una inmensa frustración y paranoia. He sentido que pierdo la cordura y empiezo a vivir el verdadero infierno, no lo entiendes, lo sé, espero que no lo tomes a mal, sé que no es la mejor de las decisiones que he tomado, de hecho jamás he tomado una buena decisión, y ésta creo que es la mas estúpida de todas.

Mamá espero no llores más, espero que puedas dormir mas tranquila al saber que estoy bien, no se realmente donde me encuentro, y tampoco quiero saberlo, volveré pronto y espero poder estrechar tu mano y darte un fuerte abrazo, necesito en estos momentos de tu consuelo, de tus consejos, sentir el calor que emites cuando estás junto a mí, necesito a Fabián y necesito a papá. Contáctalo por favor tengo mucho tiempo sin saber de él y quiero verlo y estar cerca de él.

Sé que ustedes dos tuvieron sus diferencias, sé que ya tienes un hombre en tu vida, solo te puedo decir que esa es la razón por la cual no quiero volver en estos momentos. Dale un fuerte abrazo a Fabián de mi parte, seguramente el está igual de preocupado por ti, dile que estoy bien y que volveré, no se exactamente cuando, pero lo haré. Te amo mamá.

Te quiere Sam

Doblé la hoja de papel en la cual había escrito a mi madre, Joan había aceptado llevársela, me costó muchísimo trabajo convencerlo debido a que para él no era buena idea, ya que seguramente mi madre preguntaría por mi y él no sabría que responder.

-Joan entrégasela en sus manos, no quiero que nadie mas la vea por favor-Le dí un fuerte abrazo y puse la carta en su mano junto con una nota donde había puesto la dirección de mi casa.

-Sigo pensando que no es buena idea Samantha, tu madre tiene derecho de saber donde te encuentras, pero está bien yo se la llevaré, de mientras puedes ir a conocer un poco, quizá te encuentres con una que otra persona, de las que te había comentado, simpatizarás muy rápido tenlo por seguro-Besó mi mejilla, y metió la carta en uno de los bolsillos de su pantalón, caminó unos cuantos metros hasta que dejé de ver su silueta.

Joan se veía bastante nervioso, iba a ser muy incómodo llegar a la puerta de mi hogar, entregarle mi encargo a mi madre y salir rápidamente sin darle explicación alguna. Fue algo egoísta de mi parte, pero no encontraba otra manera de comunicarme con ella sin tener que volver. No quize contarle la razón por la cual había huído, tenía miedo de volver a ver a los ojos a Raúl, y miedo de ver a mi madre destrozada al saber que su marido no era quien ella pensaba.

Raúl mostraba ser un hombre educado, formal y resptuoso, jamás le negaba algo a mamá, la hacía reir todo el tiempo, yo no iba a imaginar que se iba a convertir en un enorme monstruo. Era tan simpático que debo decir que en un inicio me agradaba de gran manera. Ahora solo quiero mantenerlo lo más lejos de mi.

Caminando junto a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora