Caminando junto a tí

CAPITULO 1: La peor noche

No tengo fuerza para avanzar, me quedo paralizada, tengo temor de estar sola, doy unos cuantos pasos hacia adelante y tropiezo. He huido de mi hogar, corrí deprisa sin mirar atrás, sin pensar. Mi cuerpo sangra, las lágrimas no cesan, mis muslos están rasgados y la sonrisa se ha borrado.

Estoy en la obscuridad total, he avanzado unos cuantos kilómetros, tengo miedo, quiero desaparecer. La textura de sus manos aún las siento en mi cuerpo, rasguñándome, apretandome con fuerza, lastimándome, me había quedado enmudecida ante lo que ocurría. Raúl era el esposo de mi madre, habían estado saliendo durante 3 años hasta que decidieron contraer matrimonio. Siempre tuve desconfianza y miedo de él, no era para más, siempre me observaba al caminar, en las noches sentía sus miradas en la ventana de mi habitación y su respiración agitada. Como era de esperarse mi madre jamás me creería que su esposo me vigilaba, decidí callar.

Hoy fue el peor día, mamá se había quedado a trabajar toda la noche, me encerré en mi cuarto todo el día, para evitar cualquier contacto con Raul. 2:30 am, mi puerta comenzó a abrirse lentamente, el rechinar se hacía mas fuerte conforme abría mas. Mi cuerpo se heló, me tensé, me congelé ante el miedo que sentí. -No abras tus lindos labios princesa, esta será tu mejor noche- Su voz sonaba maniaca, soberbía, había comprendido que esa noche sería la peor de mi vida. Se lanzó a mi cama con ferocidad, tomó mis piernas con una sola mano, y comenzó a rodearlas con sus brazos, su aliento olía a alcohol.

Tocó cada parte de mi cuerpo con una lujuria desenfrenada. Yo solo me quedé callada, inmóvil, con miedo y muriendo por dentro. No supe el tiempo que pasó, para mi fue eterno. -No te muevas princesa, ahorita vuelvo-Raúl se retiró de mi mientras se dirigía al baño, en ese instante tomé lo poco de ropa que pude y traté de abrir la puerta.