Ashley no se percataba que yo la observaba, me mantuve al pie de la puerta principal oyendo lo que leía, no se exactamente cuanto tiempo pasó pero realmente era genial, varios de los poemas que leía eran de autores que a mi me fascinaban, aunque tenía tiempo sin leer, era una de las cosas que mas me gustaba hacer, además de escribir. Al parecer no solo había dejado mi antigua casa cuando nos cambiamos de hogar sino también mis hobbies, mis sueños y toda ilusión que una niña puede tener en su corta edad.
No quería interrumpirla al parecer disfrutaba su lectura, dí unos pasos hacia el frente y la pude observar, su cabello era rubio como si el mismo sol lo hubiese creado, sus ojos eran grisáceos como los de Aurora y su piel algo amarillenta, a pesar de la belleza que poseía su semblante no era nada agradable, no tenía brillo en sus ojos, algo muy contrario a Joan, él tenía algo especial que aún quería descubrirlo por completo.
-Oh por fin encontré mi vestido, al parecer tu lo traías- Ashley volteó hacia mí, Joan había tomado el vestido de su guardarropa y no me lo había comentado.
-Disculpa yo no sabía que era tuyo verás...
-Deja de disculparte, no me molesta en absoluto, sé exáctamente lo que te sucedió y no es necesario que me lo comentes, ven siéntate aquí- Ashley me indicó que me sentará junto a ella, su cama era mucho mas cómoda que la de Joan, tenía algunos osos de peluche y uno que otro libro sobre el colchón.
-¿Y cómo te llamas?, eso si realmente no lo sé- Era extraño que ella supiera lo que me había sucedido mas no conocía mi nombre.
-Samantha, puedes decirme Sam, antes de entrar te escuché leer algo que realmente me encantó, solía leer mucho antes de venirme a vivir a la ciudad de Monterrey.
-¿Enserio?, ¡Genial!, pues podemos ir mañana a la ciudad, iré a recoger un libro que pedí, además iré a pedir informes de las inscripciones en la universidad- Parecía que ella y yo nos hubiesemos conocido desde tiempo atrás, me agradaba hablar con ella era justo lo que necesitaba.
-Esque no quiero volver a la ciudad por ahora, tengo miedo, no quiero ver a mi madre sé que empezará a cuestionarme del por qué huí- Suspiré y mi voz comenzaba a quebrarse, sentía unas ganas inmensas de llorar, sé que ella lo notaba, mis ojos cada vez se lubricaban más y mi respiración acelerada me delataba.
-Lo entiendo, ya platiqué con Aurora hoy en la tarde, pero es necesario que hables con ella, además si vas a quedarte aquí tienes que traer tu propia ropa, sino ¿Qué me pondre yo?- Soltó una leve risa y me sonrió.
-Está bien, iré contigo pero porfavor déjame quedarme aquí un tiempo, no quiero volver- Una lágrima rodó por mis mejillas y Ashley me abrazó, era muy simpática y a la vez me sentía muy bien a su lado, ella provocaba un efecto parecido al de Joan, solo que por él sentía una atracción, que no sabía realmente como describirla.
Joan no se parecía en absoluto a su hermana, ella no lo había mencionado para nada, tuvimos una charla mas extensa, platicamos sobre nuestros gustos en música, literatura y cosas que nos agradaban en general, Ashley era demasiado inteligente le gustaba la naturaleza, al igual que a mí. Aunque era un chica con un semblante muy apagado mostraba una fortaleza interior impresionante.
Ya eran casi las 2 de la mañana, nos entretuvimos viendo revistas que a ella le agradaban sobre cosas curiosas del mundo, eran datos interesantes y otros eran demasiado absurdos, había una nota que hablaba sobre un hombre que había superado la marca del que comía mas salchichones en un determinado tiempo.
-jajajaa puedes creerlo 75 salchichones en 30 minutos, ese hombre tiene un estómago de látex- Soltamos una carcajada que pareciera que se oía en todo el bosque.
-Oye ya deberíamos dormir, ¿no crees que se puede despertar la gente?- Traté de retener la risa que me provocaba en ese momento, a mi me molestaba mucho cuando mis vecinos hacían escándalo por las noches y no nos dejaban dormir era por eso que prefería que guardaramos silencio.
-Tranquila aquí casi no se oye nada, pero tienes razón debemos dormir, aunque seguramente Joan llegará alcoholizado y nos despertará cuando habra la puerta- Ashley se recostó sobre su cama haciendo a un lado sus libros y osos de peluche, me dio una almohada y me hizo un espacio para que me recostara.
-No sabía que Joan bebiera de esa manera- Al fin Ashley había mencionado a su hermano y no hablaba bien de él.
-Aún no lo conoces lo suficientemente, no dejes que ese imbécil ponga sus manos sobre tí, ya se lo advertí el suele enamorar a las chicas y después solo las bota- Suspiró y al parecer se estaba conteniendo de decir mas pestes de su hermano.
-De eso no te preocupes yo estoy comprometida, mi novio y yo estabamos pensando en contraer matrimonio en 3 meses, aún no es nada formal, bueno no me ha dado el anillo de compromiso, pero nuestros padres ya lo saben.
-¡Que genial!, cuéntame cómo es el, ¿Es guapo?, dame detalles Sam, ¿Lo amas?- Sus preguntas parecían bombas y dardos de fuego, me sentía tan confundida en ese momento que comenzaba a dudar que Fabián era la persona con la cual quería compartir mi vida.
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Caminando junto a tí
Teen Fiction¿Cómo enfrentar un abuso sexual? ¿a quién dirigirse? si lo único que quieres en esos momentos es alejarte de todo el mundo. Samantha es una joven de 21 años, comprometida a matrimonio con Fabián su vida se ve marcada cuando el esposo de su madre abu...