El amor no tiene escape. (Completa)

6

Después de aquella noche en la que entre a la mansión de Ulises no salí de ella hasta ahora, no tengo idea de donde me lleva solo entró esta mañana a mi habitación diciéndome que íbamos a salir, mis pensamientos son interrumpidos por el chofer que nos confirma que ya hemos llegado, curiosa por ver donde nos encontramos mi vista se dirige a la ventana que deja ver una estación de policía.

-¿Que hacemos aquí?- mi sorpresa se hace evidente en mis palabras.

-Tienes que identificar a los que te secuestraron esa noche. - mi respiración se acelera y mi mandíbula se aprieta por el simple hecho de pensar que veré de nuevo a esos bastardos, siento su manto en mi mejilla que me obliga a verlo. -Yo estaré contigo, ellos no podrán hacerte daño.

-¿Porque no me dijiste antes?

-Sabia que si te lo decía antes no accederías. -mi rostro rostro demuestra el desconcierto que tengo en estos momentos. -Escuchame, solo tienes que identificarlos y de esa manera también estas ayudando a esa joven.

No puedo evitar que el nervio recorra mi cuerpo sin embargo me obligo a pensar que es por ayudar aquella joven para que salga de ese infierno. Al entrar a las oficinas un hombre se acerca a saludarnos y  presentándose como unos de los detectives del caso, nos dirige a una sala donde reconoceré a los hombre de aquel club, poco a poco van entrando siete hombre en la otra sala, aunque el detective dijo que no podían mirarme por el vidrio que había, es inevitable sentirme nerviosa al darme cuenta que mis dos agresores se encontraban entre aquellos hombre, el miedo se apodero de mi y por instinto retrocedí dos pasos queriendo huir de ellos.

-Tranquila ellos ya no pueden hacerte daño. -soy rodeada por sus brazos proporcionándome su calor y la seguridad que necesito, señalo hacía el vidrio.

-Es el número dos y el seis. -Trato de salir de esa sala lo mas pronto posible, Ulises va siguiendome en silencio. -¿Porque están aquí?¿Quien los denuncio?

-Yo lo hice. -lo dice de la manera mas tranquila. -Tú querías que esa chica saliera sin embargo la única forma de hacerlo es que ellos estén encerrados para que la dejaran en paz. -no puedo negar que tiene sentido lo que dice.

-Gracias - su mirada choca con la mía en el momento de estar frente al carro.

-¿Me lo agradecerás solo con palabras? - se queja aproximándose a mi. -La otra vez no me distes las gracias de esa manera.

-En esa ocasión estábamos solos en el cuarto y no afuera de una delegación de policía. -al terminar de hablar escuchamos el sonido del celular anunciando una llama.

-Que sucede Henry. - escuchar que es mi primo que esta del otro lado del teléfono me alegro. - Estaremos en el hospital lo mas pronto posible.

-¿El hospital?¿ Que sucede?

-Vamos llegando nos explicaran que sucede. -subimos al auto y no pusimos en marcha.

Estando en el lugar Henry nos explico que Beky se cayo mientras jugaba con Valería, no fue tan grave pero el doctor dijo que tenia que estar en completo reposo ya que se encontraba con dos meses de embarazo lo primero que pensé además de alegrarme es que esta podría ser mi oportunidad para escapar de Ulises.

-Beky yo te voy a cuidar, ahora tienes que estar en completa tranquilidad mientras yo cuido a Valería. -ella sonríe aceptando mi ofrecimiento.

-Te lo agradecería mucho, no quiero dejarlas solas en casa. -a Henry le agrada la idea y mi vista se posa en Ulises que me esta mirando de manera molesta.

-Eso es una buena idea. -después de sus únicas palabras solo asiente, mientras yo por otro lado estoy saltando de alegría.

Nos despedimos de ellos acordando que  mañana después que le den de alta yo estaré con ella. En todo el camino Ulises no me dirigió la palabra, por lo visto se encuentra molesto en algún momento va a gritar me recordándome nuestro acuerdo pero no lo hace.

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