Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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Tengo algo que hacer esta tarde, perdón que no almorzamos contigo, luego te explico ¿podrás volver sola a casa?
Hannah leyó el mensaje que su primo le había enviado, respondió un "si, no te preocupes :)" y abrió Google Maps en su teléfono, lo cierto es que no tenía ni idea de como volver a casa.
- Ey te quedó genial- Miguel apareció detrás suyo también dispuesto a irse, la chica pegó un salto del susto
- gracias, prometo devolverla mañana- sonrío- ¿así que haces karate?
- ¿Cómo supiste?- bromeó el chico- si, de hecho debo ir al dojo en este momento ¿vienes?
Hannah lo miró algo sorprendida por la propuesta, si bien tenía ganas de unirse primero deseaba hablar con su primo sobre los chicos de esta mañana que al parecee pertenecían a ese dojo. Estuvo a punto de negarse pero luego recordó que estaba perdida y sola, no es como que tuviera otra opción.
- Claro
Y dicho esto ambos comenzaron a caminar mientras se contaban sobre su vidas y se presentaban más formalmente.
Miguel era un chico bastante amable, vivía con su madre y su abuelita. Él fue el primer alumno del sensei luego de que este último lo defendiera de unos chicos que lo molestaban en un supermercado. A la chica enseguida le cayó bien, se notaba a leguas que no era como los idiotas de la mañana.
[...]
En cuanto los dos chicos entraron todas las miradas se dirigieron a ellos, aunque Hannah no le prestó mucha atención, estaba maravillada con la decoración, las paredes eran blancas y en una de ellas se encontraba la inscripción "strike first, strike hard, no mercy".
- Este no es lugar para niñas ricas como tú- dijo un chico acercándose amenazante a Hannah, provocando que esta riera amargamente cuando lo reconoció
- ¿Y tu eres? Ah si... el idiota de está mañana- todos clavaron su atención en la pequeña discusión- ¿sabes que? No me interesa que problema tengas conmigo o con mi primo, no vengo aquí a ser tu amiga, vengo a aprender karate, acepta mi presencia o hazte a un lado
Los presentes se sorprendieron ante aquella respuesta, nadie le respondía así a Hawk desde hace bastante tiempo. Algunos murmuraban entre sí, otros reían, mientras tanto él parecía tensarse cada vez más.
- Soy Hawk y créeme que no deberías hacerme enojar si sabes lo que te conviene muñeca
- primero, no me llamo muñeca, mi nombre es Hannah, Hannah Collins- dijo la pelinegra mientras golpeaba el pecho del chico con su dedo corazón- segundo, tu intento de parecer un chico malo es patetico, vas a tener que esforzarte un poco más si quieres darme miedo, pichón
El apodo que había utilizado provocó risas por parte de todos, incluso de los propios amigos del chico. Mientras que el susodicho quedó enmudecido sin saber cómo responder e inundado en furia.
