Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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Una noche tranquila y familiar en el Golf n' stuff. Muchos niños se divertían juntando tickets e intercambiandolos por premios, otros simplemente pasaban un buen rato con sus familiares y amigos.
Chris cumplía su horario laboral como lo hacía normalmente, siendo quien le daba los premios a la gente. Se encontraba acomodando las estanterías cuando su noche se arruinó por completo.
— Hola niña de los premios— la voz de su antiguo amigo Mitch hizo que se estremeciera
Cuando levantó la vista pudo ver a varios miembros de Cobra Kai, entre ellos Mitch y Hawk, con sonrisas retadoras. Este último dejó sobre el mostrador varios tickets que le había robado a una chica en unos juegos. Chris suspiró, no podía creer que vinieran a molestarlo en su horario de trabajo.
— ¿Que quieren?— preguntó visiblemente molesto
— Cambiar nuestros boletos ganados— respondió obvio Hawk— ¿Por qué no eres una buena chica y nos das un muñeco?
Chris se dio vuelta bufando y se dirigió hacia donde estaban los muñecos, pero entonces los de Cobra Kai aprovecharon para que Hawk pasara por encima del mostrador y comenzara a tomar y lanzarle a sus amigos todos los peluches que pudiera robar. Mientras tanto, el moreno les gritaba que pararan porque era lo único que podía hacer, si los golpeaba en su horario de trabajo lo despedirían, o peor aún, ellos lo golpearían a él.
— Gracias Chris, dile a tu mamá que la extraño— se burló el chico de rulos mientras se iba corriendo junto a los demas
— Si, dile que deje de llamarme— acotó Hawk
Con enojo el chico tomó su teléfono y decidió enviarles un mensaje a sus compañeros de Miyagi-do. Ers evidente que ahora que el señor Larusso había cerrado el dojo, estaban totalmente desprotegidos.
De Chris: Cobra Kai vino a molestarme al trabajo
Rápidamente Samantha Larusso respondió.
De Sam: vamos en camino
De Demetri: estoy en el hospital con Hannah, no puedo irme
De Sam: Necesito que seamos la mayor cantidad posible, solo es un rato, no pasará nada
De Demetri: bien, nos vemos ahí
[...]
Los antiguos miembros de Miyagi- do no tardaron en llegar. La ira de la castaña se podía ver a kilómetros. Ni siquiera fue capaz de saludar, solo le interesaba poner en su lugar a quienes habían molestado a su amigo.
— ¿Donde están?
— En el antiguo lugar de juegos láser— le respondió Chris
— ¿Cuántos son?
— Cuatro
— Nosotros cinco, tenemos ventaja
El resto se miraron entre sí algo dudosos, el entrenamiento que habían tenido fue escaso, además que si los padres de Sam se enteraban que otra vez estaban metidos en peleas de Karate habría problemas.
