Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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Miguel se removió en la cama cuando comenzó a despertarse, enseguida notó que no estaba en su habitación porque este colchón se sentía muchísimo más suave que el suyo.
Sus sospechas se confirmaron cuando abrió los ojos y pudo reconocer la habitación de su ex novia ¿cómo es que había llegado a ahí? Los pósters de bandas, los dibujos pegados en la pared y hasta las fotografías con sus amigos en donde aún aparecía él, lograron que al latino lo invadiera la nostalgia.
No tardó mucho en notar que no estaba solo en aquel cuarto, en el piso dentro de una bolsa de campamento se encontraba Demetri sumamente dormido. Miguel rió al notar que el pelinegro estaba babeando y dudo en despertarlo para avisarle. Finalmente optó por no hacerlo, así que con sigilo se levantó de la cama y salió del cuarto en busca de la dueña de la casa.
— ¿Tory?— preguntó con voz suave mientras se adentraba en la sala
— Te dejé una aspirina y un vaso de agua sobre la mesa del living— gritó la chica desde la cocina
Recién ahí Miguel pudo notar que su cabeza dolía a montones, sin duda era la resaca de la noche anterior haciendo efecto. Poco a poco todos los recuerdos llegaron a su mente logrando que se sintiera sumamente avergonzado. Había bebido hasta más no poder, luego había intentado besar a Tory y finalmente acabó llorando en su hombro. Sin duda no volvería a beber en cantidad nunca más, ya debería haber aprendido esa lección luego de lo sucedido la noche antes del torneo.
— Mi cabeza me está matando— se quejó
— Nunca te vi beber tanto, creí que tendrías un coma etílico— la rubia salió de la cocina e invitó al chico a tomar asiento en el sofá
— Hubiera sido gracioso que Hannah salga de un coma y yo entrara en uno
Ambos rieron genuinamente, pero aquel nombre hizo que Tory recordara que su amiga había estado desaparecida toda la noche. Trató de pensar en positivo pero la preocupación la invadió.
— ¿Ya sabes algo de ella?— el pelinegro negó mientras encendía su teléfono, ella hizo una mueca— Quizás ya está en su casa y decidió irse a dormir, además está con Hawk ¿no?
— Precisamente eso es lo que me preocupa— murmuró el latino, la chica a su lado negó
— Sé que ustedes están peleados y todo eso pero sabes que él seria incapaz de dejar que algo malo le pasara a Hannah, la ama
Tory colocó su mano en el hombro de Miguel en señal de apoyo, él le dedicó una media sonrisa mientras tomaba su aspirina. Tenia razón, Hawk amaba a su amiga, sin embargo había sido capaz de lastimar a Demetri, evidentemente ya no había certezas de nada.
— Todavía no puedo creer que haya pensado que nos besamos de verdad— rió al pensar en el pelirrojo
— Tiene sus motivos— defendió la chica— Deberiamos avisarles que estamos aquí
