Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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- ¿Podemos hablar?
El corazón de Hawk estaba a punto de salirse de su pecho, no dejaba de latir con desesperación. Hannah estaba ahí, a unos pocos metros con las mejillas humedas y tratando de avanzar a través del pasto en su silla de ruedas. No sabía que debía hacer, no esperaba que ella lo siguiera, de hecho ni siquiera sabía que lo había visto irse.
No le respondió, pero tampoco fue capaz de correr la vista. La tensión se podía cortar con un cuchillo, el silencio entre los tres era sumamente incómodo, y claramente Tory lo notó. La rubia no sabía que decir o hacer, de hecho ninguno lo sabía com exactitud.
Tory presentía que lo mejor que podía hacer era dejarlos solos, al fin y al cabo ya había cumplido su buena acción del día llevando a Hannah hasta donde Hawk estaba.
- Yo mejor los dejo solos- murmuró antes de voltearse, no sin antes recibir una mirada por parte de Hannah indicando que no la dejaría irse así como así sin hablar
Tory pareció captar el mensaje por lo cual asintió con una mueca. Era más que obvio que la pelinegra tenía muchísimas cosas que decirle luego de todo lo que pasó, pero que en este momento su prioridad seria Hawk. Acto seguido, Tory cruzó la calle para poder volver a entrar al bar donde todos continuaban divirtiéndose como si nada hubiese pasado, probablemente porque ya estaban bastante ebrios.
- ¿Podemos hablar, Hawk?- rompió Hannah el silencio nuevamente.
Su silla estaba detrás del columpio donde Hawk estaba sentado, por lo cual solo podía ver su espalda.
- ¿Ya no es más Eli?- murmuró el pelirrojo provocando que Hannah rodeara los ojos
- ¿Siempre tienes que ser tan quisquilloso? Antes te quejabas de que te llamara así
- Pero me gustaba como lo decías
- Bien- bufó- ¿Podemos hablar, Eli?
- No
Hannah soltó un grito ahogado ¿acaso él estaba jugando con ella? Aquel gesto solo logró ponerla de mal humor, comenzaba a arrepentirse de ir detrás del chico.
- No bromees- se cruzó de brazos
- No bromeo- y por su tono de voz dejaba bastante en claro que estaba siendo sincero
La pelinegra no sabía que responder o que decir, para colmo el hecho de estar a espaldas del pelirrojo no ayudaba en nada. No podía hacer contacto visual, ni ver sus gestos, ni nada, tenía que encontrar la manera de avanzar y acercarse a él, tanto física como emocionalmente. Pero sobre todo tenía que advertirle sobre Kreese.
Hannah intentó tomar impulso para levantarse pero obviamente sus piernas fallaron, quizás eran los nervios los que empeoraba su condición. Maldició varias veces en vos alta para tratar de llamar la atención de Hawk, pero no hubo resultado, él seguía mudo balanceándose una y otra vez.
