Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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- No puedo creer que me hayan obligado a venir- se quejó Hannah
- Oh vamos, seguro podrás divertirte con Hawk- le guiñó un ojo su amiga- va a morir cuando te vea en ese traje
El valle estaba muy caluroso, lo cual era irónico teniendo en cuenta la tormenta de los días anteriores. El punto es que casi toda Reseda y alrededores se encontraba disfrutando de la playa, y obviamente Cobra Kai no iba a ser la excepción.
Si bien Hannah se negó reiteradas veces, terminó cediendo ante la insistencia de su amiga Tory, quien hasta incluso le prestó un traje de baño que pudiera tapar la mayor parte de las cicatrices que a la pelirroja tanto le avergonzaban.
- ¿Hawk ya las vió?- preguntó la chica refiriendose a ellas
- Si, varias veces, no hace preguntas pero sé que le da curiosidad, él no es quien me preocupa
- Tranquila, si alguno hace un comentario inapropiado voy a golpearlo- sonrío cálidamente Tory ganandose una risa por parte de la chica
- ¿Sabes algo, Tory? Eres la mejor
La rubia pasó su brazo derecho por los hombros de la chica en señal de cariño, y esta el izquierdo por su cintura. Así comenzaron a caminar hasta el lugar donde los demás ya estaban instalados.
Aisha y Miguel habían llegado temprano para poder apartar un buen lugar, por lo que cuando ellas llegaron ellos ya estaban tranquilos jugando volleyball. Se saludaron entre sí, y mientras instalaban sus cosas Hannah comenzó a buscar con la mirada a Hawk quien debería estar llegando con Mitch.
- Hola princesa- susurró el chico en su oido mientras la abrazaba por detrás, ella sonrió enrojecida
- Hawk, te extrañé- ella se volteó quedando frente a frente y pasando sus brazos a través del cuello del chico para poder besarlo, él no despegó sus brazos de su cintura
- Consiganse un hotel- bromeó interrumpiendo Miguel
- pudrete- río su amigo separándose apenas de la pelirroja y mostrándole el dedo del medio al latino
- ¿Sabes dónde puedes colocar ese dedo?- habló ahora Tory mirando cómplice a su novio, el pelirrojo frunció confundido el seño sin entender la referencia, pero Hannah si lo hizo
-¡OH DIOS VOY A MATARLOS!- gritó Hannah avergonzada mientras les lanzaba la pelota para intentar golpearlos.
Lo cierto es que la tarde prometía mucho, entre risas y juegos el día se pasaba volando. Todos estaban muy alegres, dejando sus problemas de lados, la guerra de dojos, las enemistades y todo lo demás. Hasta incluso Mitch, quien seguía un poco decepcionado de que su amigo terminara saliendo con la chica que le gustaba, había dejado sus sentimientos por Hannah a un costado y disfrutaba la tarde con los demás.
Ojalá la felicidad no fuese tan efímera para ellos, ojalá hubiera sido eterna.
- ¿Estás bien? Le preguntó Hawk a la chica cuando vio que aún no se quitaba la camiseta como los demas
