Luego de que un evento trágico acabara con la perfecta vida de Hannah, ella se ve obligada a volver a Reseda, la ciudad donde creció. Ahora está en medio de una guerra entre dos dojos de karate, debe elegir entre sus amigos, tolerar que el chico que...
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Flashback
El frío de la madrugada inundaba la estación de policía, evidentemente la calefacción no funcionaba. La chica pelinegra temblaba sentada en una silla dentro de la sala de interrogatorios, pero no era precisamente por la temperatura. El terror la invadía en cada extremidad de su cuerpo, se sentía tan vulnerable.
La puerta frente a ella se abrió abruptamente logrando que pegara un salto de la silla. Una mujer de pelo castaño entró en la habitación mostrándole su placa, era detective. Ella pareció inspeccionar a la menor de pies a cabeza, y no pudo evitar detenerse en la camiseta con machas de sangre que llevaba puesta y el rímel corrido
- Soy la oficial y detective Kelly jones, me encargo de los casos de abuso sexual- se presentó la mujer mientras cerraba la persiana- ¿Tu eres Hannah?
- Si, soy yo- respondió tartamudeando- ¿No tiene que haber un abogado aquí?
- No es necesario- le restó importancia la mujer, aunque en realidad estaba mintiendo- Bien, cuéntame que sucedió
Hannah suspiró mientras jugueteaba con sus dedos nerviosa, estaba totalmente sola. Había intentado llamar a sus padres, que se encontraban de viaje, pero nunca respondieron, ella supuso que no tenían wifi en el avión que los estaba trayendo de regreso y que pronto podrían comunicarse, pero por el momento no estaba sucediendo. No sé atrevía a llamar a sus amigas, mucho menos a su hermano Dylan, la avergonzaba lo que acababa de vivir.
- Sucedió anoche cuando invité a Frank Holt, mi novio, a quedarse a comer como festejo adelantado de cumpleaños...
La joven comenzó a relatar todo lo que había vivido horas atrás. La detective la escuchaba y anotaba cosas en una libreta, algo que ponía bastante nerviosa a la chica, de vez en cuando le pedía que intensificará algún detalle como el tema de las conversaciones de esa noche, su actitud con Frank, como se habían conocido, etc. La pelinegra respondía a todo con incomodidad, aún no podía parar de temblar.
- Y luego de eso comencé a sentirme mareada, luego quedé inmovil, estoy segura que puso algo en mi bebida
- ¿Estabas consciente entonces?- alzó una ceja la castaña
- No, estaba despierta pero no entendía nada de lo que sucedía ni tampoco podía moverme a voluntad
- Bien- murmuró- ¿Y lo viste poner algo en tu bebida o solo lo asumes?
- No lo vi pero no es normal sentirte así de la nada- la mujer la ignoró
- ¿Y qué pasó luego, Hannah?
- Yo no lo sé, solo recuerdo tener a Frank encima mío, pedirle que se quitara... todo lo demás está borroso- el simple hecho de recordar la hacia querer llorar, pero sabía que no podía hacerlo en este momento, tenía que ser fuerte
- ¿Entonces no recuerdas con exactitud si ocurrió el abuso?- cuestionó otra vez, su voz sonaba fría e insensible lo que hizo que Hannah se sintiera juzgada
