Después de unos minutos, llegamos al hospital. Unas enfermeras llegaron corriendo a mí y me sentaron en una silla de ruedas. No entiendo el porqué si podía caminar bien.
Me llevaron a una camilla, y a lo lejos pude ver la cresta de Horacio.
—¡Horacio! — grité.
No me escuchó, supongo que estaba sedado.
—No se mueva, señorita— me ordenó la enfermera.
El superintendente solo estaba parado en una esquina, como pendejo.
—¿Y Gustabo? Señorita, ¿me puede decir donde están Horacio Pérez y Gustabo García? Gustabo es con b, son mis hermanos.
La enfermera asintió y se fue dejándonos solos.
—¿Y Pablito? ¿dónde está Pablo?
—Joder como hablas — se quejó.
Agarró su radio y apretó un botón.
—Volkov ¿cómo está el mexicano? — le preguntó, sin quitarme los ojos de encima.
—Le están curando las heridas — le contestó el ruso.
—¿Ya escuchaste? — me dijo irritado.
Asentí, un poco más tranquila.
Un doctor llegó conmigo y se presentó.
—Soy el doctor Carson, yo la atenderé.
«Pero bueno Doctor, está buenísimo»
El doctor estaba arreglando con cuidado las cosas que necesitaría. Miré a Conway, el cual seguía parado como una estatua y moví mi cabeza.
—¿Por qué no se va a tomar algo? — le pregunté.
—Ni creas que me voy a ir de aquí.
—Pues entonces siéntese, nomás de verlo parado ya me cansé.
Me hizo caso y se sentó en una silla que estaba a mi lado izquierdo.
—Comenzaré con la cortada de su frente — dijo poniendo algo alrededor de la herida— no sentirá casi nada ¿vale?
Asentí.
Este doctor tenía unos hermosos ojos azules, su cabello era castaño y le sumaba puntos que fuera amable.
—Doctor ¿esto me dejará cicatriz? — pregunté.
—Puede que una pequeña.
—¿Y aquí?— señalé mi ceja.
—Casi nada.
—¿Y a...?
—Qué sí, coño, que sí va dejar cicatriz — interrumpió el super.
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No fear || Jack Conway
Fanfiction¿Qué pasaría si te dijera que Gustabo y Horacio llegaron con alguien de México? No, no son los famosos hermanos Escobilla, pero ¿y si ese "alguien" es una mujer? Mónica Hernández, una mexicana a todo dar, si no la provocas, claro.