¿Qué pasaría si te dijera que Gustabo y Horacio llegaron con alguien de México?
No, no son los famosos hermanos Escobilla, pero ¿y si ese "alguien" es una mujer?
Mónica Hernández, una mexicana a todo dar, si no la provocas, claro.
¿Soy yo o él de la foto que puse le da un aire a Jack?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día de hoy mis hermanos se adelantaron para ir al trabajo, todavía era temprano, así que les dije que me dejaran afuera del taller para darles los lonches que les hacía a mis amigos mecánicos.
Entre al taller, estaba bastante solo por las horas, fui a unos de los lugares donde reparan los carros, ahí estaban mis amigos, Armando arreglaba algunas cosas, Emilio estaba sentado en el suelo junto con Yun y Tonet, sabrá Dios dónde estén los demás.
—Ya llegue — los saludé, dejando la comida en un mostrador.
Emilio se paró de su lugar y me dió un beso en la frente, caminé hacía los demás y les di un beso en el cachete.
—¿Trajiste...?
—Sí, ahí está la salsa, búscala.
Me recargué en la pared con mis manos al frente, ya que cargaba cuatro cafés listos para llevarlos al trabajo. Armando camino hacía a mi y se cruzó de brazos dándome una sonrisa.
—No tienes que hacer esto — me dijo.
—Esta chido, se que a lo mejor no tienen tiempo por andar trabajando, además nada más son unas tortas.
Miré mi reloj, ya tenía que empezar a caminar si no quería que el super me regañara por llegar cinco minutos tarde.
—Ya me tengo que ir — les dije despidiéndome.
—¿Traes coche? — me preguntó Emilio.
Negué con la cabeza.
—Venga te llevo yo — me dijo Armando.
Los otros tres comenzaron a "abuchearnos" y escuché a Emilio decir "ese es mi cuñado", me reí por eso último.
Lo vi tomar las llaves para después poner su mano en mi espalda. Lo vi alejarse y yo lo espere mientras contestaba unos mensajes.
J.
¿Quieres que vaya por ti?
Nop, ya me van a llevar, gracias :D
¿Quién?
Estaba por contestarle, pero un fuerte sonido de un claxon me espanto. Subí mi mirada y pude ver a Armando asomarse por la ventanilla de la gran grúa.
—¿Neta vamos a ir en la grúa?— pregunté, emocionada.
—Pues claro ¿pasa algo?
Negué sonriendo.
Me subí a la grúa y manejó directo a comisaría. Podía ver a varias personas fuera, mis amigos se estaban yendo a patrullar así que no me apresure en bajarme. Se estacionó justo enfrente, ya que no se tardaría mucho.
