JUJUTSU KAISEN |One Shots|

《Satoru Gojo》

Era un día de bastante frío, al parecer se acercaba el invierno y el clima lo gritaba desde su viento helado que recaía en la ventana. Satoru, observando desde adentro, veía las hojas secas de los árboles caer con aburrimiento mientras suspiraba.

Se dirigió al sofá para descansar un rato pero, tan pronto como recostó su cabeza en el cojín sus recuerdos del pasado lo inundaron, como si de un balde de emociones se tratara.

[...]

Era invierno ya y estaba en la escuela mordiéndose de frío tan solo con unos guantes y una bufanda. A esa edad todo le parecía una pérdida de tiempo y lo único en lo que pensaba era ir a su habitación para leer más de algún cómic u manga, que será mucho más entretenido que están en una clase con sus demás compañeros: Shoko, Geto y... T/n.

Al instante se le erizó la piel tan solo en pensar en su nombre.

—Quiero irme ya. —recostó ambos codos en los hombros de la chica antes mencionada.

—¡No pongas tanto peso en mis hombros!. —respondiste enojada.

Desde lejos los miraban sus otros dos compañeros murmurando entre ellos.

—¿Enserio crees que se gustan?. —pregunto la castaña viéndolos con una cara indiferente. Simplemente no podía creer que una cosa tan egoísta como Satoru podría gustarle una chica tan linda como T/n.

—Es muy obvio. —murmuró orgullo el pelo negro—. Ya conoces a Gojo, es un tipo que ni loco sacaría a la luz su lado romántico, es muy orgulloso. Y T/A le gusta llevarle la contraria, no puede esconder bien sus sonrojo cuando habla con él.

—hmmh... ¿y qué haremos entonces?.

—Dejamelo a mi.

Después de pensar su mini plan, llegó Yaga, su maestro, a empezar sus clases. Al terminar estas Suguru espero en la entrada de la escuela a T/n pasiente.

—Hola Geto-San, ¿para qué era la nota?.

Su plan era simple pero bien ingeniado. Él se encargaría de ti y Leiri de que Satoru estuviera escuchando.

—Pues... me preguntaba si te gustaría tener una cita conmigo, hoy. A las 3:00 si te parece bien. —finalizo.

Tu emocionada aceptaste. Era la primera vez que un chico te invitaba a salir y no podías decir que no.

Al parecer su plan funcionó ya que había una aura furiosa a unos pocos pasos de ustedes, solo que no le prestaron atención. Pero esa "aura furiosa" no se trataba ni más ni menos de los celos de Satoru.

El reloj de tu pared marcaba las 3:00 p.m y tu apenas ibas saliendo de tu habitación al lugar acordado, el cual era a una cafetería y luego... quien sabe, tal vez seria a un lugar improvisado por Suguru.

—Perdón por la tardanza. —dijiste sentándo te enfrente de él.

—No te preocupes. Hace 5 minutos llegué. —dijo con una sonrisa.

Pero claro que esa sonrisa no era por ti, si no por el chico mal disfrazado albino sentado a unas cuantas mesas de la suya viendo debes en cuando.

Ordenaron unas cuantas cosas mientras hablaban de cosas triviales.

Satoru notaba como hablaban con tanta confianza, de como se sonreían mutuamente y uno que otro roce de manos. Todo eso lo confundía mucho; no sabía si estar enojado, si sentirse triste o odiarse a sí mismo por poner primero su orgullo antes que a su corazón, ya que si le hubiera hecho caso... ese chico enfrente suyo pudo haber sido él.