Me levanté de la cama, me pare frente al anciano y le dije – Mi decisión es basada en el amor, es basada en mis ganas de sentirme mejor, es basada en mi paternidad… la decisión que hoy tomo es porque extraño a mi hijo, extraño ser padre y se que los capítulos hay que terminarlos, quiero volver a sentirme feliz protegiendo a mi hijo. Quiero apagar el dolor de una vez por todas, así que decido… –
El anciano me miró con unos ojos llenos de victoria, de gloria, como si hubiese alcanzado una meta que se había propuesto con muchas ganas.
-Me quedaré con mis nuevos amigos –
Los ojos de aquel anciano cambiaron, en ellos solo se podía ver rabia, odio, mucha ira.
De pronto su voz cambio a una voz grave que decía – Malditos, Malditos sean… jamás comprenderán el verdadero placer de la vida –
Comenzó a caminar de un lado a otro diciendo – Puedes elegir estar con Nathaniel, puedes quedarte con el para siempre. Te estoy ofreciendo una oportunidad que muchos desearían… Jhosep quédate con Nathaniel, acá siempre estarán juntos –Yo retrocedí unos pasos y le dije – Ese no es mi hijo, esto no es lo que quiero y mi decisión fue tomada –
Cómo si hubiese insultado aquel hombre, el se detuvo, se lanzó contra mi, su brazo se alzo muy alto y golpeó mi cabeza, haciendo que cayera al suelo donde estaba mi cuerpo.
La luz comenzó a iluminar la habitación obligándome abrir los ojos.
Estaba tirado en el suelo con un golpe en la cabeza y las cortinas en el suelo. Quizás había tenido un sueño, posiblemente el golpe me había dejado alucinando.Fui directo al baño a revisar el golpe en mi cabeza, no tenía que ser grave, porque no había sangre en el suelo ni en mis manos.
No sabía si lo que había pasado era un sueño o realmente había pasado, sentía que me volvería loco.Me duche y salí en busca de Kodi, quería compartir todo el día con el.
Al llegar al edificio me di cuenta que el auto de Bob estaba a un lado parqueado. Caminé al edificio y había un gran alboroto, Gertrudis gritaba detrás de aquel hombre con el que la había visto antes en la cafetería.
Bob tratada de tranquilizarlos, mientras que Katherine lloraba… Las personas se fueron acercando para ver qué sucedía.-Quiero que desocupen mi edificio, no pueden quedarse más en el… Hoy mismo lo he vendido – gritaba Gertrudis.
-Pero ¿Cómo nos puede hacer esto?, No tenemos dónde ir, entiendo – hablaba Katherine con tristeza.
Comenzaron todos a hablar al mismo tiempo, no se entendía lo que decían…
Vi como salía con mucha pena la señora Rouse del edificio.
-Gertrudis, fuimos amigas por cuarenta y cinco años, no puedes hacerme esto, vivo acá desde hace mucho tiempo… acá vimos nacer a nuestros nietos, morir a nuestros esposos, es lo único que tengo… no puedo irme a otro lugar – decía Rouse con llorando.-Me temo que ya no puedo hacer mas nada, tienen dos semanas para desocupar el edificio – dijo Gertrudis retirándose del lugar, mientras muchas personas le decían cosas muy malas.
Me acerque a Rouse y ella solo dijo – Ayúdeme por favor – de pronto se llevó las manos a su pecho y se desplomó delante de todos…
Una mujer que estaba entre las personas de pronto grito – Es un ataque cardíaco, abran paso soy doctora –
Todos comenzaron a preocuparse, Katherine se volvió como loca y empezó a forcejear con Bob ara acercarse a su abuela.
-Bob dame las llaves de tu vehículo, debemos llevarla lo más rápido posible al hospital –
Bob soltó a Katherine y Kodi apareció para ayudar.La subimos al vehículo y Rouse solo decía – no dejen solos a mis pequeños, cuiden de ellos… Jhosep serás un buen ejemplo para ellos… te admiran mucho – refiriéndose a Katherine y Kodi.
-Bob, quédate con los chicos – le dije.
Todo fue muy confuso en ese momento, yo solo conducía lo más rápido que podía para llegar al hospital, mientras que La doctora ayudaba a Rouse.
Al llegar al hospital, la atendieron inmediatamente, yo quedé en la sala de espera.
Luego llegaron los chicos y Bob… No podíamos creer lo que estaba sucediendo. Era todo una mierda. ¿Cómo era posible que no pudiésemos estar dos días felices, sin que sucediera una tragedia.
Estábamos en silencio, las puertas se abrían y cerraban cuando enfermeros y doctores iban de un lugar a otro.
El estar en esa sala era muy duro para todos, Katherine era la que más sufría de todos nosotros.Coloqué mis manos en el cuello y dejé caer la cabeza para descansar un poco…
Cuando abrí los ojos, frente a mi estaba aquel hombre, el que había visto en la montaña y en la noche.Tenía una sonrisa de victoria, y se veía mucho más joven… aquel hombre era bien parecido.
Jamás había visto un hombre tan hermoso, tenía una piel delicada, y era tan blanco como una hoja de papel… sus ojos eran grises y las facciones de su rostro era totalmente perfecta-Lamentablemente no puedo aparecer sin irme con alguien… Rouse vendrá conmigo, su esposo la estará esperando en aquel lugar que te mostré… -
Se dio la media vuelta y yo observaba a todos lados, para ver si alguien podía verlo, más era prácticamente invisible, aquel hombre solo podía verlo yo.
Se detuvo en la puerta donde habían metido a Rouse y dijo – ¿Recuerdas la historia que te conté? Debo confesarte que ese hombre fui yo, soy el ángel caído y por un error debo permanecer en este mundo –
El hombre entro a la sala donde estaba Rouse. Las puertas se cerraron, solo veía como aquellas puertas iban y venían hasta quedaron totalmente cerradas.
Miraba la puerta fijamente, tratando de asimilar aquellas palabras… No sabía con exactitud si era un Dios, un ángel, un demonio o un fantasma.
Un doctor abrió las puertas y se acercó.
-Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, pero lamentablemente la señora Rouse no aguanto… lamento mucho su perdida –En ese momento solo pensaba el dolor que estaba sintiendo Katherine, así que la tome entre mis brazos y me senté junto con ella, para que pudiese llorar.
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Ángel Caído
RomantikÁngel caído, es la secuela de Los ángeles duermen. Será una historia narrada por Jhosep Beránger, un piloto de avión que se cruzará sin quererlo con Susan Hoffman, en un grupo de ayuda dirigido por la psicoterapeuta Melany Fisher . Ambos pasan por e...