Ángel Caído

Capítulo 33

Faltaba poco para llegar a la casa y mi móvil comenzó a sonar… Vi la pantalla de el vehículo que me mostraba una llamada de Bob. Dejé que dejara de sonar y Susan dijo — Puedes contestarle tranquilamente, quizás sea algo importante —

—Le devolveré la llamada cuando lleguemos a casa — respondí.

De nuevo tenía otra llamada de el.

—Vamos papá contesta, quiero saludar al tío Bob — dijo Katherine.

—Si papá, contesta — agrego Kodi.

Susan dijo — contestaré Yo — oprimiendo la pantalla y dejando oír la voz de Bob;
—Hasta que por fin coges mi llamada,  Solo quería avisarte que —
Lo interrumpí diciendo — Hola Bob, voy conduciendo estás en alta voz —

—Hola tío Bob — dijo Kodi.
—¿Cómo vas tío? — agrego Katherine.

—Hola chicos, yo estoy muy bien… veo que ustedes también la están pasando genial —

—Pues si, Papá y mamá nos han llevado a desayunar luego de que casi incendiados la cocina de la casa preparando el desayuno — hablo Kodi

—Espera ¿Papá y mamá?, Creo que no te estoy entendiendo campeón —

—Es solo un juego que estamos haciendo desde hace un rato, que nos confundieron con una familia — le dije mientras revisaba el retrovisor.

—Pues, lo importante es que la estén pasando bien… pero ¿Quién los acompaña?... O pero que idiota, Hola Melany, espero que la estén pasando bien —

Susan me miró y se sonrojo…
— Bob, soy Susan, hemos salido de paseo con los chicos —

Bob guardo silencio del otro lado de la línea y al fin dijo — Hola Susan, espero que se diviertan mucho. Jhosep llámame cuando dejes de conducir y tengas tiempo quiero hablar de algo muy importante, es urgente… chicos que la pasen bien, les quiere el tío Bob — Bob se había sorprendido de que estuviese con Susan, yo sabía que el quería a Susan y que aún se preocupaba por ella, pero por lo visto Susan no sentía nada por el.

Al llegar a la casa los chicos comenzaron a limpiar la cocina, Susan se fue a su habitación y yo fui directo a la playa a devolverle la llamada a Bob.
Me quite los zapatos dejando mis pies desnudos en contacto con la arena mojada y el agua del mar.

—Hola Jhosep, imagino que ya podemos hablar —

—Si Bob, ¿Qué sucede? —

—Hoy revisando el correo me di cuenta que tenía una notificación, que dice que mañana por la tarde debemos presentarnos al juzgado delante de un juez que quiere entrevistarte, pero no te tengo buenas noticias —

—Si ya lo sabía Bob, pero cuál es la mala noticia —

— juez que nos tocó es familiar de Damián, creo que eso podría interferir en el progreso del caso, ya sabes por el inconveniente con la policía y eso —

—Dime qué es una broma por favor, no puede ser posible —

—Mantén la calma y veremos cómo solucionar esto, solo quería notificarte eso —

—Gracias Bob, de verdad mil gracias, mañana por la mañana le tengo una sorpresa a los chicos antes de volver —

—Jhosep gracias a ti por hacer esto… y por cierto tienen razón —

—Bob llegaste en el momento preciso. ¿Razón en que? No entiendo —

—En qué parecen una familia, hacen linda pareja, solo te pediré que la cuides mucho. Susan ha sufrido demasiado y pues, creo que debo colgar… hablamos mañana, cuídense —

Las últimas palabras de Bob me habían dejado fuera de lugar, al parecer todos estaban empeñados en colocarme en la vida de Susan, o colocarla a ella en mi vida.
Estaba seguro de algo, si Susan y yo tuviésemos una oportunidad, la protegería como a Kodi y a Katherine. Ellos me ayudaban a ser mejor persona.

Me quedé observando el mar por un buen rato sin pensar en nada, solo sentía las olas romper en la orilla del mar mojando mis pies, la brisa salada que chocaba con mi cara y el poco sol que podía colarse entre las nubes. Así estuve por un buen rato hasta que oí risas y murmullos detrás de mi.
Al girarme estaban los chicos y Susan preparados para bañarse en la playa, Kodi y Katherine entraron al mar mientras que Susan se sentó en la arena y me dijo que me sentara a su lado.

Sin ningún problema lo hice y ella me dijo — Jhosep quiero que sepas que lo que sucedió anoche —

Yo trate de interrumpirla y me dijo — No me interrumpas, cállate y escucha… Siento atracción física por ti, me gustas mucho, eres un hombre que te ves bien y provocas pensamientos nada puros… pero también eres un hombre sensible, un hombre cariñoso y que tiene sentimientos. Anoche estaba un poco ebria, no tanto como para olvidar todo —

Los dos reímos y ella agrego — Como lo dijiste ayer, yo también quiero conocerte, compartir contigo y ver qué tan bien nos llevamos y luego de que saque todo el veneno que tengo por mi misma, quisiera darme una oportunidad contigo… y aunque en este preciso momento quiera devorarte a besos, quitar toda tu ropa y que me hagas tuya… me comportare y dejaré que sea el tiempo que diga lo que tenga que decir —

En mi vida una mujer nunca había Sido tan tierna y directa al mismo tiempo, cómo Susan lo fue en ese momento. Sus palabras me llevaron de sentir un gran aprecio a tener una erección en mi pantalón, erección que trataba de disimular.

—Susan cómo te dije, tu también provocas sensaciones en mi cuerpo y tengo un gran deseo por ti, pero quiero empezar bien contigo, no quiero que esto solo sea sexo casual y ya… yo quiero algo de verdad, algo sincero… esto es muy duro para mí, el controlar mis deseos carnales — le dije.

—Te entiendo perfectamente, pero hay situaciones en las que uno no puede controlar el deseo —

Susan se acercó a mi me beso y coloco un de sus manos en mi miembro, apretándolo fuertemente, era una sensación placentera, por encima de la ropa pude sentir su fría mano provocando que mi cuerpo temblará de placer y deseo… estaba apunto de tomarla por la cintura y acercarla a mi, pero recordé que los chicos estaban en el mar.

—Susan por favor detente… los chicos nos podrían ver —

Ella se separó de mi mordiéndose los labios y con una sonrisa llena de victoria dijo — Tienes razón, pero después debemos terminar nuestra conversación, de verdad no aguanto tenerte cerca sin que ni se me cruce por la cabeza entregarme a ti y que tú me hagas tuya —

La tarde paso de una manera veloz, Susan había entrado al mar y minutos después vinieron todos a por mi… me obligaron a meterme en el mar con ellos.
Fue una tarde maravillosa, pero ya estaba oscureciendo.