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El ambiente se tornó cálido, abrasador. Taehyung apoyó ambas manos en la puerta, cerrando sus ojos y abriendo sus boca, dejando escapar leves jadeos. Sintiendo los labios húmedos de Jungkook, junto a los movimientos de su fría legua sobre su espalda, mandando miles de sensaciones, provocando descargas eléctricas que le hacían delirar, suplicar silenciosamente.

-Jungkook...- Susurró- Jimin está afuera...- Recordó avergonzado.

Jungkook sonrió y subió hasta su oído
-¿Te importa?- Susurró con su voz más ronca, erizando la piel de Taehyung- Porque a mí no...- Mordió el lóbulo de su oreja y empujó un poco más, estrechando su cuerpo contra el suyo con descaro, haciendo que el rubio mordiera su labio inferior al sentir su erección rozar.

-No...- Sonrió y se dejó caer completamente, dejando su cuerpo a total disposición de Jungkook. Necesitando tanto sus rudas caricias sobre él.

-Eso pensaba- Respondió agarrando su cintura y dándole la vuelta, haciendo que sus rostros quedaran cerca, aunque la oscuridad impedía que se vieran.

Entrelazó ambos dedos de ambas manos con las del rubio y las alzó, colocándolas a cada costado de Taehyung para después atacar nuevamente sus labios, mordiendo y lamiendo, entrando en guerra con sus lenguas.

Taehyung mordió con fuerza su labio inferior, tirando un poco de él para después sonreír. Lo único que faltaba para que Jungkook perdiera el control.

-Me encantas, joder- Susurró entre dientes, apretando fuertemente su mandíbula para después agarrar su trasero y dar un duro apretón, haciendo gemir al contrario.

-Demuéstrame cuanto- Dijo Taehyung, retandole con esas simples palabras.

-Oh, por supuesto que lo haré, humano- Y con esa frase, Taehyung fue alzado con rapidez y empujado a la cama, con Jungkook cayendo sobre él.

Subió sus manos por su camisa y Taehyung se elevó un poco, dándole acceso a que desprendiera la prenda.
La tiró a cualquier lugar y atacó su pecho, succionado y asegurándose de que manchas moradas quedarían marcadas.

Taehyung elevó su cabeza, suspirando profundamente y sintiendo su respiración acelerarse cada vez más.

Gimió su nombre al sentir uno de sus pezones ser mordidos y lamidos completamente, dejándolo erecto y sensible.

-Nadie podrá ponerte a gemir como yo lo hago, humano, nadie- Dijo fingiendo una embestida entre sus piernas. Agarró su cuello y presionó
- Eres mío, maldita sea- Dijo firme y fingió otra fuerte embestida mientras apretaba más su agarre. Taehyung sintió desvanecerse de placer.

Joder, por supuesto que tenía razón.

Se separaron un poco para deshacerse de la ropa que comenzaba a molestar y quedaron únicamente en ropa interior.

Jungkook colocó sus manos en los costados de la cabeza de Taehyung, apoyándose para no caer y desde arriba lo miró con una sonrisa.

-¿Qué?- Preguntó Taehyung, sonrojado ante su mirada.

-Eres precioso, solo eso- Dijo con la misma sonrisa, haciendo que el corazón de Taehyung diera un vuelco.

Avergonzado agarró la nuca de Jungkook, uniéndolo nuevamente a él.
Sus manos se deslizaron hasta su espalda y clavó un poco sus uñas. Provocando roncos gemidos del demonio que le hacían enloquecer.

Jungkook se hizo más espacio entre sus piernas y bajó una de sus manos, comenzando a prepararlo con dos de sus dedos.

-Ah-h mg-gh- Gemía el rubio debajo de él, sintiéndose derretir ante el maravilloso movimiento del mayor.

Continuó entrando y saliendo de él con rapidez mientras mordía y lamía su cuello con desespero. Taehyung era un jodido desastre de jadeos y suspiros.

Sacó sus dedos y alineó su erección en la entrada necesitada de Taehyung, entrando en él de una sola embestida.
-¡O-oh Dios- Gritó el rubio, aferrándose más a su espalda mientas Jungkook movía su cintura en rudas ondas, chocando contra su piel.

Los gemidos de Taehyung, los roncos suspiros de Jungkook junto a sus sucias palabras que solo excitaban más al rubio; se apoderaron del silencio. Ambos se aferraban al otro con necesidad, con un hambre feroz. Se tocaban como animales, dejando a un lado la poca humanidad que Taehyung poseía, y es que el deseo era tan intenso, tan inmenso, que en esos momentos; solo existían ellos. Dos cuerpos sedientos, transformados en energía pura, en orgasmos y sudor.

Sus movimientos se aceleraron, cada embestida se tornaba más violenta, más profunda. Taehyung lloriqueaba, mordía sus labios una y otra vez notando su vientre contraerse repetidamente y su respiración parar unos segundos. Gimió alto y se corrió tan intensamente como lo fue el acto.
Jungkook salió del rubio y comenzó a masturbarse rápidamente, sintiendo el calor acumularse en su vientre para finalmente explotar sobre Taehyung una vez más.


Llevó una patata frita a su boca y negó con su rostro - Como si estuvieran solos...- Susurró Jimin, levantando sus cejas y volviendo a comer.

ÍNCUBO [KØOKTÆ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora