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-Asmodeo- Habló Satán, observando al demonio sentarse frente a él
-Ahora eres el príncipe del infierno-

Taehyung siguió observando sentado a un lado de su padre.

El demonio de piel pálida y ojos azules y cabello naranja, asintió con una sonrisa.

-Bien, esto es lo que vas a hacer para estrenarte- Se levantó de su trono y se sentó en el borde de la mesa, bajando su mirada para observar al pelinaranja.

-Jungkook- Sonrió

Taehyung terminó de escribir en la palma de su mano y prestó suma atención.

-Irás, abrirás su maldita jaula y le darás tal paliza que no recordará su nombre. Después, aumentarás el dolor de su condena, quiero que sienta la muerte cada maldito segundo- Giró su rostro y observó a Taehyung, el cual asintió.

-¿Lo harás?- Preguntó devolviendo su vista al demonio.

-Por supuesto- Asintió y se levantó de la silla.

-Espera- Taehyung se levantó y ambos demonios lo miraron confusos.

-Quiero ir- Dijo- Q-quiero presenciar como sufre, de hecho, quiero participar- Sus puños se tensaron y su mirada oscureció.

Satán sonrió orgulloso y le dio el permiso. Ahora ambos se encontraban caminando hacía la celda de Jungkook.

-Asmodeo, ¿verdad?- Preguntó Taehyung, caminando a su lado.

-Sí- Respondió indiferente.

-¿Quién eres?- Volvió a preguntar.

-Soy el demonio de la lujuria, culpable del deseo carnal- Sonrió y miró a Taehyung- ¿Sorprendido?-

El rubio negó con otra sonrisa y mordió su labio inferior sin dejar de mirarle -Interesante-

-Lo es- Se detuvo y sacó un llavero repleto de llaves de su cinturón.
-Hemos llegado-

Taehyung tragó saliva.

-¿Listo?- Preguntó antes de meter la llave en el candado.

-Sí- Respondió tornándose totalmente serio.

Y la puerta se abrió, dejando ver una jaula dentro de ella.

Ambos caminaron hasta toparse con las barras de hierro, observando a Jungkook atado de ambas manos y ambos pies por unas enormes cadenas que se estiraba cada cincuenta segundos. Haciendo que casi, se su cuerpo arrancara por la mitad.

Jungkook gritó una vez más cuando creía que su cuerpo se partía y respiro profundo cuando las cadenas volvieron a dejar de hacer tanta presión, cayendo al suelo de rodillas.

-¿Doloroso, verdad?- Burló Asmodeo, buscando la llave 209 para abrir la jaula.

Jungkook escupió sangre y levantó la mirada, su rostro era un completo desastre.

Taehyung tembló al sentir su mirada en él y rápidamente la apartó, mordiendo sus labios con fuerza y comenzando a respirar con dificultad. Sus ojos amenazaban con soltar las lágrimas encerradas.

-¿Taehyung?- Jungkook trató de levantarse, haciendo resonar las cadenas- ¡Soltarlo, mierda!- Gritó removiendose y asesinando con la mirada al demonio.

Asmodeo comenzó a reír como un auténtico desquiciado y Jungkook miró con confusión.

-Esto va a ser tan divertido- Limpió la lágrima que había manchado su rostro debido a la extrema risa. Dejó la mochila de su espalda en el suelo y la abrió, sacando un cuchillo de plata y entregándoselo a Taehyung.

Jungkook se quedó inmóvil, observado al rubio agarrar con fuerza el cuchillo-¿Que estás haciendo, Taehyung?- Preguntó sintiendo un nudo en su garganta.

El rubio se acercó a él y acarició su rostro con una sonrisa. Jungkook no entendía nada, pero por unos segundos, la calidez de su tacto hizo que olvidara el dolor de su cuerpo.

-Taehyung...- Susurró

- Estoy aquí...- Susurró dibujando imaginariamente en su rota piel.

Cerró sus ojos con fuerza y agarró más fuerte su cuchillo, suspiró y alzó el filo, haciendo un corte profundo desde su labio inferior hasta su garganta.

-¡QUE MIERDA HACES!- Gritó sintiendo el ardor de la plata.

Pero no respondió, volviendo a pasar el filo numerosas veces por todo su rostro y cuerpo, a su vez, las cadenas volvían a estirarse, haciendo que el dolor fuera el único sentir del demonio.

-Suficiente- Asmodeo apartó a Taehyung y levantó la barbilla de Jungkook, el cual, apenas podía levantar su mirada.

-Vas a sufrir durante toda tu jodida eternidad- Sonrió y acomodó las cadenas para que en lugar de estirarse cada cincuenta segundos, lo hicieran cada cinco.

Ambos salieron de la jaula y Asmodeo se encargó de cerrarla, avanzaron hasta la puerta de salida.

-Espera- Dijo Taehyung, deteniéndose antes de cerrar la puerta.- Se me olvidó una cosa-

-¿Que se te olvidó?- Asmodeo cruzó sus brazos y giró su rostro levemente.
- Si vienes con trucos, yo mismo te mataré- Dijo firme.

-Acompañame- Invitó Taehyung, con una sonrisa lasciva en su rostro.
-Venga, vamos- Le indicó con su mano.

Asmodeo suspiró y siguió al chico confuso. Dieron la vuelta para volver a la jaula y el de ojos azules, se quedó en la pared observando.

Taehyung lo miró una última vez y avanzó un par de pasos hasta toparse con las barras de la jaula de Jungkook.

-Jamás voy a perdonar lo que me hiciste- Comenzó- Por tu culpa estoy aquí, por tu culpa mis padres están muertos- Suspiró y miró atentamente a Jungkook, el cual se encontraba alzado una vez más- Por tu culpa perdí mi vida-

Las cadenas dejaron de hacer presión, llevando a Jungkook al suelo. Bien, solo tenía 5 segundos.

-Mírame, hijo de puta, mirame- Apoyó sus dos manos en los barrotes de hierro, abriendo completamente las palmas de sus manos.- Mírame, joder- Insistió impaciente.

Jungkook lo miró y entonces comprendió.

-Mirame- Sonrió al ver que Jungkook se encontraba observando su palma
- Porque me voy a encargar de destruirte como tu lo hiciste- Le giñó uno de sus ojos y escupió dentro de su jaula antes de caminar hacia el pelirrojo.

-¿Vamos?- Levantó una de sus cejas con burla.

-Vamos- Repitió con una sonrisa Asmodeo.

Las cadenas estiraban tan fuerte que creía que iba a partirse en dos en cualquier momento, pero aún así, no pudo evitar comenzar a reír por todo lo alto.



"Mañana a las 11:30, mi amor"






ÍNCUBO [KØOKTÆ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora