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Las luces de los faros que iluminaban la noche se apagaron, la luna se escondió y el sol comenzó a salir, pintando el cielo de amarillo, naranja y rojo.
Un viento suave y cálido azotaba los árboles levemente y los variados sonidos de las aves creaban una melodía acogedora. Pequeños rayos de sol se colaban por la ventana de Taehyung, el cual aún se encontraba dormido.

Tan pronto como amanecía, ese horrible sonido que indicaba que le te esperaba otro inútil y aburrido día de clases, sonó.

El rubio sin abrir los ojos todavía, estiró su brazo, llegando a la pequeña mesilla que se encontraba a su lado y apagó la alarma.

Poco a poco fue abriendo sus ojos, restregó estos con sus manos y bostezó. Se sentía cansado, como si no hubiera dormido en toda la noche. Con su mano en su frente y sus ojos entrecerrados se sentó en la cama, notando un punzante dolor en todo su cuerpo.

Puso una expresión de dolor, frunciendo su ceño y volviendo a bostezar.

Se deshizo de las cobijas que tapaban su piel y se levantó para adentrarse en el baño.

Tan pronto como se levantó llevó su mano a su espalda baja, parecía que había dormido en una horrible posición, pues dolía como el maldito infierno.

-Ah, joder- Susurró.
Justo cuando habló notó otro dolor en su garganta, como si mil agujas la hubieran profanado. Llevó sus dos manos a ella y la cubrió.

Colocó algo de pasta de dientes y en su cepillo y pasó a hacer su higiene bucal diaria.
Cogió algo de agua y la expulsó, eliminando todo rastro de pasta dental y levantó su rostro, observando su reflejo.

-¿Que mierda...?- Dijo comenzando a ver los moratones en su frente descubierta debido a su cabello revuelto. Bajó su mirada y otra mancha morada manchaba su barbilla. Revisó todo su cuerpo, contando más de diez moratones y rasguños.
Las que más le llamaron la atención fueron las de sus muslos internos, dos grandes manchas tanto violetas como rojizas. Con su índice tocó una de ellas y la aflicción que sintió le hizo poner otra mueca en su rostro.

¿Qué mierda me ha pasado?

Y entonces vagos recuerdos aparecieron en su mente.

Escenas de apenas dos segundos pasaron frente a sus ojos, veía a alguien sobre él, tomando su cuerpo violentamente.
Con borrosidad lograba ver unos ojos rojos observándole con lujuria y una piel demasiado blanca.

Colocó dos de sus dedos en el puente de su nariz, sintiendo escalofríos en su cuerpo, sintiendo confusión.
Cerró sus ojos con fuerza, tratando de recordar con más exactitud pero le era imposible, todo estaba demasiado nebuloso.

Suspiró fuertemente y llevó su mano a su frente, tirando su cabello hacía atrás y notando la impotencia carcomerlo.

¿Todo fue un sueño húmedo sin más, no?
Pensó. Pero, ¿y todas estas marcas?
¿Tal vez soy sonámbulo y yo mismo me lo he causado?
Quizás suene ridículo pero es la única explicación lógica que había pasado por su mente.

Agitó su cabeza repetidamente, tratando de olvidar todo lo sucedido y se metió en la ducha. Tras un rápido baño, se encontraba desayunando frente a sus padres.

Peinó su cabello completamente hacia delante, tapando el moratón de su frente y los otros visibles los cubrió con algo de maquillaje.

Comió algunas frutas, bebió un buen sorbo de alguna y fue a clases. Tras varios minutos caminando llegó y como siempre Namjoon se encontraba sentado en el banco de fuera, esperándolo y leyendo algunos libros, como de costumbre.

-Ey- Dijo Taehyung acercándose.
Namjoon levantó la mirada y lo observó hasta que se sentó a su lado con una expresión de dolor en su rostro.

-¿Todo bien?- Preguntó preocupado

ÍNCUBO [KØOKTÆ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora