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- Pequeña, ya llegué. - pronunciaba el canino, dirigiéndose hacia la cocina. Al llegar fue directo a abrazar y darle un beso a su esposa.

Al ver la escena carraspeó varias veces, al no funcionar boto el tazón ante el fuerte ruido se separaron.

- Lo siento, se me escapó de las manos. - pronunció mostrando una cara tristeza.

- Pero sigan en donde estaban, antes de olvidarme Hola a ti también Hope, es un gustazo verte de nuevo y ¿Cómo me siento? Descuida estoy mucho mejor y gracias por preguntar eres el mejor cuñado.

- ¡Caammmm! - grito fuerte Emily ante el actuar de su amiga.

- ¿Siii? - sonrió batiendo las pestañas, haciendo una cara angelical.

- Tranquila pequeña. Hola Cam,es un gusto tenerte acá y disfrutar de tu encantadora forma de hablar.

Todos se rieron al escuchar lo dicho.

- Mejoraste cuñadito.

- Siempre.

......

Estaban tranquilos cenando spaghetti con albóndigas, y platicando de como fue su día.

- ¿Y cómo está Green, en estos días no lo he visto?

Al escuchar su nombre comenzó a toser de manera brusca.

- ¿Estás bien?

- Si, solo me dió un cosquilleo en la garganta.

- Toma un poco de agua. - agradeció y bebió un poco de agua.

- Green no se encuentra en Homeland, fue trasladado a la Reserva por unas semanas.

"Gracias, Gracias" - celebro internamente.

Sin esperar que esa felicidad acabaría pronto.

....

Almorzaban tranquilas en el bar en esos momentos estaba semi vacío no como en las noches que se llenaba de todos los residentes de Homeland.

Cam estaba tan entretenida disfrutando de su comida, que no se percató de su llegada y eso que estaba frente a la entrada.

- Pequeña - susurro, haciendo que Emily voltee a su costado encontrándose con la sonrisa de su esposo.

- Hope - pronunció después de unos segundos al pasar el trozo de carne.

Cam ni los miro prefirió seguir comiendo, antes que ver lo melozos que eran.

- No esperaba encontrarte aquí, pensé que ya habías almorzado.

- La hora se fue volando y cuando venía aquí me encontré con ...

- Conmigo, Emily.

Al escuchar su voz que provenía detrás de ella, trago y dejo de comer; sintió como una corriente eléctrica le recorrerio la columna.

¿Aquello serían nervios? Nervios,  era imposible tal palabra y sentir no existía para ella; se presentaba en grandes eventos donde asistían enormes multitudes.
Pero ahora todo era distinto.

Lentamente giro, encontrándose frente a él. Nada había cambiado en esos meses la misma mirada color avellana, la nariz un poco hachatada, y esos labios gruesos brindándole una sonrisa cínica como la primera vez que se conocieron. Su cabello color...  -¿Espera, qué?-, movió su cabeza al darse cuenta que lo estaba describiendo. - ¿Qué mierda me pasa?- cerro sus ojos y se dijo a si misma - ¡concéntrate! - al abrirlos sus ojos sonrió. - Hola, púrpura.

El primate resoplo al escuchar aquel supuesto nombre. - Green, es Green. Hasta cuándo lo aprenderás.

- Claro que lo sé, fucsia. - sonrió.

- No lo creo, prin - ce - sa

- ¿Cómo que princesa? Serás tu...

Hope y Emily, al ver cómo se hablaban movieron sus cabezas - es imposible ustedes nunca podrán llevarse bien.

- Si supieran, todo lo que paso en su boda - pensaron al mismo tiempo Green y Cam.

GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora