15

1.4K 117 12
                                    

- ¡Felicidades! - grito dando saltitos abrazando a su mejor amiga.

- Vaya acto enana, te luciste.

- Muy chistosito, solo por esta vez te perdono, ya que estoy muy feliz junto a mi fucsia. - abrazo al primate colmandolo de besos.

- ¿Cómo que fucsia, princesa?

- Umm rojo. - le dijo acariciando su mejilla.

- Princesa. - apretó su cintura.

- Púrpura. - nombró juguetona.

- Prin- ce -sa

- Li - món.

- Di, mi nombre. Antes lo dijiste.

- No me acuerdo. - antes que él replique ella lo atrajo apegando sus labios. Se separaron con los labios bien enrojecidos.

- Ni aún con ese beso harás que deje de insistir hasta que digas mi nombre. - peñizco levemente sus mejillas.

- No te cansaras.

- No, quiero escuchar de nuevo mi nombre en tu voz.

- Está bien. - con ambas manos agarro su rostro acercándolo hacia ella, ya justo al estar unos centímetros alejados le sonrió mientras decía verde.

- ¿Verde? - pregunto confuso.

- Si, verde.

- Y eso significa...

- Ven vamos a bailar - lo jalo a la pista.

- Espera, dime su significado.

- Luego te diré.

Ya en medio de la pista se encontraron con sus amigos y demás especies que se acercaron a felicitarlos.

Ellos bailaron pegados el agarrando suavemente su pequeña cintura y ella abrazándolo por el cuello, mientras ellos estaban en su mundo.

- ¿Ahora me dirás?

- Claro acércate - se inclinó un poco para escuchar.

- Es tu nombre en español, Green. - lo dijo sensual, haciendo que él primate sienta un cosquilleo en toda su espalda.

- Princesa me vuelves loco cuando dices mi nombre. - la apretó más a su cuerpo. - Creo que ya debemos irnos.

Ella asintió tomando la mano del joven primate, lo guío hasta el lugar donde hablaron por primera vez.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunto empujándola levemente contra el árbol.

- Haciendo memoria ¿Adivinas? - menciono inocente.

- Umm tengo la mente nublada, me ayudas a recordar. - acarició su mejilla.

Jalo su camisa, para atraerlo más cerca a ella sus rostro estaban solo a unos centímetros separados. - ¿Puede ser?- mordió su labio inferior.

Aspiro suave, - Me pones a mil. - acortó la distancia besándola, mordiendo sus labios en el proceso, ella lo recibió gustosa siguiendo su juego. La pego más a cuerpo.

La joven humana sujeto fuerte la camisa del nuevo especie, sintiendo el agradable roce de sus cuerpos. Las manos de él tocaron la suave piel de su espalda y cintura, haciéndola soltar leves suspiros.

- Te amo, mi princesa. - pronunció en voz baja, pegando sus frentes.

- Yo más, mi colors. - sonrió, acariciando sus mejillas.

Bajo su rostro besando el cuello de ella, cerro sus ojos al sentir los leves toques en su piel. Las manos del primate bajaron lentamente hasta llegar a sus piernas apretando su suave carne, la levanto haciendo que su protuberancia rozara con ella.

GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora