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Siento sus pasos, se que es él, al sentirlo a mi lado alzo mis ojos encontrándome con su mirada y confirmando mis sospechas es mi colors, mi Green.

Alzo mi brazo para tomar su mano, se siente a mi lado. Permanecemos callados mirando las olas y sintiendo la brisa marina.

- Cam, yo...

- ¿Por qué?, ¿por qué no puedo ser feliz? cuando lo soy el destino lo arrebata ¿Por qué? - mi vista se empaña por las lágrimas.

- Prince....

- Sabes leí una infinidad de libros de romance esos que te derriten y te hacen revolotear mariposas en el estómago... que acaban con un fueron felices para siempre.
Pero mi vida es todo lo contrario, solo tristeza y lágrimas. - no aguanto más y comienzo a llorar.

- Comenzando con el principio nunca llegue conocer a mis padres solo en historias y fotografías que me contó mi tía. El destino hizo que mi papá muriera en una misión militar, él nunca se enteró de mi existencia.

Mi mamá quedó devastada por su pérdida, pero al enterarse de mi llegada se repuso planeando y soñando varias cosas para nosotras.
Como siempre nunca se puede planear nada, sin que el destino haga de las suyas murió a los pocos minutos que naciera, no llego a tenerme en sus brazos.

Quedé huérfana, sin nadie en el mundo apenas daba mis primeras respiraciones.

La hermana mayor de mi madre me crío, era una persona un tanto fría pero a su manera me amo.

Y como siempre el destino intervino quitándome lo que más amaba cuando tenía nueve años.
Regresábamos de la playa, cuando tuvimos un accidente automovilístico mi tía falleció en el acto.

Ahora sí estaba solo en el mundo no tenía familia el gobierno se encargó de mí, primero fui a un orfanato no me trataban ni bien ni mal; luego pase a casas de acogida donde la mayoría de veces pase malos tratos por mi ahora inexistente cicatriz - toco mi rodilla izquierda donde antes hubo una horrible marca - justo en ese tiempo conocí a Emily y a su familia. Ellos le dieron cariño y alegría a una pequeña niña, pero no duró mucho, me cambiaron de hogar de nuevo.

A los trece años como golpe de destino apareció de la nada un familiar, mi tío Alberto y Felipe. - sonrío entre lágrimas recordando el momento que los ví.

- Ellos fueron mis ángeles que llegaron para rescatar a una pobre adolescente que había olvidado que era el amor, el cuidado y sobre todo me ayudaron con mi autoestima.

Los tres formamos una familia no tan convencional, pero no importaba porque nos teníamos el uno al otro. Viajamos por todo los estados hasta ir a Cuba, dónde mi camino se cruzó con Emily por segunda vez.

Incrédula fui, la suerte acabo solo para comenzar con el dolor a los diecisiete años a mi tío le detectaron cáncer en fase terminal. Tuvimos que regresar al país por la insistencia de mi tío, quería morir en su país.

A los pocos meses falleció dejándome destrozada como nunca.

Fue Felipe quien me ayudó a salir de ese estado, impulsando que me enfoque en el baile.
La danza me ayudó a no sentirme tan vacía, pero ya no puedo. ¿Por qué todo a mí? Nunca tendré mi final feliz.

El destino juega conmigo, disfrutando de mi agonía.
Perdí el baile, pero intervino de nuevo acercándome a ti llegando a amarte.

Y la verdad es que sí, me gustaría tener un hijo contigo; llegar a ser madre.

Pero... tengo miedo... mucho miedo.

Si te llegará a pasar algo, no lo podré soportar.
¡¿Qué sería de mi sin ti?!¡¿Qué sería de nosotros?!

O lo peor si me sucediera algo, que llegaría ser de ustedes, imaginarlo me destroza.

¡¡No puedo!! ¡No quiero que tú sufras, o esa personita! ¡No! - me desahogó en sus brazos.

GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora