16

1.3K 104 21
                                    

Me despierto feliz, sintiendo su cálido calor junto a mi.

- Buenos días, princesa. - besa mi frente.

- Buenos días, colors. - me dirigí a sus labios, dando un corto beso.

Se intensificó a la medida que nuestras lenguas se entrelazaron, sus manos sujetaron mis caderas y mi centro se humedece.
Y no era la única al sentir su falo ya listo cerca a mi muslo. Abrí ligeramente mis piernas y arquee un poco mis caderas, permitiendo posicionarse en mi centro baje suave rozando su dureza que me volvía loca y así intentándolo.
En respuesta me penetro de una sola estocada, gemi con fuerza siendo callado por sus besos. Las embestidas fueron muy lentas destrozando mi cordura, moví mis caderas insista que fuera más fuertes y duras.

....

- Si así serán mis mañanas deseo no levantarme nunca de esta cama. - me aferró a su pecho.

- Y, así será princesa. - me abraza aspirando mi olor.

- ¿ Acaso huelo mal? - me separó y huelo mis brazos.

- Todo lo contrario, tienes una aroma embriagador. - me apega más hacia él.

- No, me dirás qué huelo a chocolate.

- No, algo mucho mejor - aspira y frota su mentón en mi hombro - pimienta y frambuesa.

Me rio ante su comentario - muy gracioso, yo no siento nada.

- Te equivocas, así hueles para mí.

Me explico algunas cosas que desconocía de las nuevas especies como su olfato súper desarrollado y su manera de amar.

- Entonces es imposible que me seas infiel.

Asintió. - Tú eres solo mía, y yo soy tuyo; con eso basta y sobra. - tomo sus mejillas con ambas manos y lo beso, nunca pensé amar así como ahora.

- ¿Por qué estás inquieta?

- Yo. - me manda una mirada de reproche. - Está bien hay una pregunta que me rodea en la mente, pero no quiero que recuerdes todos los malos momentos cuando estuviste en esas instalaciones.

- No te preocupes Mercile es parte de mi pasado; ya no me afecta como antes. ¿Pregúntame lo que quieras princesa?

- ¿Por qué decidiste llamarte así?

- ¿Así, cómo? No te comprendo

- Si entendiste mi pregunta, no te hagas. - me miró con una sonrisa plasmada en su rostro.

- Ya vez.

- ¿Enserio no te entiendo? - hablo burlón.

- ¡Fucsia! - me ignoro.

- ¡Púrpura! ¡Rojo! ¡Dorado! ¡Verde! - me siguió ignorando mirando el techo.

- ¡Está bien, tú ganas! Green. - susurré su nombre.

- Perfecto. - sonrió.

- 629 por ese número me llamaban, como muchos de los nuevas especies nunca vimos el exterior solo en leves imágenes que nos enseñaban al ser cachorros. Cuando fui liberado lo primero que me recibió fue el pasto recién mojado con su vivas color verde. Ese color me atrajo como un imán, a la vez de su significado. Para mí Green es esperanza, suerte las cuales conseguí al ser libre.- lo abraso, queriendo transmitir todo mi amor.

Nos separamos ante el estridente ruido de su estómago, me reí al verlo sonrojado - a comer se dijo. - me levanté envuelta con la sábana.

- Puedo esperar. - aseguro agarrando mi mano.

- Pero yo no, fucsia muero de hambre.

- Tú ganas. - me soltó, para pararse.

- Ni lo dudes. Siempre ganó.

....

- Te extraño.- me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello.

- Aún estoy aquí.

- Lo sé, pero pensar que te irás me vuelve loco.

- Tengo que cambiarme, no voy a estar siempre con tu camiseta y en bragas. - la mención de aquello lo hace reír.

- Más tarde nos vemos en el bar. - propuse.

- Ven a vivir conmigo. - soltó fijando su mirada en mí.

- Colors, no crees que vamos muy rápido. - respondí nerviosa.

- Sabes que te amo y nunca cambiaré de opinión.

- Déjame pensarlo. ¿Sí?

- Esperaré ansioso tu respuesta.

.....

- ¿Qué hago? Dame un consejo. - pido, a Emily.

- ¿Qué dice tu corazón y mente?

- Mi corazón dice azlo alista tus maletas y ve con él; y mi mente no vas muy rápido y si...

- Su amor es incondicional, no son como los chicos que conocimos. Nunca cambiarán de opinión.

....

Al verme entrar, corrio hacia mí.

- Princesa, tardaste un poco. - reprochó acariciando mis manos.

- Sabes que la belleza tarda, no fucsia. - me hice para atrás mostrando mi atuendo un vestido color acero corto acompañado con unas zapatillas blancas. Mi maquillaje era sencillo solo un labial y rímel.
- Y no creo que sea la única- con la mirada lo recorro de arriba, abajo ese pantalón rasgado y esa camisa a cuadros entallada a su cuerpo me hace acalorar recordando lo que hicimos. Su cabello azabache brevemente despeinado me vuelve loca, aunque no quiera admitirlo.

- Princesa, cada vez que te veo me quitas el aire por tu hermosura.

Agradecí sonrojada. - púrpura.

- No cambiarás.

- Sin diversión, la vida sería aburrida.

GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora