No le creyeron, cuando dijo que prepararía toda la boda en tres días. Cómo conseguiría un juez, los vestidos y trajes, el lugar para la boda y lo más importante hablar con Justice sobre el acontecimiento.
- ¿Pedir permiso? - se rió, - solo le avisaré, nada más y quién se negaría a un noble pedido de este indefenso ancianito.
Cumplió, hace un día atrás había tenido la reunión con el líder especie, fue amena la conversación sin menor problema ganando una nueva amistad. Reiterando sus felicitaciones a los futuros esposos.
Y hoy era el gran día, absolutamente nadie sabía sobre los detalles. Felipe insisto que los futuros esposos estuvieran cada uno en su respectiva habitación.
Al despertarse, se ducho para despejar los nervios al salir se encontró con el desayuno sobre la cama apenas pico algunas frutas y un sorbo de jugo.
Tocaron su habitación pasando Emily, Felipe y dos señoras que las presento como Martha y Lucero, la primera una morena arrastraba una pequeña maleta y la segunda una pequeña rubia tenía entre sus brazos dos fondas enormes.
- Lista. - asintió.
Las mujeres las ayudaron a maquillarse y arreglar su cabello, terminado su trabajo se retiraron.
- Camila, lista para ver tu vestido.
- Más que lista.
Abrió la fonda, desvelando su hermoso vestido.
- ¿Te gusta?
- Me encanta, gracias Felipe. Me ayudan a vestirme.
- Sería todo un privilegio.
Todos ya estaban cambiados, esperando el momento preciso.
- Ya es el momento. Tu colors te espera.
Asintió - ¡Por favor! No llores.
Bajaron hasta el primer nivel, caminando por aquella entrada regada de pétalos en el suelo indicando el camino hacia la playa.
El pequeña capilla adornada completamente por rosas y tulipanes blancos estaba situado al costado del mar, pierdas de color blanco estaban colocadas a los lados formando un camino, unos pequeños arreglos de rosas blancas colocados en varillas firmemente ancladas estaban frente al altar donde se pararan los testigos.
Ya en su posición se encontraba el juez esperando a los futuros esposos.
Una suave melodía de violín fue el inicio de todo.
Green camino decidido el cabello azabache lo tenía despeinado por la brisa del mar, vestido con un pantalón color crema con tirantes y una camisa blanca corta, se detuvo esperando su llegada.
Sus testigos Hope y Emily tomaron posición a cada extremo, vestido él con un pantalón azul marino y camisa blanca; ella hacia gala un vestido largo de tirantes suelto a la altura de la cintura color verde agua.
Ahí viene susurro la rubia.
Cam se encontraba nerviosa, se sujeto fuerte del brazo bueno del anciano, y dió unos pasos insegura sintiendo el leve calor que transmitía la arena a sus pies descalzos.
Una sonrisa se plasmó cuando lo vio ahí esperándola dándole seguridad.
Sus pasos fueron decididos luciendo su vestido de encaje floreado color champagne de tirantes, tenía un escote pronunciado, la parte de abajo era suelto con una abertura en la pierna. El cabello recogido adornado con un pequeño velo, su maquillaje muy natural colores tierra y para completar su vestuario en su mano sostenía un hermoso ramo de lirios blancos.
Él miro maravillado su andar, regalando una genuina sonrisa, que cada vez se extendía al estar más cerca.
- Te entrego a mi más preciado tesoro. - indico Felipe apunto de entregarla.
- La protegeré como a mi propia vida y si tengo que darla con gusto la entregaré. - recalcó.
- Se feliz mi Camila, lo mereces. - le vio un beso en la mejilla y la entrego a Green.
- Princesa, me quitas el aliento. - susurro para ella.
- Mi colors, en cambio tú me dejas caliente. - su vista lo recorrió por completo.
- Princesa provocadora. - susurro en respuesta.
El juez aclaro su garganta, ellos se rieron por su escena mirando al frente.
Inicio la ceremonia, solo con ellos no había más invitados bastaba con ellos.
Cada uno dijo sus votos prometiendo amarse y soportar sus respectivos carácteres, ganándose la risa de todos.
- Los declaró marido y mujer. Puedes besar a tu esposa.- sentenció dando finalizado la boda.
Sus miradas se conectaron al estar frente a frente, la cogió de la cintura acercándola a él. Sus labios se juntaron ofreciendo al público un beso tierno y delicado.
La alzo sorpresivamente haciéndola dar un grito, ya en sus brazos camino hasta el mar.
- ¿Qué haces?
- Ya verás. - la bajo. - Recuerdas que te prometí una locura. - asintió.
- ¡¡Te amo Cam!! - grito a los cuatro vientos.
- ¡¡Te amo Green!! - grito de igual manera sorprendiendo al primate al decir por fin su nombre en voz alta.
- Mi princesa.
- Mi colors.
La beso, confirmando su amor que inició todo como un simple juego de atracción y negación.
***
Aquí termina la historia del queridísimo colors y su alocada princesa.
Si quieren saber más de estas dos parejas y sus futuros deberán leer Music.
¡Nos vemos!
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GREEN
Random¿Qué tienen en común un macho especie y una humana? Sería el sufrimiento que vivió cada uno a su manera. Además de un impulso que los saco del hoyo más profundo: la belleza de la vida y sus colores; y el baile. El amor era un juego, pero la atracció...
