10

1.5K 134 4
                                    

Un día cualquiera, ni tanto era día de karaoke todo tanto humanos como especies se reunían para divertirse cantando las canciones de moda, bailar o solo escuchar y eso lo sabía muy bien Cam.

Desde que llegó a Homeland estaba siempre presente en el karaoke un tanto por sus canciones y otro por sus magníficas bebidas, le hacian recordar un tanto a Miami cuando se iba de fiesta con las chicas que comenzaban desde la tarde hasta altas horas de la noche.

Y eso haría hoy, daría rienda suelta a su libertad se divertiría como si estuviera ahí.

Se puso un crop top blanco sin manga del lado izquierdo, un short negro que se sujetaba a la cintura para darle apariencia de una falda y unas zapatillas blancas. Dejo su cabello suelto, y se maquillo suave en tonos tierra.

Ya lista se dirigió a la habitación de su amiga.

- ¿Ya estás?

- Cuando Hope te vea comenzará a babear.- ella tenía puesto un corto pero pegado vestido color caramelo, unas zapatillas blancas. Amarro su cabello en una cola alta, se delineó los ojos, se colocó rimel y labial.

- Vámonos.

- Nos vamos. - entrelazadas de los brazos salieron rumbo al bar.

.....

Cómo predijo sucedió, Hope las esperaba afueras del bar al sentir el aroma de su esposa acercándose la busco con la mirada, al encontrarla fue hasta ella la abrazo y le dió un beso jocozo.

Cam, carraspeó fuertemente al ver que no le hacían caso los dejo solos.

Adentro todo estaba lleno, unos bailaban, otros conversaban. Se sentó juntos a Trey y Breeze, que estaban más unidos que nunca. A la media hora entraron Emily y Hope.

Se detuvo la música haciendo que todo el público presente se alborote, el karaoke daba inicio.

Había pasado más de una hora donde canto, hizo coro y tuvo un duelo contra Emily dando todo de sí. Ya cansada se fue a la barra a pedir agua, pero un impulso la hizo pedir un Bloody Mary, al tomar el primer sorbo le hizo recordar como se divertía en Miami.
Después de terminar se fue a sentarse junto a ellos sin antes llevarse otro Bloody Mary, y así terminó el karaoke. Y comenzó a sonar la música para que todo el mundo bailará, ella se separó de ellos y se fue a la barra donde se movia en su sitio y se tomaba una y otra Mimosa.

Ella disfrutaba tranquila, sin percatarse que alguien la miraba detenidamente.

- ¡Mierda hace calor! - se abanico con las manos. El rostro le quemaba un poco, y se sintió un poco mareada el alcohol está haciendo efecto " ¡aire, necesita aire!" .  Agradeció por las bebidas y camino suavemente, con cada paso sintió como el piso se movía.
Después de varios meses sin alcohol, ahora se tomaba cinco en una sola noche.

Al salir sintió como el viento le refresco el rostro, cerro los ojos disfrutando un poco más. Bajo la primera grada sin problema, al bajar la segunda se resbaló, espero sentir un fuerte golpe en el atrasero, en cambio sintió unas fuertes manos que la sujetaron de la cintura la alzo sin problema alguno y luego la bajo.

- Ya puedes abrir .... - al escuchar su voz supo quién era.

- Púrpura - hablo sonriente.

- Amiga - contraatacó con esa palabra, sabía que la molestaba.

- Gracias por tu ayuda fucsia. - contraatacó. - ya estoy bien, te puedes ir. - le sonrió pronunciando la última palabra.

- No lo creo, estás ebria.

- No, estoy normal mira - se paró en un solo pie tratando de mantenerse en esa posición.

- No puedes, vamos te acompaño a casa. Pero adentro están...

- Ya les avise que te llevaría. Vamos. - comenzó a caminar al darse la vuelta la vio parada en su mismo lugar.

- ¿Qué pasa? ¿Estás bien? - pregunto preocupado.

- No quiero caminar - hizo un puchero.

- No te pongas así, vamos.

- ¡¡No!! Mejor llévame en tu espalda.

- ¿En mi espalda?

- Siiii, date vuelta y agáchate. Apúrate rojo no tengo toda la noche. - riéndose se vio vuelta y se agachó.

Ella subió encima de él, abrazo su cuello para sostenerse y con sus piernas se sujeto de sus caderas. - Agarrate fuerte.

- Si. ¡¡Arre caballito!!

Le iba a responder, pero le dejo pasar por lo que ebria que estaba.

Camino en silencio, hasta que ella lo rompió -Eres muy cálido

- Si, amiga. Tu también lo eres.

- ¡No lo digas!

- ¿Qué cosa?

- Esa palabra - gruño.

- ¿Cuál?

- Amiga. - gruño al pronunciarla.

- Pero lo eres, eres mi amiga. Tú querías que fuéramos amigos.

- Ya lo sé, pero...

- Pero... ¿Qué?

- Yooo... Quiero ser tu amiga, pero no solo eso...

- No te entiendo explícate

- Ahhh, tú me... atraes - hablo con voz muy baja.
Era cierto cuando estás borracho, un botón en ti se prende haciendo que todo lo que sientes lo digas, sea bueno o malo.

Al escucharla dejo de caminar - ¿Qué dijiste?

- Siento atracción por ti. - el corazón le latía rápido.

- No, te creo.

- Suéltame. - pidió, se bajo de su espalda y se paró frente a él.

- Tú me atraes - pronunció lentamente acortando la distancia cerro sus ojos y lo beso.

GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora