Presente
—¿Te sabes bien todas las reglas? —preguntó Kía mientras caminábamos hacía la zona de preparación.
—Gana quién logre mantener a su oponente en el suelo durante un minuto, no se deben utilizar ningún tipo de arma y sólo tengo permitido utilizar un virtum durante todo el combate ¿cierto? —digo con seguridad a la líder del escuadrón.
—Cierto, pero hoy habrá una pequeña excepción —comentó con tono de emoción mientras llegábamos y pasábamos nuestras identificaciones por la puerta de una gran sala.
—¿Qué tipo de excepción? —cuestioné curiosa.
—Pues ya que se trata de un combate de exhibición, nos dejarán utilizar más de un virtum —informó con una sonrisa maliciosa.
Los virtum eran las cualidades que podíamos y que la mayoría lograba adquirir después de recibir el elixiyr; se trataban de alguna especie de don o habilidad que éste nos proporcionaba o que ayudaba a desarrollar. La mayoría de los agentes contaban con al menos un virtum, pero existía una gran parte que poseían más de uno.
Yo conocía muy bien los virtum de Kía, pues en el pasado tuve que enfrentarme a ellos en varias ocasiones.
—¿Y eso no te asusta? —vacilé imitando su sonrisa maliciosa.
—Para nada —contestó Kía con un resoplido.
—Entonces creo que esto será divertido —confesé mientras cada una ingresaba a uno de los cubículos a las orillas del salón.
El cubículo apenas medía unos dos metros cuadrados que estaban cubiertos por espejos que abarcaban cada una de las paredes, a excepción del suelo que era de un opaco color negro.
Coloqué el traje que me habían prestado para el combate en el suelo, y en seguida comencé a desvestirme. Me limité a ver hacía el suelo, pues a donde quiera que dirigiese mi mirada podía observar mi cuerpo desnudo.
La parte de atrás del traje se atoró, y al estirar la mano para acomodarlo, mi mirada se desvió algunos centímetros, en los cuales pude observar aquellas líneas rojas, manchas y bordes rosados que tanto detestaba y me esforzaba por ocultar.
Cerré los ojos y rápidamente aparté la mirada, apretando mis puños fuertemente, pues ver aquello, era como si nuevamente pudiera revivir a fuego vivo la causa de aquellas cicatrices.
Rápidamente me coloqué el traje de un intenso azul oscuro. Me miré en una de las paredes de espejo por unos segundos, intentando ajustar el cuello del traje hasta mi barbilla para ocultar las gruesas ramas de tinta negra que empezaban en mi espalda baja y terminaban en el lado izquierdo de mi cuello, que formaban parte de los tatuajes que poseía; un intento fallido por ocultar mis cicatrices y que solo empeoraban cada marca grabada en mi piel. Finalmente, acomodé los blanquecinos mechones de cabello alrededor para ayudar a ocultarlo aún más.
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Aithaus: El mundo oculto en el espacio
Science FictionElla entera es fuego; ella entera es veneno; ella entera es destrucción. Pero los peligros que se avecinan le ofrecen la oportunidad de redimirse por los crímenes que antes cometió. ✵✵✵ Darcy es una joven humana que después de traumáticos sucesos, s...