Tras Daryl, aparecen la mayor parte de los habitantes de Hilltop. Asumo, con toda la pena del mundo, que los que no están aquí es porque no han sobrevivido.
A lo lejos, veo a Yumiko acopañanda de... ¿Magna? No puede ser. Magna quedó atrapada en la cueva junto con Connie. Y si ella está bien, ¿dónde está Connie? Me abro paso entre las personas hasta llegar a ella.
Me mira con lágrimas en los ojos, débil y temblorosa. Su pelo ya no tiene las ondas que lo caracterizaban, ahora está completamente liso debido a la suciedad acumulada. También está deshidratada, con los labios llenos de costras, consecuencia de no haber bebido en un día y medio.
—Magna... —susurro.
Ella rompe en llanto y me abraza. Yo la rodeo también con mis brazos, ofreciéndole el máximo consuelo posible. Ella y yo no hemos tenido una relación cercana, más que nada porque vivimos en sitios diferentes, pero siempre que he coincidido con ella hemos tenido una muy buena relación.
No quiero atosigarla con preguntas, ya que probablemente ahora tendrá un estado mental demasiado frágil. ¿Quién podría haberse mantenido cuerdo en su situación, rodeada de muertos y sin poder comer ni beber?
—Pasa dentro, pide que te den agua y comida —le acaricio suavemente las mejillas y le dejo marchar.
Yumiko y yo vemos como se aleja, con andares irregulares.
—¿Qué le ha pasado? —le pregunto a ella.
—Cuando el techo se les empezó a venir encima, tuvieron que camuflarse en la horda —hace una pausa. Está claro que le afecta mucho lo que le pase a su pareja—. Connie y ella iban cogidas de la mano, pero unos cuantos caminantes pasaron entre ellas y tuvieron que separarse. Connie se perdió. No la hemos encontrado.
—Mierda —lamento. Quien sabe si estará viva o muerta. Kelly tiene que estar pasándolo fatal—. Vamos dentro —digo—, haremos un recuento.
Una vez que estamos todos dentro, Daryl me ayuda a contar a la gente. Los niños están todos, ya a salvo con sus padres. Jerry y su mujer están, también Ezekiel, Yumiko, Magna, Kelly, Carol, Eugene, Rosita, Aaron, Alden y algunos más.
—¿Y Lydia? —cuestiona Daryl con el ceño fruncido.
—No lo sé, la perdimos de vista —habla Ezekiel.
Daryl y yo nos miramos al mismo tiempo, seguramente leyéndonos el pensamiento. Hay que buscarla. Si sigue viva y su madre la encuentra, no dudará en matarla.
Le hago una señal con la cabeza, indicándole que salgamos a hablar fuera. Él asiente y sale después de mí.
—Tenemos que ir a buscarla —suspiro pesadamente.
—Iré yo —se ofrece—. Te necesitan aquí, hay heridos.
—No vas a ir tú solo —niego con la cabeza—. Rosita puede hacerse cargo. Además, sabes que podríamos encontrarnos con Negan.
—Mira que eres cabezota —me coge del brazo y me arrastra hacia su cuerpo—. Y eso me pone mucho.
—Para, idiota —suelto una carcajada y le doy un toquecito en el hombro—. Venga, vamos a avisar a los demás y vámonos.
Por mucho que me guste la idea de tener sexo en el bosque, ahora mismo, por desgracia, no es el momento. Ni creo que lo sea en algún tiempo.
—¿Estáis locos? —nos interrumpe Rosita—. La horda de Alfa sigue por ahí, la propia Alfa sigue por ahí, ¿y queréis iros?
—¡La vida de Lydia corre peligro! —exclama Daryl.
Jamás dejará que nadie le detenga, tiene un vínculo demasiado fuerte con esa niña
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Silence the Whispers | Daryl Dixon
FanfictionTras la muerte de Rick, Bella rehace su vida como puede en el nuevo mundo en el que le ha tocado vivir. Lo que no espera son los duros golpes que el destino le tiene preparados. ¿Será capaz de sobrevivir a ellos? -Estoy rota. -digo ahogada en lágrim...