Blood

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Nos quedamos ahí parados, tratando de asimilar que Connie y Magna podrían estar muertas.

—¿Alguien me puede explicar por qué ha habido una explosión? —me da la sensación de que Carol tiene algo que ver, ya que no para de llorar.

Se miran entre ellos, consternados, rotos, pero nadie me responde. Hasta que la propia Carol lo hace.

—Yo solo quería deshacerme de la horda. —se le rompe la voz. —Ha sido mi culpa. Todo. —se acerca a Daryl y le coge de la camiseta. —Por favor, perdóname.

Él se aparta de un movimiento brusco, con sus facciones sumidas en rabia. Jamás le había visto actuar así con Carol, con su mejor amiga.

—Vámonos de aquí. —resopla Aaron. —Los caminantes y los Susurradores habrán oído la explosión y no tardarán en venir.

Todos asentimos y emprendemos el rumbo hacia Hilltop. Kelly no deja de llorar en ningún momento, ya que es su hermana la que ha sufrido un fatídico accidente. Carol, sin embargo, mantiene la mirada perdida en el suelo.

Me parece tan egoísta que haya puesto la vida de todos en peligro... Aaron me ha contado que fue culpa de ella que en un principio cayeran en la cueva, ya que salió corriendo disparada al ver a Alfa, y esta los dirigió allí.

Entiendo que quiera venganza por la muerte de su hijo, yo también lo hago. Esa despreciable mujer mató a Tara, a Zach y a muchos más, y, en consecuencia, perdí a mi hijo. No por eso arriesgo la vida de los que me rodean. Sé que en algún momento cobraré la venganza que merezco, ya sea a manos de Negan o por mi propia cuenta. Solo tengo que esperar al momento adecuado.

Al darme la vuelta, veo que Daryl no está. El corazón se me empieza a acelerar y siento como los músculos se me tensan.

—Aaron. —la voz me tiembla. —Voy a buscar a Daryl, le he perdido de vista.

—No, Bella. —niega. —Ya es suficiente mayor como para cuidarse él solo.

—No lo entiendes, estamos juntos. —él abre los ojos como platos. —Necesito saber que está bien.

—No puedo dejarte sola. —parpadea muy rápido, todavía sin asimilar la información.

—Volved a Hilltop, yo estaré bien. Si no volvemos en un día, salid a buscarnos.

No le queda más remedio que hacerme caso, porque sabe que no voy a aceptar un no por respuesta. Nunca lo hago.

Los demás están tan absortos en sus propios pensamientos que ni se dan cuenta de que me voy. Retrocedo sobre mis pasos hasta que veo un camino de pisadas que se bifurca. Deben ser las de Daryl, ya que no parecen torpes ni arrastradas.

De repente, la tierra empieza a estar más húmeda. Levanto mi vista y me encuentro con un pequeño riachuelo en el que se está llevando a cabo un macabro espectáculo.

Daryl lucha con un gran grupo de Susurradores, en el que se encuentran Negan, Alfa y mi hermana. Las piernas me fallan por un milisegundo, pero me obligo a retomar la compostura. Si no ayudo a Daryl, estará perdido.

Salgo corriendo como una exhalación con mi cuchillo en mano y rajo la garganta del que iba a atacar a Daryl. Él me mira en desaprobación y sé que me quiere gritar ahora mismo, pero obviamente sigue con su labor de matar a estos cabrones.

Otro viene a por mí, dirigiendo su ataque directamente a mi cara. Lo esquivo fácilmente y le doy una patada en la rótula, lo que le hace caer. Rosita estaría orgullosa de mí. Cojo una piedra de considerable tamaño y le aplasto la cabeza con ella. Uno menos.

Silence the Whispers | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora