La novia de mi hermano

CAPITULO 4

—¿Por qué hiciste eso?— le cuestioné molesto a seiya cuando ambos regresamos a casa.

—Pues por qué alguien tenía que ganar ¡Desde luego que el perdedor no iba a ser yo! Además velo por el lado positivo Darien, esa chica va más conmigo que contigo. No creo que le guste estar encerrada en la biblioteca a tu lado, sin embargo, lo que yo le ofrezco es sólo diversión y buenos momentos.

—Presisamente eso es lo que serena es para ti, solo diversión— comencé a elevar mi tono de voz, y es que mientras yo realmente quería a esa chica, mi hermano solo la utilizaría, jugaría con sus sentimientos y un día sin explicación alguna la terminaría para darle paso a una nueva conquista. Siempre hacia lo mismo.

—Pues no lo sé Darien, tal vez termine enamorandome de ella, después de todo tenemos mucho en común— en cada palabra que salía de la boca de Seiya había una gran carga de ironía y burla. Lo peor fue cuando él me hizo una afirmación que terminó con todas mis esperanzas, y que al mismo tiempo me rompió el corazón —no te quiero cerca de Serena. Se sentía utilizada por ti, y para consolarla le pedí que fuera mi novia y ella aceptó. Así que aléjate y olvídate de ella.

—Eres un desgraciado— le dije mientras soltaba un puñetazo que impactó directo contra su mandibula —tu solo te burlarás de ella ¡Eres un canalla!

—Golpeame todo lo que quieras, las cosas ya están hechas, Serena es mi novia y a ti no quiere ni verte.

Desde ese día las cosas en el colegio no volvieron a ser las mismas. Serena dejó de hablarme, nunca más volvió a dirigirme la palabra, ahora ni siquiera era digno de su saludo ni su despedida, y entendía por qué.

En casa, las cosas con mi hermano también cambiaron, si ya de por sí teníamos una difícil relación, ahora la convivencia era totalmente nula. Solo conversábamos para lo necesario, y nuestros padres, por su parte se mantenían al margen de todo lo ocurrido, creían que todo nuestro pleito era cuestión de las hormonas y la inmadura edad.

Pasaron algunos días y de pronto recibí una excelente oferta que me alejaría de toda la tensión del momento. Mi profesor de ciencias había recibido una beca de una universidad en Inglaterra, estaba dirigida a algún alumno de excelencia que quisiera especializarse en medicina. Los que más destacábamos en notas éramos mi hermano y yo, pero dados los intereses de Seiya, el único candidato posible para estudiar en aquel país era yo.

Sin mucho que pensar acepté, hablé con mis padres quienes me apoyaron con gran entusiasmo y tan solo unos días después tomé el vuelo que me llevaría a mi nuevo destino dejando atrás el mal recuerdo de mi primer amor, aunque dicen que el primer amor nunca se olvida, y a veces el destino se encapricha y forma caminos que no somos capaces de comprender hasta el momento en que caminamos por ellos, aunque eso lo descubriría mucho tiempo después.

Ahora lo principal era iniciar una nueva vida. Al llegar fui más que bien recibido. Para mi estadía en la universidad me fue asignada una habitación en un pequeño complejo que se encontraba en el interior de la misma escuela y en el que se encontraban hospedados todos los alumnos que como yo, venían del extranjero. Al llegar fui más que bien recibido por mi tutora, una joven de mi misma edad con un aspecto sofisticado que era la encargada del orden, la limpieza y la organización del corredor en el que se encontraba mi habitación.

—Bienvenido Darien, es un gusto conocerte. Mi nombre es Michiru— ella extendió su mano en señal de cordialidad, gesto al que por supuesto correspondi con la misma acción.
—Te mostraré tu dormitorio— y de inmediato la seguí para poder organizar mis cosas y prepararme para conocer a las personas que estarían conviviendo conmigo a partir de hoy.

Todos los maestros y compañeros que tenía eran cordiales, amables y solidarios, gracias a eso, por primera vez en mi vida me sentía cómodo en un lugar, encajaba perfectamente, todos aquí eran estudiantes, enfocados a la ciencia, a la medicina y a la investigación, así que todos compartían gustos y aficiones con migo. En verdad me agradaba este lugar, y lo mejor era que nadie conocía mi pasado, nadie me etiquetaba como el joven tímido y aburrido que siempre había sido aunque me propuse cambiar ese estereotipo que por años me había etiquetado. Cuando llegué a Inglaterra traté de hacer amistades y lo logré, tenia comunicación con todos y todas mis compañeros, mi círculo de amistades era muy amplio. Aunque no dejaba de pensar en mi familia y sobretodo, en Serena. Semana con semana enviaba una carta para saber los pormenores de mis seres más queridos y las noticias siempre eran las mismas, mis padres bien de salud, Seiya iniciando sus estudios de músico profesional, y para mí sorpresa, su relación con serena aun seguía vigente.

—Hola Darien ¡Qué sorpresa verte por aquí!— la voz de Michiru me distrajo mientras yo salía de la oficina postal.

—Pues vengo cada semana, escribo una carta para mi familia y la envío todos los viernes— le expliqué a mi tutora.

—¡Qué bien! me alegra que sigas teniendo contacto con tu familia, eso es bueno.

—¿Y tú? ¿Qué haces por aquí?— le cuestioné intentando cambiar el tema de nuestra conversación. No había muchas cosas buenas en mi relación familiar, y aunque ella desconocía mi historia no era un tema que me gustara tocar.

—Pues pasaba por aquí y te ví, pensé que sería buena idea saludarte. voy a casa, no está tan lejos.

—Y si vives tan cerca de la escuela ¿por qué te alojas en el campus?— sinseramente no entendía el por qué de su acción.

—Pues el trayecto aproximado es de dos horas, eso me quitaría mucho tiempo, así que los únicos días que voy son los fines de semana, el resto lo paso aquí, prefiero dedicar ese tiempo a mis estudios. ¿Sabes? ¡Quiero especializarme en genética!

—Tus padres deben estar muy orgullosos de ti— le exclamé sin pensar si quiera cuáles eran sus condiciones de vida.

—Mi única familia es Haruka, mi hermano mayor. Mis padres fallecieron hace algún tiempo en un accidente automovilístico dejando nuestros futuros asegurados pero con su ausencia eterna— de pronto sus ojos comenzaron a verse cristalinos, amenazaban con soltar algunas lágrimas, así que mi primera reacción fue abrazarla en señal de apoyo, cosa que la dejó un poco extrañada pero logró tranquilizarla. —Darien ¿Por qué no vienes conmigo? será mucho más divertido que quedarte estos días en el campus. A mi hermano le encantará conocerte, es muy amable ¡Ya lo verás!

Sinseramente quería distraerme un poco, así que sin pensarlo acepté. Durante todo el trayecto fuimos conversando, era una chica muy agradable, y si la observaba detalladamente en cuanto a físico, era muy atractiva. Ese detalle de confianza que tuvo al compartir conmigo lo de sus padres me hizo contarle mi historia, y sin darme cuenta, con ello, liberé el gran peso que durante mucho tiempo había llevado. El desahogarme me hizo mucho bien.

—¡Michiru! ¡Qué bueno que has llegado!— un joven de cabello rubio se asomo para recibirla con los brazos abiertos y con una inmensa alegría.

—¡No he venido sola! Invite a un amigo mío, el es Darien.

—¡Mucho gusto Darien! Bienvenido, siéntete como en casa— el chico en verdad era cordial —Michiru me ha hablado mucho de ti— eso sí que me dejó impactado, pero lo que estaba por decir me dejó más que sorprendido.
—¿Así que él es el chico que te gusta Michiru?

En ese momento muchas cosas pasaron por mi mente, pero el pensamiento que más la ocupaba era que tal vez era la oportunidad de olvidar a Serena.