Capitulo 18

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Con la llegada de Haruka, Michiru planebaba tener en él un aliado que la apoyara en todas sus acciones, así que lo primero que hizo fue utilizar su condición de hermana menor para intentar convencerlo de estar de parte suya.

—¡Haruka! ¿Puedo saber por qué me hablas así?— Michiru se encontraba un poco sorprendida ante la forma en que su propio hermano se había dirigido a ella.

—No te hagas la inocente, Darien ya me contó todo— hablaba Haruka con un poco de tristeza —¡Me has decepcionado Michiru!— las palabras del joven fueron tajantes.

—¡No sé de qué me estás hablando!— Michiru intentaba demostrar que realmente no sabía a qué se refería el joven.

—¡No finjas mas! ¡Sé perfectamente que traicionaste a Darien con su propio hermano!

—¡Eso no es verdad! ¡Yo no hice nada! Él fue quien me buscó y quién se acercó a mí— Michiru trataba de excusarse por su acción.

—Pues aún cuando el tipejo ese te hubiera obligado, tu deber era respetar a Darien y contarle todo, pero elegiste el camino equivocado.

—Pues Darien no puede exigir algo que no da. El también me traicionó.

—Por supuesto que no, él jamás te haría algo así.

—¿Vas a defenderlo? Eres mi hermano, deberías estar de mi lado— ella nunca habría esperado que Haruka tuviera esa reacción.

—No es que esté de parte de él, solo estoy a favor de la justicia. No hiciste lo correcto, ni ese tal Seiya tampoco, mucho menos con lo que le hicieron a la pobre de Serena.

—¡Ah vaya! Ya salió esa mujer en nuestra conversación. Pues voy a decirte una cosa, ella se merece lo que le hizo Seiya, eso le pasa por comportarse como una cualquiera.

—¡Cállate Michiru!— con esas palabras Haruka había terminado con la poca paciencia que le quedaba —¿Cómo puedes hablar así de una mujer? No sabes por qué lo hizo.

—¿Por qué más habría de hacerlo? Pues por qué es una cualquiera— ella no paraba de referirse a Serena con insultos.

—La mujer que se mete con el hermano de su novio y se embaraza sin saber quién es el padre es más cualquiera— Haruka le dió su última frase para realizar una llamada telefónica y nuevamente regresar a hacerme compañía para traerme una excelente noticia —Darien, he hablado con Lita, está dispuesta a recibir a Serena mañana mismo si tú lo deseas.

—Desde luego que si, en cuanto amanezca hablaré con Serena, solo espero que acepte la ayuda, varias veces lo he intentado pero ella se niega.

—No lo creo amigo, al parecer ella llegó a su límite de resistencia, con lo sucedido será más fácil que acepte, ya lo verás — Haruka tenía demasiado optimismo.

Todo me tenía muy pensativo, en cierta forma tenía miedo de que Seiya o Michiru entraran a la habitación de Serena e intentarán hacerle algo, así que decidí quedarme junto a ella. Sin ningún tipo de comodidad, tome una silla y me coloqué junto a su mesita de noche para recostarme sobre ella recargado en mis brazos y velar por su bienestar. Ya no dejaría que nadie le hiciera daño nunca más.

—¡Darien! ¿Que haces aquí?— al escuchar su voz de inmediato reaccioné. No tenía mucho de haberme quedado dormido, de hecho, mi último recuerdo había sido cerca de las cinco de la madrugada, supongo que después de esa hora el sueño me venció.

—¡Hola Serena! ¡Buen día!— le respondí con una sonrisa —te pido una disculpa por pasar la noche en tu habitación, solo deseaba cuidarte, después de lo de ayer no quise dejarte sola.

La novia de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora