Capítulo 29 (final)

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Narra Serena

Tan pronto cómo él cayó sobre mí cubriendo mi cuerpo y protegiéndose de ese disparo lo único que hice fue sujetarlo fuertemente —¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?— fue lo que dije mientras lo sostenía en mis brazos y recargado en mis piernas gravemente herido —Estarás bien, ya lo verás— le dije mientras esperaba que la ayuda llegara pronto. El no merecía este final... Zafiro solo era un hombre perdidamente enamorado de la persona incorrecta.

—¡La ayuda está en camino!— Darien se acercó para informarnos que una ambulancia pronto llegaría para darle la atención presisa a Zafiro, mientras tanto, él le aplicaría los primeros auxilios que quizá podrían hacer la diferencia entre la vida y la muerte —No soy experto en esto, pero haré lo que pueda. La herida se ha producido en el abdomen, justo en donde están la mayor parte de los órganos vitales por lo que es más difícil de tratar, ya que se requiere material específico. Debemos estar atentos a la herida por si saliera aire de la misma, porque esto significaría que el pulmón está perforado y está saliendo el aire. Lo importante en este caso es sellar la herida para que el aire quede dentro— ante su declaración, Darien se dispuso a desgarrar algunas partes de su camisa para formar una especie de paños y con ellos comenzó a aplicar presión en los laterales de la herida para así cerrarla mientras los paramédicos arribaban.

—¡Noooo! ¿Que he hecho?— después de algunos minutos en shock, Michiru logró reaccionar ante lo que acababa de hacer —¡Perdóname! Yo no quería esto, solo deseaba una vida de ensueño y libertad, por favor, necesito ayuda, mi mente no está bien, por favor Haruka, ayúdame— las súplicas de Michiru parecían tan sinseras, tanto que su hermano la abrazó fuertemente. Haruka la amaba, de eso no había duda, pero era presisamente por el sentimiento que le tenía que no la pudo excluir de su responsabilidad civil —Michiru, tu condena será larga, has cometido un delito muy grave— en medio de todo el dolor de alejarse de ella, Haruka sabía que ponerla en manos de las autoridades era lo mejor para ella.

Después de algunos momentos, la ambulancia con el personal capacitado por fin llegó, tan rápido como pudieron colocaron a zafiro en una camilla para ser trasladado al hospital —Hizo un gran trabajo doctor Chiba, este hombre sigue vivo de milagro y todo fue gracias a su oportuna atención— lo felicitaba un miembro del equipo médico que atendía a Zafiro.

—Da... Da... Dari.. en...— con gran esfuerzo, Zafiro deseaba dirigirle unas palabras.

—¡No hables! ¡Estás muy débil!— Darien trataba de evitar un sobre esfuerzo de parte del hombre herido.

—¡Cuí..  dala...! ¡Por... Fa... vor...! ¡Mi... Hija...!— fue lo último que dijo antes de perder el conocimiento y ser llevado a emergencias.

—Darien, lo siento, tú y Serena deben perdonarme, sé que no lo merezco pero necesito su perdón. Siempre supe que se amaban, es hora de que estén juntos. No me interpondré más en su camino, solo quiero pedirles lo mismo que Zafiro. Cuiden de ella como si fuera su propia hija, y por favor, nunca le hagan saber la clase de personas que tuvo por padres. Prometo que no la buscaré, estaré lejos durante mucho tiempo, háganla feliz— esa mujer me sorprendió bastante, realmente parecía arrepentida.

Después de haber pasado por la conmoción, el juez llamó nuestra atención con un ligero golpe de su martillo en el estrado para determinar el destino de Michiru.

—Señor Seiya Kou, le reitero que su condena será de cinco años en prisión por los delitos en contra de la señorita Serena Tsukino, en cuanto a la señora Michiru, por los delitos de chantaje, falsificación de documentos e intento de homicidio, su pena será de seis años recluida en un centro psiquiátrico para la recuperación de su salud mental. Acto seguido, algunos oficiales ingresaron a la sala para llevarse prisioneros tanto a Seiya como a Michiru mientras en toda la sala, algunos paramédicos seguían atendiendo las crisis nerviosas que aún se mantenían en algunos presentes a causa de lo sucedido.

La novia de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora