Narra Serena
—Serena ¿Vas a defenderlo? ¡No lo puedo creer!— Haruka estaba más que sorprendido ante la declaración que yo había dado.
—Haruka, por favor, yo la escuché hablar con alguien sobre su hija y la ví caminar por su propia cuenta, ella no tiene absolutamente nada— fue mi expresión.
—¿Cómo puedes decir eso? ¿Que clase de juego es este? Te apoyé como amigo ¿y tú me pagas de está manera? En verdad que no te comprendo. Seiya te ha hecho tanto mal y aún así tú deseas ayudarlo con tus absurdas mentiras ¿Por qué Serena? ¿Por qué?
—Porque no tiene absolutamente nada. Está convaleciente por el nacimiento de su hija, solo eso, pero no tiene ninguna parálisis, además yo la escuché decirle a un hombre que la niña les estorbaría, que debían deshacerse de ella.
—Entonces... Esa pequeña... ¿No es hija mía?— cuestionaba Darien tan confundido cómo todos los presentes.
—Al parecer no Darien. Lo que Seiya dice es cierto, yo la escuché, créanme por favor— respondí con desesperación pues no confiaban en mis palabras.
—¿No vas a creerle o si Darien? Es claro que está mintiendo para ayudar a Seiya, al parecer sus lágrimas la han cautivado y por eso arma todo esté espectáculo— Haruka seguía incrédulo, y en cierta forma lo entendía. Michiru era su hermana, y aunque no estuviera de acuerdo en muchas cosas que ella hacía, la amaba a fin de cuentas.
—Haruka, mírame— le hablé mientras le mostraba mis muñecas con la clara muestra de las marcas de las manos de Michiru sobre ellas —esto me lo hizo ella. Cuando le advertí de contarles lo sucedido ella se fue en contra mia y me amenazó. Sé que es difícil enterarte de esto, pero es la verdad— terminé de hablar, pero esa arpía tenía un as bajo la manga.
—¿Cómo puedes decir algo así Serena? Si lo que quieres es quedarte con Darien solo dilo. No tengo ningún problema en que él y tú estén juntos, después de todo yo ya no sirvo para nada, ni como madre ni como mujer, era de esperarse que Darien pronto me abandonaría— Michiru actuaba con tanta tristeza y melancolía que podía hacer a cualquiera caer en su sucio juego —supuse que en algún momento de este evento necesitaría pruebas de que mi malestar es real, sobre todo para hacer que Seiya pague por lo que me hizo así que traje un testigo con migo— en ese momento la puerta del recinto se abrió para dar paso al médico que había determinado su diagnóstico.
—Buen día a todos. Mi nombre es Zafiro y soy radiólogo. Soy yo quien atendió a Michiru y le realizó los análisis requeridos. Aquí los tienen, juzguen ustedes mismos la gravedad de su situación— el joven médico entregó un sobre blanco de tamaño carta en las manos del juez.
—Lo ve su señoría, no estoy mintiéndole en absolutamente nada, mi condición es más que real— habló Michiru muy segura de si misma para posteriormente exigir el castigo para Seiya por sus supuestas lesiones —deseo que se aplique la ley hacia Seiya Kou por lo que me hizo. Esto no puede quedar impune. Sus acciones deben ser castigadas.
—Licenciado Haruka ¿Podría hacerme favor de acercarse hacia mi?— el juez había solicitado la presencia del abogado —es necesario que revise está documentación— el hombre que lidereaba la audiencia entregó el sobre con los exámenes de Michiru en las manos de Haruka para que este los revisara por su propia cuenta.
—¿De que se trata esto? ¿Que mala broma es está?— preguntó Haruka dirigiéndose al doctor Zafiro.
—No es ninguna broma señores, esos son los análisis reales de la doctora Michiru. Efectivamente, ella no presenta ningún tipo de lesión en la comuna que le impida caminar. Lo único que tiene son algunas contusiones leves que no le generaron nada más que algunos moretones— ante las palabras de Zafiro, todos quedaron más que impresionados, pero en especial Haruka.
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La novia de mi hermano
Fanfiction¿Triunfará la lealtad entre hermanos o el amor verdadero? Acompáñenme a averiguarlo...