Capitulo 14

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—¡Que ridículos se ven! Están ahí, revolcándose en el suelo como niños pequeños y por un insignificante motivo— al ver llegar a Michiru, mi primer pensamiento fue que ella se molestaría aun más de lo que ya lo había hecho la noche anterior, pues el motivo de todo este enredo seguía siendo Serena. Para mí fortuna, ella estaba actuado muy tranquila, parecía que al fin había dejado a un lado sus celos. —Darien ¿No tienes que irte ya?— se dirigió hacia mí para finalizar su hablar. Sin duda, nunca entendería a las mujeres.

—Creo que no iré, no quiero que este tonto decida desquitarse con las personas menos indicadas— le respondí intentando así protegerlas a ella y a Serena, pues si la intención de Seiya era hacerme daño a mi, lo más probable es que ahora también quisiera acercarse a Michiru.

—¡No digas tonterías! Levántate y vete, es tu segundo día de trabajo, no puedes faltar. Por mi no te preocupes, ¡sé defenderme sola!

Después de mucha insistencia, finalmente seguí su consejo, no estaba muy de acuerdo con tener que salir de casa pero en cierta forma Michiru tenía razón, debía cumplir con mis obligaciones laborales, así que tome mi chaqueta y me dispuse a salir no sin antes dejar una advertencia sobre mi hermano —¡No te acerques a ellas! ¡Te lo advierto!— tras esas palabras crucé la puerta e intente hacer mi recorrido con tranquilidad, aunque una extraña sensación me acompañó durante el resto del día. Es como si estuviera presintiendo lo que estaba por avecinarse.

—¿Que rayos fue eso?— en cuanto salí, Michiru comenzó a entablar una conversación con Seiya —¡Levántate!— le dijo mientras le extendía la mano para ayudarlo a incorporarse —¿Siempre van a estar comportándose así?

—Si Darien no hubiera regresado nada de esto estaría sucediendo ahí estaba Seiya hechándome la culpa de todo.

—Pues para serte sincera, yo no estoy muy feliz de estar aquí. Se suponía que sería un viaje de pocos días, pero desde que tu fastidiosa novia y Darien se reencontraron, él decidió que debíamos quedarnos.

—Pues hasta donde yo sé, tú no la pasas nada mal. Darien se encarga de que estés de lo más cómoda y atendida, es más, hasta escuché que te consiguió un puesto muy importante en la clínica.

—Asi es, tienes frente a ti a la nueva jefa de genética y esposa del jefe de ginecología.

—¡No me hagas reír! ¿Tú? ¿La esposa de Darien? ¡Eres muy graciosa!

—Pues vivimos juntos hace algún tiempo, lo único que nos hace falta es la documentación que lo acredite, pero sé perfectamente que Darien no aceptaría firmarla, por lo menos no ahora que Serena volvió a aparecer en su vida. Pero, en fin, si te parezco tan graciosa entonces me voy, pensé que te interesaría lo que tengo qué decirte.

—¡Espera!— Seiya había caído en el juego de Michiru. Sujetándola del brazo la detuvo para poder continuar con su charla —¡Habla! ¿Que tienes que decirme?

—Pues es muy sencillo, tú quieres a Serena lejos de Darien, y yo quiero a Darien lejos de serena ¡Tenemos intereses en común!— Michiru estaba comenzando a hacer un pacto que nos traería muchas consecuencias a todos.

—¡Te dije que pronto me buscarías para hacer un trato!— Seiya le decía con un cierto tono de alegría en su voz.

—Debemos ayudarnos mutuamente para lograr nuestro objetivo ¿Que sugieres que hagamos?— Michiru estaba esperando ansiosa por una respuesta que le conviniera.

—¡Pues podemos hacer muchas cosas!— Seiya se acercó un poco más a mí novia para comenzar a ser un poco más sugerente —¡Te he dicho que me gustas mucho! Podríamos empezar por celebrar nuestra alianza.

—¡No seas ridículo! En primer lugar, nuestra relación debe ser solamente de negocios, y en segundo, Serena y tu mamá se encuentran en la casa. No quiero que sepan de lo nuestro.

—Muy bien, me alegra que ya estés pensando en lo nuestro— Seiya seguía insistiendo en seducir a Michiru.

—Deja de pensar en tonterías y mejor ponte a pensar en como separarlos.

—La única opción y la más sencilla es que tú te lleves a Darien de regresó  por dónde vinieron.

—¿Crees que no lo he intentado? Pero el se niega.

—¡Oblígalo!

—No creas que es tan fácil, Darien parece ingenuo, pero no lo es. Y ya te lo dije, ahora con Serena de por medio, nunca aceptaría

—Pues entonces tendremos que recurrir a otros métodos— mi hermano le hablaba guiñando simultáneamente su ojo derecho mientras comenzaba con el macabro plan.

—¿Que sugieres Seiya?— Michiru le cuestionaba curiosa.

—Solo es cuestión de que le mostremos a Darien que Serena no es la blanca palomita que él creé.

—¿Y como haremos eso?

—No te preocupes, de eso me encargaré yo. Solo es cuestión de reunir las pruebas necesarias— le decía Seiya con gran seguridad.

—Pues no veo como es que vas a hacer para que esa chiquilla santurrona haga algo indebido— ante las palabras de Michiru, Seiya no había hecho otra cosa más que reírse fuertemente.

—¿Santurrona! Ahora sí me hiciste reír. Ya te lo dije, Serena no es lo que todos creen, solo es hipócrita. Con esa carita de inocente engaña a cualquiera, pero yo que la conozco de sobra soy el único que sabe la verdad.

—¡Pues bien! Cuéntame— Michiru estaba realmente interesada en lo que  mi hermano tenía que decirle.

—!No tan rápido muñeca! ¿Cómo sé que esto no es una trampa planeada por ti y por Darien para hacerme hablar?

—Eres un completo tonto ¿Cómo puedes pensar algo así?

—¡Demuestra me que estás de mi lado hermosa!

—¿Cómo?

—Pues ya te lo dije— nuevamente Seiya se acercaba al cuello de mi novia para susurrarle esas palabras al oído.

—Ya te dije que no, hay personas en la casa que podrían vernos— le respondía Michiru.

—Por mi madre no te preocupes, ella no sale de su habitación hasta pasado el medio dia— Seiya había comenzado a sujetar a Michiru por la cintura, y desafortunadamente, ella comenzaba a corresponderle.

—¿Y Serena?

—Ella no saldrá hasta que yo no lo autorice, y créeme que por el momento no pienso hacerlo— Seiya con un solo movimiento logró colocar a Michiru de frente hacia él. Poco a poco comenzó a besarla, y ella se dejaba llevar cada vez mas por lo que su cuerpo le pedía.

Lentamente, sin separarse el uno del otro, recorrieron la escalera rumbo a la habitación de Seiya y se adentraron en ella para perderse algunas horas.

La novia de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora