Capitulo 13

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Después de todo el alboroto ocasionado por la borrachera de Seiya y la escena de celos de Michiru intenté descansar aunque no pude lograrlo, mi mente se encontraba llena de pensamientos que me impedían conciliar el sueño.

Lo primero que venía a mi mente era Serena, no sabía por qué pero no podía apartarla, seguramente era ese deseo de protegerla y mantenerla con bien mientras yo estuviera cerca, pero también estaba Michiru. En cierta forma la comprendía, entendía el motivo de sus celos, pero yo era todo un caballero y jamás le jugaría una mala pasada. Ha estado conmigo en momentos buenos y malos y no se merece un juego sucio de mi parte.

En fin, así sin dormir, pronto amaneció y tuve que levantarme para iniciar mis labores del día.

Tomé una ducha, me vestí, baje al comedor para tomar un alimento ligero e irme al hospital, pero para mí mala fortuna, Seiya y yo nos encontramos en el desayuno.

—Espero que estés mejor— le dije para tratar de romper el hielo.

—¡Miren quien llegó! El niño bueno de la familia— Seiya me hablaba con un tono un tanto despectivo, pero eso no era extraño, siempre lo había hecho.

—¿Cómo te sientes?— nuevamente traté de que notara mi preocupación por él.

—¿Cómo quieres que me sienta? ¡Me golpeaste!— al decir eso señaló su mejilla con su dedo índice. Justo en la zona del pómulo se observaba una pequeña hinchazón.

—¡Te lo merecías!— le hablé, y fue entonces cuando comenzó la discusión.

—¡Soy un cantante! Vivo de la imagen ¿Que crees que dirán mis seguidores cuando me vean así?— Seiya comenzaba a elevar la voz.

—¿Ahora te preocupa tener una marca en tu rostro? Pero cuando le haces lo mismo a Serena no piensas en lo mal que luce un golpe ¿O si?

—¡Yo jamás he golpeado a Serena!— al menos esa era una buena noticia.

—Pues basta con jalarla del brazo con tanta fuerza e intentar mantenerla en el aislamiento total— aunque no fuera con golpes él ejercía cierto control sobre ella.

—Pues todo eso es tu culpa— me aseguró con un tono un tanto burlón.

—¿De qué estás hablando?— no entendía a qué se estaba refiriendo con esas palabras.

—Yo siempre fui vanidoso y engreído, pero Serena me gustaba de verdad. Con un poco de trampa la hice mi novia, y mi intención era tratarla como a una princesa, pero cuando tú te fuiste ella no hacía más que mencionarte una y otra vez. No había situación o lugar que no le trajera tu ridículo recuerdo. Después de unos días, ella intentó dejarme, me dijo que esta relación no estaba funcionando, que a quien realmente quería era a ti, y si había aceptado estar conmigo había sido solo para desquitarse por lo de la famosa apuesta que tú y yo habíamos hecho. Eso me llenó de furia, pero pude disimularla y con el tiempo logré que me aceptara nuevamente, solo que esta vez la haría pagar por la humillación que me hizo.

—¿De qué demonios estás hablando Seiya? ¡No te reconozco!— no entendía como dentro de una persona podía haber tanta maldad.

—Estoy hablando de que esa mujer nunca me quiso, aceptó ser mi novia solo para darte celos.

—¿Celos?

—Sí, ella estaba enamorada de ti, y sospechaba que tú también sentías algo por ella, así que tuvo la brillante idea de salir conmigo esperando que tú le confesaras tus sentimientos, pero eso nuna pasó. Te fuiste y ella tuvo que guardar todas sus ridículas emociones. De hecho, creo que aún las tiene. Por haber jugado con migo de esa manera es que yo ahora no la dejo ser feliz.

—Eres un canalla, pero yo haré que se aleje de ti, te lo aseguro— ahora más que nunca deseaba sacar a Serena de ese tormento que vivía.

—¿Y como lo vas a hacer? ¡Por qué te recuerdo que tienes novia!— su comentario cargado de sarcasmo no hizo más que molestarme.

—Eso no me interesa, para mí lo principal es alejar a Serena de ti y de tus acciones.

—¿Así que no te interesa tu novia? Eso es perfecto, por qué me cambio a mi ¡me encanta!— con cada palabra que salía dela boca de Seiya no hacía más que llenarme de furia.

—No te acerques a Michiru, y en cuanto a Serena, no te preocupes, porque pronto estará lejos de ti— yo estaba bastante seguro de mi mismo y de mi poder de convencimiento.

—¡No lo creo!

—¿Para que la quieres a tu lado? ¡Tú no sientes nada por ella!

—¡Aún no lo has entendido! Todo esto lo hago para vengarme de ella por utilizar me, pero más que nada, lo hago para vengarme de ti. Tú no eres hijo de mi madre, ella te adoptó, y aún así siempre fuiste su favorito, el consentido, el responsables de la familia. Siempre me hizo a un lado, me comparaba contigo "deberías ser como Darien" siempre me decía. Poco a poco te fui odiando. Cuando Serena llegó a nuestras vidas ella también te prefería a ti, aunque era demasiado tímida para expresarlo, así que me aproveché de eso y la alejé de ti.

—Pues si tanto deseas llevar a cabo tu absurda venganza entonces hazlo, pero conmigo, déjala en paz de una buena vez. Con tu actitud lo único que estás consiguiendo es hacerle daño a ella.

—No hermanito, eso es perfectamente lo que quiero, que sufras, y sé perfectamente que mientras ella se encuentre mal tu también lo estarás y así será por el resto de los días que les queden a ambos, pues aunque quiera, ella no puede irse de mi lado.

¡Canalla!— en ese momento no pude más y me fuí contra él sujetándolo con gran fuerza del cuello de su camisa.

—Anda, golpéame si eso es lo que quieres, pero no te servirá de nada.

—¿Con que la estás chantajeando? Habla— intenté que de una vez por todas me dijera la verdad —¿Acaso es con algo íntimo? ¡Responde de una buena vez!— la ira me estaba consumiendo por completo.

—¿Momento íntimo? ¡No seas ridículo! Eso solo pasó una vez, jamás tendría nada que ver nuevamente con ella ¿Quién querría tener un encuentro íntimo con alguien que ha pasado por las manos de no sé cuántos hombres?

En ese momento me quedé completamente inmóvil, no sabía qué pensar ¿Acaso me estaba diciendo que Serena no era lo que yo pensaba?

—¡Eres un maldito!— le expresé mientras estaba a punto de propinarle una golpiza, pero ese momento que tanta satisfacción me traería se vió interrumpido por la voz de Michiru que acababa de llegar al lugar.

—¡Basta! ¡Ustedes dos! ¿Quieren calmarse por favor?

Afortunadamente ella me había impedido actuar en contra de Seiya, estaba tan enfadado que de no haber llegado Michiru no sé en qué habría terminado esta escena.

La novia de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora