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Cerca. Demasiado cerca.Había olvidado que el mayor no sabía lo que significaba "espacio personal".
Ahora, con los rizos anaranjados rozando su nariz podía oler perfectamente el aroma de su shampoo. Olía jodidamente bien.
- "Oye, ya terminamos con los ejercicios. Entendiste ¿no?" - pregunta intentando distraerse, Shoyo se separa y vuelve a tomar asiento donde estaba antes, él asiente, contento con que Tsukishima le haya prestado ayuda.
La sonrisa que el otro le mostraba le daba una idea que sí, y eso esperaba. Fueron dos horas sentados en su casa repasando una y otra vez los temas de inglés que a Hinata se le dificulta tanto. Y eso que después tenían que ir a encontrarse con Yamaguchi y el rey.
Él por supuesto, que estaba yendo obligado.
- "Claro que entendí, aunque vi que estabas muy distraído, Tsukishima-kun." - Shoyo se llevo el dedo índice a su mejilla, recargando su peso en el, y mirando hacia arriba, pensando, Tsukishima se intrigo con que cuáles serían las ideas que estaban circulando por la cabeza del otro - "¡No me digas que te conseguiste una novia!"
- "No sé qué esperaba que me dijeras la verdad." - responde decepcionado, aunque obviamente logrando que ese sentimiento no se transmitiera en su voz, niega la cabeza y comienza a guardar las cosas en su sitio.
- "¡Vamos, Tsukishima! Somos amigos, ¿no?" - Hinata se acerca y lo mira, ladeando la cabeza con una sonrisa para transmitir confianza.
Pero si fuera por Tsukishima no solo serían amigos. Aunque es probable que solo quedaran en eso, tal parece que es lo único que podía ser de Hinata, no cree que algo más que no sea el voleibol invada su cabeza.
- "No es nada, no insistas." - frunce el ceño y lo mira, queriendo que se detenga el tema. Pero el mayor, como es de costumbre, no le hace caso e insiste.
- "¿Algún interés amoroso?"- preguntó con curiosidad en los ojos el mayor.
- "Si te digo que sí ¿dejarás de molestar?" - decide jugar un poco y zanjar el tema, saciaría un poco la incertidumbre del pelinaranja y podría mandar una indirecta, ambos se miran directo a los ojos y el nerviosismo se apodera de él, solo un poco.
- "Puede ser." - Shoyo es honesto, y Tsukishima lo sabe, desvía la mirada y se para de ahí, alargando cada vez más la distancia que de nuevo Shoyo insistía en recortar.
- "Agradezco tu sinceridad. Entonces, sí, pensaba en un interés amoroso".- finalizó mientras buscaba que ropa cambiarse y así irse al baño para vestirse y quitarse el uniforme del Karasuno.
- "¿Quién?" - de nuevo, Tsukishima no entiende porque le resulta tan interesante su vida amorosa a Shoyo. Al menos él no es así con Yamaguchi ni Yachi. Mucho menos con el rey.
- "No lo sabrás, deja de molestar." - con la ropa lista se acerca a la puerta de su habitación, mirando de ahí a Hinata que tenía los brazos cruzados y un pequeño mohín al no lograr su propósito. Pero si Kei hubiera tenido su mirada en todo momento en el mayor, habría notado los sentimientos que ocurrían el el pelinaranja a través de esos ojos marrones que poseía, la desesperación e inquietud que este sentía cuando corroboró que sí tenía alguien que le interesará, y que según sus creencias probablemente no sea él.
