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Hinata miraba decaído la foto de pantalla de su celular. Eran los 5: Yachi, Kageyama, Yamaguchi, Kei y él.
¿Fue buena idea mudarse?
Aquel cuarto; que en realidad no era de gran tamaño, le parecía enorme, y para peor le habían robado.
La billetera que le regalo Natsu.
¿Estaba bien llamar a alguien? No, prometio dar lo mejor en Brasil y no podía molestar a otros.
Aunque en verdad deseaba escuchar la voz de Kei.
Bip
Bip
Bip
Nada.
Extraño.
Debio pasarle lo de avisarme Lo llamará mañana en la mañana.
Bip
Bip
Bip
Cuelga.
¡Ah! ¿Porqué no contesta? Ya había pasado medio día desde que Tsukishima no le atendía el celular, desde que se mudo de Japón no pasaba mas de tres horas en que no se mandaban mensaje.
Aunque la diferencia de horario era de 12 horas siempre se dejaban algún mensaje en el día, y mas si se tenían que ausentar.
"Tendré entrenamiento, no podré contestarte"
"Habrá visita en el museo, estaré ocupado"
"Tengo un partido, te llamo en cuanto termine"
Pero no había pasado nada de eso.
Ya era hora del partido, tendrá que entrar y dar todo de sí para llevarse la victoria, fue una suerte que lo hayan invitado.
Eso subio un poco sus ánimos.
Tsukishima idiota Suspiro antes de entrar a la cancha, solo espera que nada le haya pasado, desde que hablo con los otros todo estaba bien. De todas maneras le dejara un mensaje.
¡Bien! Ganaron.
Fue un buen partido que pudieron llevarse la victoria, hasta el capitán le felicito por sus recepciones y le invito unirse a su equipo.
Lástima, tenía otros planes.
-Ah... ¿Cuál me pongo?- divago en medio del pasillo del lugar, no iba a volver en el mismo autobús que sus compañeros, pidió permiso ya que Pedro tenía algo urgente que decirle- ¿Hace mucho frío?- miro por la ventana y comprobo su duda al ver a las personas que iban abrigada hasta de mas.
¿El negro o café? Por si las dudas empaco los dos abrigos, aunque ahora mismo por el calor del juego no sentía ninguna pizca de frío.
-Oh, tengo que avisarle a Kei.- se coloco el negro y sacó el celular del pantalón, entro a contactos, como las llamadas eran frecuentes le apareció primero.
Por favor, por favor, contesta pensó un poco decaído, en el último día Tsukishima no le había devuelto llamada ni mensajes.
Bip
Bip
-Hola, Shoyo.- escucho la cálida voz de su novio al fin, con las energías nuevamente renovadas y con una gran sonrisa contesto.
-Hola, Kei. ¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes, ¿cómo te fue en tu partido?- aún no muy convencido el mayor le siguio la corriente, en casa podría hablar mejor con él por videollamada.
-¡Ganamos!- ensancho su sonrisa, aunque la borro por lo acontecido en las últimas 24 horas.
-Hey, estás mas guapo con esa hermosa sonrisa tuya, además, te queda mejor el abrigo café.
-¿E-eh?- miro a su alrededor y pudo distinguir una cabellera rubia que venía a su dirección, hasta que con la salida de la gente lo pudo ver mejor.
Sus rulos le caían por la frente, tenía puesto un abrigo marrón que le llegaba hasta las rodillas y una camisa y pantalón del mismo color, negro, también arrastraba una maleta.
Se veía guapísimo.
Inconscientemente se mordio el labio inferior, cuando estuvo unos pasos de él solto su mochila y se tiro a los brazos del rubio que atento lo agarro y abrazo.
Un abrazo que ambos habían necesitado desde hace meses, lleno de cariño y amor.
-Te extrañé, te extrañé, te extrañé...- susurro aún escondido en el cuello del menor, aspirando el perfume que le encantaba y añoraba.
-Yo también, Shoyo.- alegó con una sonrisa al tener por fin en sus brazos el cuerpo del mayor.
Aquellas aproximadamente veinte horas sentado habían valido completamente la pena.
Mas al sentir energía que desprendía Hinata personalmente de nuevo.
Eso era todo lo que necesitaba para estar bien.
Para ambos.
-Kilómetros-
Literal, me dije, lo termino hoy porque lo termino. Y quedo bien(?
Eso es todo, gracias por sus votos que me alegran en demasía el día :') Cuidense mucho.
