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Al escuchar el crujido que producía la puerta al ser abierta el mayor sonrió, él también acababa de llegar hace menos de una hora, así que en pequeños trotes fue a recibirlo

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Al escuchar el crujido que producía la puerta al ser abierta el mayor sonrió, él también acababa de llegar hace menos de una hora, así que en pequeños trotes fue a recibirlo.

-¡Bienvenido, Kei!- trato de darle un beso pero este pasó de largo, sin decirle palabra alguna-¿Sigues molesto?

El rubio dejó su mochila de deportes en su cuarto y se metió a la ducha, mientras las gotas le caían en el rostro reflexionó, con lo grande que era el departamento y sin mucha gente habitando en el, se escuchaba perfectamente la bulla que había en los otros cuartos, como ahora.

Salió de la ducha y sin prisa alguna se cambió, al mirarse en el espejo para acomodar sus mechones rubios notó las grandes ojeras que llevaba, se suponía que ya estaban desapareciendo, pero habían vuelto, con la llegada de él.

-¡Kei! Ya está lista la cena.

Tsukishima bajo y vio la deliciosa cena que el contrario le cocino, sin embargo, sacó el ramen que había comprado y se lo sirvió, con pocas ganas comenzó a comer.

-¿Ah? ¿También vas a ignorar lo que te preparo?

Pero el otro seguía en lo suyo, ni se atrevía a mirarlo a la cara, bajo la atenta mirada de los ojos marrones dejó su tazón en el lavaplatos, al menos había comido la mitad, era un avance.

Con cansancio el rubio fue su cuarto, escuchó algunas pisadas al parecer le estaba siguiendo. Mientras Tsukishima ya echado miraba a la izquierda, Hinata también le daba la espalda mirando a la derecha.

-Kei, ¿me vas a seguir ignorando?-el sepulcral silencio fue lo que obtuvo- ¿Es porque no te hice caso? Perdóname, por favor, Kei.

-Porque ...Si me hubieras hecho caso seguirías aquí conmigo...

En el grande departamento donde solo habitaba una única persona se sentía el frío correr más que nunca, pues la luz que lo iluminaba y calentaba había desaparecido.

Tu mente, tu peor enemigo

-Fantasía-

Wenas. C:

¿Alguna duda respecto a esta historia? 

Nos vemos, Samaya.

Abecedario -TsukiHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora