Hinata desde el segundo piso pudo ver a su rubio enamorado caminando por los pasillos de abajo, alzó la mano para atraer su atención y que lo aguarde.
-¡Tsukishima! Esperame.
Lejos de detenerse, Kei siguió su camino, hasta le pareció que el menor aceleró su paso, no habían peleado, ni siquiera cuando discutían era de ignorarlo de tal forma, bajó los escalones de dos en dos y lo perdió de vista cuando este había doblado la esquina hacia la derecha.
-¡Kei!- gritó de nuevo, llegando a la esquina donde segundos antes el rubio había volteado.
-¡Hinata-san!- dos chicas llamaron por su atención, con ello se pusieron a mitad de camino.
-Lo siento, ahora no puedo- las rodeó, mas al tratar de seguir su camino una de ellas tomó de su brazo e hizo que la mirara de frente.
-Necesitamos de su ayuda, Hinata-san.
-Y yo necesito que me sueltes- su enojo iba en aumento al notar que desaparecía la silueta de Tsukishima, no era de molestarse por esos motivos, pero el agarre de las chicas que aún desconocía sus nombres y que repitieran a cada rato su apellido iba acabando con su paciencia- Tengo que hablar con Tsukishima- dijo, mirando solo la figura perderse e ignorando su alrededor.
Cuando pestañeo y quiso mirar a las chicas, estas ya no estaban, tampoco estaba en el patio de los departamentos, ahora se encontraba en el club de voleibol al parecer en práctica, todos se encontraban presentes rematando y él llevaba una pelota en mano, todos menos Tsukishima.
-¡Hinata idiota deja de estar pensando en otras cosas y concéntrate en la práctica!- Kageyama se acercaba hacia él, era un poco más bajo y al parecer tenía unos dieciséis años.
-¿Kageyama? ¿Porque pareces de cuando estábamos en primero?- El pelinegro frunció el ceño extrañado, sabía que todas esas caídas no eran buenas.
-¿Será porque tenemos dieciséis?
-¿Qué?- evitó hacer más preguntas al respecto, ahora le interesaba más otro tema- ¿Y Tsukishima?
-¿Quién es Tsukishima?- el humor de Hinata iba en peor, no estaba para malas pasadas.
-Kageyama, no estoy para bromas, sé que no se llevan bien pero no digas estupideces.
Los demás al notar la tensión que se iba creando dejaron sus cosas y se acercaron al dúo, en si no era raro verlos discutir solo que al parecer esto ya se estaba saliendo de control.
-No estén discutiendo y ponganse a entrenar, que mañana tenemos práctica- Daichi trato de guardar calma y puso una mano en cada hombro del dúo, Kageyama relajó su expresión y evitó decir algo al respecto, en cambio el peli naranja seguía buscando entre los presentes alguna cabellera rubia.
-Daichi-san, ¿y Tsukishima?- Hinata dejo de creer que era una estúpida broma al ver la cara de confusión de su capitán, y de los demás también expresaban.
¿Acaso solo él recordaba a Tsukishima?
- ¡Yamaguchi, tu mejor amigo de la infancia, uno rubio con lentes que tiene cara de amargado y es burlón!- el pelinegro solo le miraba confuso, no quería llevarle la contraria, pero él no tenía ningún amigo desde su niñez.
-Lo siento, Hinata. Pero no sé de quién me hablas, yo no tengo ningún mejor amigo de la infancia- respondió apenado, no sabía si acercarse o no al mayor y abrazarlo, Hinata parecía querer llorar.
-Hinata, si quieres puedes retirarte antes- sugirió Sugawara, le preocupaba lo que su kohai decía, parecía muy seguro de la existencia del aquel chico con apellido Tsukishima.
-Lo siento, pero mejor me voy primero- antes de que alguien pudiera añadir algo más, salió del sitio, tomó su bicicleta y pedaleo hacia la casa de Kei, donde estaba seguro que estaría esperándolo.
Pero no encontró nada.
Dejo la bicicleta a un lado y se paro al frente de donde debía estar la casa de Kei.
Solo que no había casa y era un terreno vacío como si nunca alguien hubiera habitado en el.
-¿Esto es un sueño? Estoy soñando, ¿no?
Escuchó pasos alejarse, pasos que conocía perfectamente bien, y al voltear ahí estaba él, Tsukishima, solo que una vez más se estaba alejando cada vez más y más.
-¡Kei! ¿Porque te vas? ¿Me estás dejando?
Por primera vez desde que comenzó toda esa extraña situación, el menos volteó y lo miró, y sonrió, no una sonrisa burlona que él solía mostrar, una sonrisa tranquila, de alegría mezclada con una pizca de tristeza.
-Nunca lo podría hacer, pero si sigo aquí no podrás ser feliz como verdaderamente te lo mereces.
-¡Pero tú me haces feliz!
Tsukishima avanzó, él también lo hizo, solo que por mas que corría nunca llegó a su lado, sus piernas no dieron más y tropezó con una roca que estaba a mitad del camino, espero el duro golpe contra el suelo...
Al abrir los ojos lo único que pudo distinguir fue el blanco techo, sintió como sus rizos naranjas se le adherían al rostro, se dio soporte de sus codos y se pudo sentar en el suave colchón un poco más consciente, por reflejo se toco el rostro y advirtió de rastros de lágrimas.
¿Qué está ocurriendo?
Instintivamente tocó el lado izquierdo de la suave superficie, para poder dar con la presencia de su rubio, Kei, y sentirse protegido por él como siempre, ya que después de algún mal sueño lo abrazaba y le susurraba <<Tranquilo, estoy aquí>> y con más calma podía volver a quedarse dormido.
-Kei, Dios no sab...-las palabras se quedaron al aire al percatarse del vacío espacio al lado suyo.
Las imágenes de un día lluvioso se le vinieron a su pensamiento y captó como en el sueño nunca lo pudo tocar.
Oh cierto, lo había olvidado otra vez
-¿Alguna vez podré abrazarte de nuevo?-dijo en un susurro abrazado a un dinosaurio de felpa con leves indicios de aroma de él.
Kei ya no estaba a su lado
-Sueño-
*Hinata estaba soñando un mundo sin Tsukishima, algo que él no se lo podía ni imaginar, lo que Shoyo no sabía es que ya lo estaba viviendo:c
Ay gente, soy una asco pa esto, me emocionó y subo las historias antes de que debería 😔✋ Próximamente subiré de "Q" y "R".
¿Alguna duda respecto a esta historia?✨
Nos vemos.
-S
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Abecedario -TsukiHina
Fiksi PenggemarConjunto de One-Shots por cada letra del abecedario. Anime: Haikyuu <>No se permite copia ni adaptación de ningún OS.