Al abrir la puerta veo a Mario empapado de arriba a bajo, y me doy cuenta que está lloviendo a mares.
- Dios mío, pasa que te dejo algo de ropa.
Entra y se descalza dejando ver sus calcetines aún más mojados que él.
Subo al piso de arriba corriendo y le bajo unos calcetines y un pijama de mi padre.
- Toma.- Le digo al dárselo.- Entra al baño y cámbiate, en el cajón tienes toallas, y la ropa la ponemos ahora en la secadora, no te preocupes.
-Gracias.- dice tiritando. - Parece Febrero y estamos en pleno Julio, esto es de locos.
Tras un par de minutos sale del baño y dejamos la ropa en la secadora. Nos sentamos en el sofá y le dejo una manta para que entre en calor.
- ¿Estas bien?- Me pregunta.
- Te mentiría, pero la verdad que no. Estoy un poco preocupada. No me acuerdo de nada de ayer por la noche, no sé ni cómo llegué aquí. Llevo todo el día tumbada y cada vez que intento recordar algo, empiezo a tener un dolor increíble aquí. - Digo señalando un lateral de mi cabeza.
- Eso se llama resaca.
- No. He tenido muchas resacas pero nunca... Nunca me he olvidado de toda una noche.
- Tranquila, beberías un poco más y ya. -me mira preocupado.- Aunque lo cierto es que tienes bastante mala cara.
- Bueno da igual... ¿Que tenias que contarme?
-Ahh es verdad. Digamos que ayer la lié.
- ¿Del uno al diez?
- Un catorce.
- Madre mia. Miedo me das.
- Lo Bueno es que a pesar de todo, hay final feliz.
Pongo cara de asco.
- ¡No ese tipo de final feliz mal pensada!- Aclara riéndose. - Digamos que cuando me fui con Helena y Tania... bebimos de más y ambas se acabaron enterando de lo que tenía con la otra.
- No me jodas..
- Sí, incluso se enfadaron ambas conmigo y se fue cada una para una parte. No sabía que hacer. Pero entonces me di cuenta de algo.
- ¿Que hiciste?
- Fui tras Helena, me di cuenta que era quien realmente me importaba. Hablamos durante horas y bueno, digamos que vamos a volver a intentarlo.
-¿Enserio?- Grito emocionada.
- Si.- Responde alegremente.- Bueno ahora que lo pienso puede que también hubiera final feliz de la otra forma...
- Eres asqueroso.- Pongo los ojos en blanco y le estampo un cojín en la cara.
Ambos nos reímos a carcajadas y llaman nuevamente al timbre. Es David, que viene también empapado. Se sube rápidamente al piso de arriba a cambiarse.
-¿Y este de donde viene?
- Del parque de atracciones.
- ¿Ya ha encontrado otro novio?
- Ni confirmo ni desmiento.
- Lo que haces es mentir fatal.- Dice David desde arriba gritando.
-Yo no miento tan mal.
- Bueeeno... Depende para que. - Responde Mario.- ¿Y con este va enserio o es algo espontáneo como con el resto?
Me quedo callada pensando que responder cuando David baja las escaleras con una camiseta en la mano.
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PURO VENENO
Teen FictionNo se como empezó todo. Quizá fue mi culpa, quizá realmente exista un destino que está escrito desde el momento en que nacimos. Quizá en mi destino estaba escrito que tendríamos que coincidir, que tendría que recordar un pasado que pensé que había...