Me dejo caer en la cama del agotamiento, necesito quedar con Àlex ya, se me ha acabado la reserva que tenía.
Llevo varios días sin ver a los chicos. Aquella noche, Hugo me acercó a casa tras nuestra charla, y al día siguiente, quedé con Àlex como le había prometido para que así Hugo pudiera celebrar el cumpleaños de su madre tranquilo. Me costó mucho actuar como si nada hubiera pasado.
El resto del fin de semana lo pasé con mi grupo, les echaba mucho de menos, y las excusas ya se me estaban acabando. No fue fácil ocultar los bajones de las pastillas cuando se me acababan, por lo que le pedí a Àlex que me diera unas cuantas, lo cual hizo que no las supiera administrar.
Mi móvil suena a todo volumen. Cojo con rapidez la llamada sin mirar de quien se trata.
- Buenos días niñata.- Contesta una voz desde el otro lado del móvil.
Una sonrisa se forma en mis labios. Ciertamente odio que me llamen niñata, pero pronunciado por él hasta me gusta.
- Tienes que cambiar ese mote.- Bromeo.
- Y tú tienes que tener un mejor despertar.- Rie.
- Ahora mismo no puedes verlo, pero te estoy sacando el dedo. - Me doy media vuelta en la cama, mirando al techo para hablar mejor con él.
-Gracias, me encanta lo amable que eres.- Vuelve a reír, lo cual me hace ver que está de buen humor.- Te echaba de menos niñata.
Mi corazón se acelera a mil al escuchar su última frase. Muerdo mis labios reprimiendo una sonrisa boba.
- Yo también la verdad. -Respondo al fin. - ¿Que tal el cumple de tu madre al final?
- Muy bien la verdad, hacia mucho tiempo que no la veía sonreír así, y encima pudimos estar los tres juntos todo el día.. Fue increíble.
Noto la emoción en su voz, y me fascina, quiero que siempre sea así, que sea feliz.
- Quiero que luego me cuentes todo.
-¿Luego? Estoy yendo a tu casa, hay reunión. ¿Àlex no te ha dicho nada?
Reviso rápidamente los mensajes, es cierto, me lo dijo anoche, antes de que le pidiera las pastillas.
- Si, ya..- Disimulo.- Pensaba que era más tarde, voy a cambiarme rápido, ahora te veo.
- No tardes.- Responde antes de colgar.
Me preparo con rapidez y bajo corriendo las escaleras. Al salir veo al pelinegro apoyado en su coche, fumándose un cigarro. Al verme lanza este al suelo, pisándolo.
- ¿No me vas a abrazar?- Sonríe haciendo así que sus hoyuelos se marquen.
- Han sido solo cuatro días, no seas exagerado.- Paso a su lado, tratando de quitarle importancia. Él sigue mi camino con la mirada y lame su labio inferior antes de sonreír.
Nos montamos en el coche y una vez estamos dentro, me siento sobre él y le abrazo con fuerza. Envuelve sus brazos en mi cintura, apretando aún más el abrazo.
Nos separamos ligeramente para darle un dulce beso en la mejilla.
- ¿Enserio?- Pregunta curioso. Atrapa mi cara entre sus manos y estampa sus labios con los míos. Nuestras lenguas chocan y se envuelven a la perfección.
Es cierto, solo han sido cuatro días, pero realmente le echaba de menos. Para mi esta sensación es extraña, nunca he tenido la sensación de extrañar a alguien de esta forma. Pero se siente tan jodidamente bien estar entre sus brazos.
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PURO VENENO
Teen FictionNo se como empezó todo. Quizá fue mi culpa, quizá realmente exista un destino que está escrito desde el momento en que nacimos. Quizá en mi destino estaba escrito que tendríamos que coincidir, que tendría que recordar un pasado que pensé que había...