Parte 15

8 0 0
                                    

Hugo conduce en silencio hasta casa. Me acurruco en el asiento del copiloto para entrar en calor mientras le miro.

Tiene el pelo empapado y revuelto por la lluvia. Su mano derecha, en la cual tiene un tatuaje que la ocupa entera, descansa en la palanca de cambios, mientras que la izquierda se aferra con fuerza al volante. Conduce serio, sin gesto alguno, únicamente pendiente de la carretera.

Podría quedarme horas viéndole conducir.

Cuando se da cuenta, me mira, sonriente.

Aparto rápidamente la mirada, y miro al frente.

- ¿Que pasa?- Dice riéndose.

Me tapo la cara con la capucha de la sudadera y me quedo en silencio.

Tras un par de minutos, al fin consigo entrar en calor. Apoyo la cabeza en el lateral de la puerta y en pocos segundos me quedo dormida.

No se cuanto tiempo a pasado, pero al girarme veo que estoy en mi cama. Un rayo de luz que entra por la ventana me deslumbra.

"¿Ya es de día?"

Miro el reloj, las 10:30 de la mañana.

Lo último que recuerdo es estar en el coche de Hugo. Miro mi cuerpo y veo que aún llevo puesta su sudadera, mientras que la mía está apoyada en una silla de la habitación. No puedo evitar sonreír.

Al menos esta noche no ha habido pesadillas.

Bajo a la cocina, donde Mario y David me esperan riéndose.

- ¡Buenos días bella durmiente!- Grita Mario.

- ¿Como llegué hasta aquí?

- Bueno, digamos que por lo que nos dijo Hugo, te acercó a casa por la lluvia y te quedaste dormida en el coche. No quería despertarte, así que te subió en brazos a la habitación y te dejó allí durmiendo.- Contesta David sonriente.

- Borra esa sonrisa de tu cara, no es lo que piensas.- Le apunto con el dedo.

- Bueno, se quedó hablando un rato con nosotros preguntándole a David que tal estaba y eso. Muy majo el chaval. Pero... hay algo que no nos contó. - Me mira Mario sonriente.

Se miran, me miran, y toman asiento junto a mi corriendo.

- ¿Qué hacías con él y por qué llevabas su sudadera puesta?

-Bueno aún la lleva.

- Vaya dos marujas.- Les respondo poniendo los ojos en blanco.

- Sisi lo que tú digas, pero cuenta.

- No pasó nada.

- ¿Y por qué te sonrojas?

- No inventéis, no me he sonrojado.

Giro la cabeza para evitar que me vean más la cara, pero ellos no paran de reír.

- Mirala si cada vez que habla sonríe.

- Venga va Dani, cuenta.

- No pasó nada, además si os cuento porque estaba con él me vais a matar.

Ambos se ponen serios.

- Venga cuéntalo.

-Por favoooooor.

Me miran con cara de cachorrito.

-Está bien.- Me siento junto a ellos.- Cuando tuve la pesadilla, al despertar me acordé de que esa noche había tenido exactamente la misma pesadilla. Era como una presión que no me dejaba respirar, que no me dejaba levantarme. No veía nada, solo sentía angustia. Esa pesadilla fue después de la noche de la que no me acordaba, y sabía que esto no era una resaca normal, así que decidí preguntar a las personas que estuvieron conmigo toda la noche. A Hugo me le encontré en la pizzería y no sabía mucho, asi que fui a prenguntar a Àlex.

- ¿Como?- Pregunta enfadado David.- Daniela dijimos que nos mantendríamos alejados de él, mira lo que me hizo a mi.

- Lo se David lo siento, pero necesitaba respuestas y al resto no les conozco casi. La única casa que conozco es la de Alex.

-¿Fuiste a su casa?

- Subí a su casa.

Ambos me miran perplejos.

- Sí lo sé, soy lo peor. Pero al subir, estaban allí todos, incluido Hugo. Me fui a hablar con Àlex a solas y después de un rato, me dio a entender que posiblemente alguien me echó algo en la bebida y que con la última persona que me vio fue con Hugo.

- ¿Que te drogaron?

- ¿De verdad piensas que Hugo haría algo así? Ósea no le conozco mucho, pero se le ve buen tío.- Dice Mario sorprendido.

- Pues no lo sé, pero en ese momento os juro que de verdad lo pensé. Así que salí corriendo de la casa y Hugo me siguió hasta fuera. Hablamos y recordé algunas partes de la noche...

-¿Que recordaste?

- La vuelta en coche con él..

-¿Algo más?

- Una conversación que tuvimos...

-¿Y algo más?- Pregunta David sonriente.

- Y nuestro beso.

- ¿OS HABÉIS BESADO?- Chillan ambos al unísono.

- Shhhhh, si, nos besamos, y fue la hostia, al menos para mi. Pero todo lo que recordé me hizo entender que Hugo solo me quería llevar a casa para que estuviera bien. Así que me dejó su sudadera, y me trajo para casa porque llovía mucho.

- Tu vida es de película tía.

- ¿Y me lo dices tú? Te recuerdo que te enamoraste de una chavala, saliste con ella casi dos años y después de bastante tiempo te liaste con su prima y te diste cuenta de que a quien de verdad querías era a Helena. ¿Y tú?- Miro a David.- Te moló el hermano del líder de uno de los peores grupos de la ciudad, te le tiraste y te pillaste por él. Incluso recibiste una paliza por él. ¿De verdad me habláis vosotros de películas?

Los tres nos reímos a carcajadas, hasta casi llorar.

Cojo una manzana del canasto de la fruta y me siento nuevamente con ellos.

- Bueno, y ahora que os he puesto al día decirme, ¿por qué todavía llevo la sudadera de Hugo puesta?

- Bueno... - Se miran, y vuelven a reírse.- Hugo dijo que en sueños no parabas de murmurar lo bien que olía asi que prefirió dejártela.

-No por favor... decirme que es broma. - Les suplico.

- Ojalá lo fuera amiga, ojalá...

- Me voy a morir de la vergüenza la próxima vez que le vea.

-Pues posiblemente sea hoy. - Mario se levanta y recoge los vasos de la mesa.

- ¿Como?

- Si, esta noche es el cine al aire libre, bueno, si consiguen que se seque la pradera, porque con la que cayó ayer...

- Seguramente que se seque, dicen que hoy va a hacer un calor de locos.

- ¿Que peli es?- Pregunto.

- Ni idea la verdad. La gente va  allí a comer y ha pasar el rato, la peli es lo de menos.- Contesta David.

- Y a follar, que no se te olvide.

- Hombreee, eso es el punto clave, yo ya he hablado con Borja.

- Y yo con Helena.- Dice Mario guiñando un ojo y ambos me miran.

- Sois unos cerdos, los dos.- Les apunto con el dedo a ambos y me levanto de la mesa. - Me voy a duchar idiotas.

- Cuanto amor.

- En el fondo nos quiere mucho, lo sé.

- Nos ama.

-¡Que os jodan!- Grito desde lo alto de la escalera y escucho sus risas antes de entrar al baño.

PURO VENENO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora