Al llegar a la zona sur, David y yo bajamos del coche de Hugo. Este último baja también para darnos instrucciones.
- Es fácil, intentar mirar si alguien intenta venderos, si veis a alguien metiéndose cualquier cosa. - Toma aire antes de seguir.- Pero por favor, tener mucho cuidado, no quiero tener que entrar ahí a salvaros el culo.
Ambos asentimos.
Llamé a David para contarle todo mientras nos dirigíamos a casa, por suerte aceptó sin dudarlo.
Él lleva unos pantalones cortos de chándal sueltos y una camiseta de tirantes larga. En cambio, yo llevo un pantalón mucho más corto que el suyo pero también suelto, con un top deportivo y encima una camiseta de manga corta larga con la cual parece que no llevo pantalones.
Nos damos media vuelta y emprendemos el camino hacia las canchas de baloncesto que están a bastante distancia de donde nos encontramos.
Hugo se acerca a mi corriendo y me gira bruscamente.
- ¿Que pasa?
- ¿Sabes que no tienes que hacer nada de esto por mi no?- Me susurra con gesto duro.
- No lo hago por ti.
- Ah ¿no? ¿Y entonces por qué o por quién?
- No es de tu incumbencia porque coño estoy haciendo lo que estoy haciendo.
- Será de mi incumbencia si te encuentro en un puto callejón medio muerta porque cualquiera de los enemigos de Àlex te haya dado una puta paliza.
- Estaré bien. Sé cuidar de mi misma.
- No aquí, no conoces como es la gente aquí.
- Hugo, limítate a cumplir con tu trabajo, que ya me encargaré yo de completar el mío.
Saca un cigarro y se lo enciende, da una profunda calada y sin soltar el humo, me mira.
- Nadie te dijo que te metieras en toda esta mierda. No necesito tu ayuda.
- Ya bueno, yo tampoco la pedí la pasada noche y aún así viniste.
Echa el humo en mi cara, nublándome la vista por un instante.
- No era lo mismo, ese hombre..- Baja el tono para que David no nos oiga. - Ese hombre te podía haber... te podía haber hecho cualquier mierda.- Aprieta los puños y da otra calada.
Le miro, e intento evadir el recuerdo de las manos del chaval deslizándose por todo mi cuerpo.
- Pues yo no voy a dejar que el gilipollas de Àlex te arruine la vida.
- ¿Aunque cueste arruinarte la tuya?
-No, aunque cueste tener que hacerle creer que puede confiar en mi. ¿Tan tonta crees que soy como para dejarle que me destroce la vida?
- No le conoces, no sabes una mierda de él.- Su tono comienza a agravarse y parece cabreado.
- No te preocupes, ya le conoceré, tenemos mucho tiempo.
Me doy media vuelta y me voy con David hacia las pistas.
Al llegar, vemos a decenas de chavales en estas. Unos cuantos juegan, otros beben en el campo que las rodea, otros simplemente hablan entre ellos en pequeños grupos con música.
Miramos la escena y nos miramos entre nosotros.
- ¿Alguna idea?
- No. - Tomo aire.- Simplemente digamos que hemos venido a jugar unas canastas o a conocer gente y ya está. No nombramos el norte, y si alguien nos reconoce.. somos de la zona rica, no pueden relacionarnos.
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PURO VENENO
Teen FictionNo se como empezó todo. Quizá fue mi culpa, quizá realmente exista un destino que está escrito desde el momento en que nacimos. Quizá en mi destino estaba escrito que tendríamos que coincidir, que tendría que recordar un pasado que pensé que había...