Parte 23

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Acerca sus labios a mi boca cuando escucho el frenazo de un coche en seco. Se escucha un portazo y en menos de dos segundos alguien tira del hombre, tirándolo al suelo.

Hugo comienza a darle patadas al chico y se le escapa algún que otro puñetazo.

- Ni se te ocurra volver a tocarla ¡En tu puta vida! ¿Me oyes?- Grita.

Yo me deslizo por la pared hasta sentarme en el suelo, miro la escena, cada puñetazo, pero no hago nada. Me quedo en shock y lágrimas comienzan a descender por mi mejilla.

Hugo se separa del hombre y coge mi móvil del suelo guardándoselo en el bolsillo. Se gira rápidamente y toma mi cara entre sus manos.

-¿Estas bien? ¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo?

Niego con la cabeza y me retira las lágrimas de la cara.

- Tranquila, ya estoy aquí ¿vale?- Dice nervioso.

Me acaricia el pelo dulcemente y contiene las lágrimas en sus ojos. Mira tras de sí, con rabia.

- Escúchame, vamos al coche, aquí hace frío.

Miro su sudadera y al darse cuenta me sonríe.

- Tienes obsesión con mis sudaderas.- Se la quita y me la coloca con cuidado.

Me levanto despacio y me coge de la mano, arrastrándome hasta su coche. Me sube en el asiento del copiloto y abrocha mi cinturón. Se sienta en el lado del piloto y comienza a conducir unos cuantos metros hasta que nos hemos alejado de la zona. Aparca y me mira.

Aún tiemblo.

Coge mi mano entre las suyas y me obliga a mirarle.

- Ya estas a salvo. Tranqui-

Me lanzo sobre él y lo abrazo. Sonríe levemente y me abraza fuertemente. Me acaricia el pelo por un par de minutos hasta que me he calmado.

- Lo siento.- Susurro.- Me he comportado como una... gilipollas. Perdón de verdad. Tenías razón. Soy una niñata de mierda, y siempre tienes que andar detrás mía para ayudarme.

- No tienes que disculparte por nada, yo también me he comportado como un imbecil en ocasiones estos días.

Le abrazo más fuerte aún.

- No quiero ir a casa, aún no.

- Hey, cuando tú estés preparada. Pero llama a tu hermano, me ha dicho David que estaba preocupado y muy cabreado.

Asiento y me separo de él . Cojo el móvil y llamo a Tomás.

- ¿Daniela? Joder, dime que estás bien.

- Si, estoy bien tranquilo.

- ¿Donde coño te has metido? Llevamos horas llamándote.

- Lo se, perdón, necesitaba despejarme un poco y... soy idiota perdón.

- No te preocupes enana, pero la próxima vez avisa, antes te has comportado muy raro y... me he preocupado mucho.

- Tranquilo, estoy bien, y lo siento de verdad.

- De acuerdo.- Respira tranquilo un par de veces.- ¿Vienes ya?

- No, aún no, estoy con un amigo.

- ¿Con Hugo?- Me pregunta. - Me dijo David que podías estar con él y le dije que me llamara para salir de dudas.

- Que bocazas es.

- No te cabrees con él, también estaba preocupado.

- Lo sé. Prometo no tardar mucho más, mañana te cuento.

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