‹Noventa y siete›

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JungKook lloraba desconsolado.
Su cabecita recostado sobre el pecho de su novio, abrazando al mismo con fuerza, y YuGyeom protegiéndolo entre sus brazos.

El menor había llegado a su casa, aguantando las lágrimas lo más que podía.
Estaba molesto y herido.

Entre lágrimas le había contado que había tomado el valor para decirle a sus padres sobre su sexualidad, pero no había salido muy bien.

Todo había transcurrido con tranquilidad los siguientes días desde que MinGyu y DongMin regresaron a Busan. Hasta que tuvo un desayuno familiar.

—¿Podría traer a mi novia a comer con ustedes? Ella quiere conocerlos. —Comentó su hermano, JungHyun, hace una hora atrás.
—Oh, claro. Será lindo. —Asintió su madre.

JungKook se sintió un poco molesto.
Sus padres nunca le preguntaban a él sobre alguna novia, siempre evitaban el tema, y era molesto que eludieran la verdad. Era tonto tapar el sol con dedo.
JungHyun notó aquello, le dió un golpecito con su pierna para que lo mirara, y movió ligeramente su cabeza dándole a entender que si quería decir algo lo hiciera.

—¿Por qué nunca me preguntan a mí sobre eso?
—¿Sobre el qué? —Lo miró confundida su mamá.
—Sobre una novia. Siempre me evitan.
—No lo hacemos.
—No mientas. Sí lo hacen. ¿Por qué no quieren saber de mi vida?
—No es eso Kookie, es solo que... —Su madre pensó en qué decirle, pero no encontró nada lógico.
—No hay nada. Solo no quieren que diga lo que no quieren escuchar. Pero es la verdad.
—JungKook. —Trató de callarlo su papá.
—No, escuchenme. Deben aceptarlo tarde o temprano. Soy gay.
—¡Silencio! —Su padre dió un fuerte golpe a la mesa—. No vuelvas a decir eso en voz alta. Y si no te preguntamos nada es porque lo que eres está mal. Ahora cierra la boca.

Los dos hermanos se asustaron. Solía ser complicado que su padre se enojara de esa manera. Él solía ser una persona divertida, sería cuando tenía que serlo. Y ambos sabían lo aterrador que podía ser estando realmente molesto, por eso evitaban que eso pasara.

JungKook tuvo ganas de llorar, pero resistió. En cambio se levantó molesto de la mesa y se fué su habitación.

—No puedo creer que piensen eso. Pensaba que eran mejor que esto. —Negó JungHyun desepcionado y se levantó a seguir a su hermano. Dejándoles así claro que estaba de acuerdo con JungKook y que lo aceptaba tal cual era.

Lo alcanzó antes de llegar a la habitación, y lo abrazó con fuerza.

—No los escuches. Nada en tí está mal. Ellos son los del problema. Pero dales tiempo. Te aman y sé que pueden entenderlo.
—Tenía la esperanza de que reaccionaran mejor. —Dijo con su voz roto, aguantando las lágrimas.
—Lo sé. Pero también sabías que era complejo para ellos.
—No puedo estar aquí ahora. Necesito salir. Me siento agobiado.
—Irás con YuGyeom-ssi, ¿cierto? —El menor asintió—. De acuerdo. Solo no olvides que te amo, hermanito. —Dejó un beso sobre su frente antes de que este saliera de la casa.

Y así es como había llegado allí.

—Tranquilo bebé. Sabes que a las personas nos asusta lo diferente y lo rechazamos. Y para ellos tú eres diferente. Crecieron con esa idea. Tal vez no puedas hacer que cambien, pero con el tiempo se darán cuenta de que te aman sin importar lo demás.
—No debí decirles. Al menos las cosas se mantendrían como antes.
—Está bien. Necesitabas hacerlo, no podías ocultarselos el resto de tu vida sólo porque ellos lo esquivaban. Además, tienes a tu hermano, estoy seguro de que no te dejará sólo.
—Lo sé, pero son mis padres. Algo dentro de mí busca su aprobación naturalmente.
—Confía en mí. Esto déjaselo al tiempo.

Asintió. Por supuesto que en este momento creía que las cosas nunca mejorararian, pero estaba lastimado.

Después de un rato más su llanto cesó, pero no porque lo hubiera superado, sino porque ya no podía más. Sus ojos y cabeza le dolían y sentía que le faltaba el aire, así que se esforzó por tranquilizarse y respirar.

Inseguridades - GOTBANGTAN AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora