Inseguridades - GOTBANGTAN AU

‹Ocho›

Por la mañana, BamBam se acercó a Mark aprovechando que los grupos de amigos de ambos aún no llegaban.

—Buenos días Mark-ah.
—Hola BamBam. —Respondió simplemente. Kunpimook sonrió a pesar de la poca atención que tenía del chico.

Mark se preguntó porque ese chico seguía buscándolo con una sonrisa cuando el día anterior le había aclarado con poca delicadeza que no le gustaba y que no había posibilidad alguna de que salieran.

Aunque, su situación era algo más complicado que eso. En realidad estaba enamorado de alguien más. Por eso era que por más que el tailandés se esforzara no podía verlo como algo más que un amigo.
Mark no solo estaba enamorado de alguien más, si no de alguien que no sentía lo mismo, alguien que estaba interesado en otra persona.
Porque sí, se había dado cuenta de esa cercanía que Jackson y JinYoung tenían. Y también se había dado cuenta de que JinYoung lo rechazaba.

La primera vez que se dió cuenta de esto, de esas sonrisas bobas, de esos ojos que se miraban con un brillo diferente al resto, esa cercanía que parecía que no se daban cuenta, que no les molestaba tener sus cuerpos tan juntos, y hasta parecían querer más; Mark se sintió tan molesto. ¿Cómo JinYoung, uno de sus mejores amigos le hacía esto? Ese amable chico que no dudó en ayudarlo cuando llegó a corea en primer grado y no entendía muy bien el idioma. ¿Por qué él le había robado a Jackson? Después, se dió cuenta de que era un pensamiento tonto, ya que el chico no puede "robarle" algo que nunca fue suyo. Aparte de que Young no sabía nada sobre sus sentimientos.
Después se sintió algo indignado. JinYoung seguía destrozando el corazón de Wang y aún así sus ojos solo lo miraban a Jin.
¿Por qué no se fijaba en él? Podía darle todo ese amor que Park no le daba.
Pero esa idea también le pareció tonta. Y comenzó a pensar que simplemente no era suficiente para Jackson y que jamás lo sería, que eran tan diferentes e incompatibles. Y aunque quería olvidar esos sentimientos no podía. Esa personalidad tan alegre y brillante lo seguía enamorando día con día.
Por eso era que Mark ni siquiera le daba una oportunidad a BamBam, porque sabía que sería en vano y lo lastimaría. Y Kunpimook no se merecía eso.

Aunque, al escuchar ese 'nunca', el tailandés se sintió herido, no se rendía. Él creía que la metáfora de la cebolla quedaba perfecta con Mark, había que pelarla capa por capa. Y parecía que funcionaba, porque logró que Mark dejara de ignorarlo y ser cortante, al menos ahora podían mantener una conversación con Mark diciendo frases más largas.
—Mark-ah —Llamó su atención BamBam, y puso su mochila sobre sus piernas buscando algo dentro. El mencionado lo miró unos segundos y volvió su mirada al frente. No tenía ánimos de soportar las locuras del tailandés—. Ayer, mientras me contabas sobre ese libro que alguna vez leíste pero no recordabas el título o la portada, me llegó a la mente una imagen, y creía haber visto esa imagen en uno de los libros de mi casa. —Decía mientras buscaba desesperadamente en su mochila y Mark lo miró poniendo más atención en él—. Busqué entre libros llenos de polvo y encontré un libro con esa imagen de portada. Leí un poco y creo que es el libro que has estado buscando. —Por fin logró sacar el objetivo aún con un poco de polvo.

Mark tomó el libro algo sorprendido porque, efectivamente, le parecía familiar la portada. Leyó algunas páginas.

—Es... Es este BamBam-ah. —Le entregó una pequeña sonrisa.
—¡Genial! Sabía que podría encontrarlo.
—¿Me lo prestarías unos días?
—Te lo regalo. —Dijo como si nada.
—¿En serio?
—Sí, digo, estaba en un rincón abandonado y probablemente terminaría donado, vendido o hasta en la basura, así que quédatelo. —Mark sonrió ampliamente.

Quizá era la sonrisa más grande y sincera que Mark le había entregado a BamBam. Y el más alto lo había guardado en su mente como la sonrisa más bella que jamás ha visto.